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La profesora asesina de Alabama se enfrentará a la pena capital

La científica mata a tres personas porque la facultad le negó una plaza fija

I. PIQUER

La profesora de neurobiología que el pasado viernes disparó indiscriminadamente en una de las aulas de la facultad de Alabama, matando a tres personas e hiriendo a otras tres, una de ellas en estado crítico, ha sido acusada de triple asesinato y podría enfrentarse a la pena de muerte.

El hecho ha conmocionado al normalmente pacífico campus de Hunstville, más conocido por sus catedráticos y cerebros científicos que por sus sucesos sangrientos.

Al parecer, la asesina, Amy Bishop, de 42 años, doctorada en Harvard, no pudo encajar que la facultad no quisiera darle una plaza fija. Su ira sorprendió a todos. Según contaron testigos presenciales, el pasado viernes por la tarde, Bishop asistió tranquilamente a su clase de neurociencias durante más de media hora antes de sacar un arma y empezar a disparar hasta vaciar el cargador. Luego dejó tranquilamente el aula, mientras el resto de los asistentes permanecía en el suelo, temerosos de que pudiera regresar.

Todas las víctimas son profesores de biología. Los fallecidos han sido identificados como Maria Ragland Davis, una de las profesoras del departamento, Gopi K. Podila, el jefe del departamento de Ciencias Biológicas, y Adriel Johnson, otro de los profesores de la facultad.

El marido de Davis explicó luego a la prensa que su esposa iba a reunirse con Bishop para hablar de la posibilidad de que la acusada pudiera conseguir la plaza que se le había negado. Por lo visto en la reunión, Bishop se encolerizó. En el pasado, María Ragland había comentado a su marido que Bishop 'no era capaz de afrontar la realidad' y que 'no era tan buena como pensaba'.

A Bishop no le iban mal las cosas. Con su marido había ideado un sistema para incubar células que iba a ser desarrolla-do por una empresa privada que había decidido invertir más de un millón de dólares en el invento. Pero sus colegas contaron que el contratiempo académico, del que se enteró la pasada primavera, se convirtió en una obsesión.

El campus de Huntsville, cuenta con unos 7.000 estudiantes y se encuentra cerca de unos de las sedes de la NASA. 'Esta es una universidad muy segura. No estamos acostumbrados a los tiroteos', indicó su portavoz, Ray Garner.

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