La aerolínea australiana Qantas ha anunciado la cancelación indefinida de todos sus vuelos previstos por una disputa entre la compañía y los sindicatos. 

Desde el mes pasado, la compañía se está viendo afectada por una serie de huelgas, convocadas por los pilotos, el personal de tierra y los ingenieros, que se oponen a su plan de recorte y exigen un incremento salarial.

La respuesta de la compañía ha sido contundente. Mañana habrá 108 aviones en tierra en 22 aeropuertos de todo el mundo. Se prevé que más de 70.000 pasajeros resultarán afectados por la cancelación inmediata de más de 600 vuelos de la aerolínea, que con esta decisión se expone a pérdidas operativas de unos 15 milllones de euros diarios.

'Ellos nos han forzado a actuar así. La pelota está en su tejado y a ellos les corresponde decidir hasta qué punto quieren dañar a Qantas',  explica el presidente ejecutivo de la aerolínea, Alan Joyce, en un comunicado recogido por el Sydney Morning Herald. En él, Joyce acusa a los sindicatos de los tres sectores de echar por tierra la estrategia y el nombre de la compañía y asegura que no abrirán hasta que retiren 'sus reclamaciones más extremas' e 'imposibles' y se abran a un acuerdo.

El ministro de Trabajo australiano, Anthony Albanese, por su parte, ha reconocido estar muy preocupado por el futuro de la compañía y ha solicitado la intervención de urgencia de los tribunales laborales para 'poner fin tanto a las acciones emprendidas por los sindicatos como a las adoptadas en respuesta por la aerolínea'.

Mientras, Qantas ofrecerá vuelos alternativos y alojamientos en hoteles a los pasajeros afectados. La aerolínea rival, Virgin Australia, se ha comprometido a hacer todo lo posible a incrementar su oferta de servicios para acomodar en sus vuelos a los pasajeros afectados. 'Estamos discutiendo con nuestros socios la posibilidad de añadir capacidad adicional en el mercado lo antes posible', precisó en un comunicado.