El presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, abandonó ayer su país rumbo a EEUU para continuar con su tratamiento médico, tras un discurso en el que prometió volver y pidió por televisión a su pueblo que le perdone 'por cualquier error' cometido durante su mandato.

Abdel Hafiz al Nahari, subdirector de prensa del Partido del Congreso Popular General (PCPG) de Saleh, explicó a Efe que el mandatario viajó primero a Omán, donde permanecerá un breve periodo de tiempo antes de volar a EEUU. En una alocución previa, Saleh aseguró que el objetivo del viaje es seguir con la recuperación de las heridas que sufrió en el atentado del 3 de junio.

Los manifestantes exigen a Saleh que renuncie y responda ante la Justicia

Después, su intención es regresar a Saná como presidente del PCPG y asistir al encumbramiento de su vicepresidente y sucesor, Abdo Rabu Mansur Hadi, tras las elecciones presidenciales previstas para el 21 de febrero. El sábado, el Parlamento yemení acordó que Mansur Hadi concurra como único candidato en los comicios.

Saleh recordó que, según el acuerdo para el traspaso del poder auspiciado por los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), todas sus prerrogativas han pasado ya al vicepresidente, que asume la responsabilidad hasta que sea formalmente elegido en las urnas. Así que pidió al pueblo que coopere con Mansur Hadi y con el Gobierno de unidad nacional por el bien de la nación y en favor de la reconstrucción del país, escenario en los últimos meses de violentas protestas y cruentos enfrentamientos.

El Parlamento aprobó, asimismo, una ley que otorga inmunidad total a Saleh, decisión que no acepta la oposición, que exige que sea juzgado por sus crímenes.

'Pido perdón a todos los hijos de mi nación, hombres y mujeres, por cualquier error durante mis 33 años de mandato', dijo Saleh en su discurso antes de partir. El presidente instó a los manifestantes que ocupan Saná que vuelvan a sus casas.

Los manifestantes exigen que Saleh, que alcanzó el poder en Yemen del Norte en 1978 y se convirtió en presidente de todo el país en 1990, tras la reunificación, abandone definitivamente la presidencia y responda ante la Justicia.

Yemen, el país más pobre de la península Arábiga, vive desde hace un año una profunda crisis política y social, que ha desencadenado violentos enfrentamientos.