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La prensa de Murdoch espió a Gordon Brown y a su familia

News Corporation se ve obligada a congelar la OPA de BSkyB para aliviar la presión política sobre Cameron

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

El escándalo de la prensa de Rupert Murdoch ya no se limita sólo al News of the World. Las últimas revelaciones van mucho más allá y confirman lo que el diputado laborista Tom Watson definió en la Cámara de los Comunes como la 'criminalidad institucionalizada en News International'.

La víctima en este caso es Gordon Brown y los periódicos que no se detenían ante nada, The Sun y The Sunday Times. Scotland Yard ha comunicado al ex primer ministro que su nombre ha aparecido en los papeles del detective privado Glen Mulcaire, que trabajaba para los periódicos de News International.

Según The Guardian, The Sun se hizo con el expediente médico de su hijo de cuatro meses, que demostraba que el bebé sufría fibrosis cística. Algo parecido había ocurrido cinco años antes, cuando el primer hijo de Brown padeció una hemorragia cerebral al poco de nacer y falleció unos días después.

The Sunday Times aparece implicado en el intento de conseguir datos de la cuenta corriente de Brown a través de todo tipo de subterfugios, algunos de ellos claramente ilegales. En un caso, un detective privado contratado llegó a acceder a datos personales guardados en documentos policiales. Una fuente de News International declaró a Sky News que están convencidos de que las noticias sobre Brown se habían conseguido con medios 'legítimos'.

‘The Sun’ consiguió información sobre la enfermedad del hijo de Brown

No está claro cuáles de estas informaciones se obtuvieron gracias a la red delictiva descubierta en los últimos días o se refieren a otros periodistas con otros métodos, también ilegales. News International tiene que comenzar a sospechar que periodistas del grupo descontentos con la decisión de Murdoch de cerrar el NOTW y poner a 200 reporteros en la calle hayan comenzado a surtir a periódicos de la competencia con ejemplos detallados de algunos de los peores excesos del pasado.

La cascada de revelaciones ha perjudicado a algo más que la reputación de la empresa. Sus intereses económicos se están vieron claramente dañados. Murdoch se ha rendido a la evidencia con el reconocimiento implícito de que el escándalo de las escuchas ha echado abajo sus planes de asumir todo el control de BSkyB, la mayor compañía televisiva del Reino Unido.

News Corporation anunció que retira las concesiones, no demasiado gravosas, que había pactado con el Gobierno para que diera luz verde a la OPA sobre el total de las acciones de BSkyB. En una comparecencia parlamentaria, el ministro de Cultura y Comunicaciones, Jeremy Hunt, no tuvo más remedio que anunciar que el Gobierno enviaba el caso a las autoridades de competencia. Durante meses, el Gobierno había sostenido que ese paso, reclamado por la mayoría de los medios de comunicación, no era necesario.

Las últimas revelaciones no habían dejado más alternativa a David Cameron que enviar un mensaje bastante claro a News Corporation: 'Si yo estuviera dirigiendo esa compañía, me ocuparía de resolver todos estos problemas antes de tomar futuras decisiones empresariales'.

La OPA de BSkyB queda suspendida como pronto hasta el próximo año

La medida aplaza todo el proceso hasta el 2012 sin ninguna garantía de que vaya a recibir la aprobación final. Los reguladores pueden ser mucho menos comprensivos con las necesidades de la empresa que el Gobierno, y no sólo tienen que vigilar el impacto de la OPA en la competencia del mercado televisivo. Esta sería la prioridad de la investigación, pero no se descarta que termine por interesarse por el escándalo si al final directivos de News Corporation se ven implicados en hechos delictivos.

Se trata en el fondo de una jugada astuta de la empresa de Murdoch, aunque forzada por las circunstancias. Admite que el ambiente político hace imposible que el Gobierno pueda autorizar la OPA y confía en que el examen del caso se limite a las cuestiones de competencia.

El Gobierno no ha admitido en público estar en contacto directo con la empresa durante estos días. Intenta marcar distancias con Murdoch, una vez que la oposición laborista está utilizando el escándalo con habilidad para desgastar la imagen de Cameron.

Cameron deja que un ministro dé explicaciones en el Parlamento

El miércoles, tenía previsto presentar una moción contra la OPA en el Parlamento que podía salir adelante con los votos de los liberales demócratas, aliados de los tories en el Gobierno de coalición.

El envío del caso a las autoridades de competencia desactiva esa opción, pero en absoluto va a conseguir que acabe la tortura que sufre Cameron por sus relaciones con las empresas de Murdoch y el apoyo que recibe de sus periódicos.

El ministro Jeremy Hunt se vio sometido en el Parlamento a una lluvia de preguntas y ataques a las que en su mayoría no supo responder. Cameron no estaba en la Cámara, lo que permitió al laborista Ed Miliband denunciar su absentismo: 'Este es un primer ministro que huye atemorizado de las decisiones que ha tomado. Este país se merece algo mejor'.

El silencio
Sólo unos días después del inicio de la polémica, el PSOE ha recordado que José María Aznar es miembro del Consejo de Administración de News Corporation: “El silencio de Aznar nos resulta lamentable. Aznar, que suele padecer de incontinencia verbal cuando se trata de criticar al Gobierno de España fuera España, calla ante un escándalo que ha conmocionado a la opinión pública mundial”, dijo Pedro Sánchez, miembro del Comité Electoral del PSOE.

Demanda en EEUU
Los accionistas de la empresa en EEUU descontentos con la gestión de Murdoch han presentado en Delaware una demanda contra el consejo de News Corporation. Le acusan de no poner en práctica los controles cuando estalló el primer escándalo hace seis años y de provocar un gigantesco desastre en la imagen de la compañía.

Crucigrama con sorpresa
El último número del ‘News of the World’ fue al menos un éxito de ventas. Se vendieron unos 4,5 millones de ejemplares. La sorpresa estaba en el crucigrama, que incluía algunos mensajes muy poco ocultos sobre la situación de la empresa, el uso de palabras como catástrofe, peste, empresa criminal, y algún insulto a la directiva Rebekah Brooks.

Sobornos
Los policías corruptos que recibían dinero del ‘NOTW’ no se detenían ante nada. Vendieron por 1.000 libras un informe con datos confidenciales sobre miembros de la familia real y funcionarios de la Casa Real, como teléfonos, direcciones e itinerarios. 

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