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Ras Ajdir, refugiados en una tierra de nadie

Miles de personas continúan varadas, tras huir de Libia, en el paso fronterizo con Túnez, adonde no llega la ayuda internacional

MAYTE CARRASCO

Amontonados unos encima de otros, apenas se distinguen las miles de cabezas que se cobijan bajo mantas de colores, bultos intercalados con maletas de grandes dimensiones, maltrechas y rotas.

Estos miles de refugiados tienen suerte; han encontrado una nave industrial en la parte trasera del puesto fronterizo de Ras Ajdir, por donde acceden los vehículos procedentes de Libia. Medio adormilados, aguantan con resignación las bajas temperaturas del desierto, al abrigo del viento y de la tormenta de arena, que les obliga a entrecerrar los ojos.

Al raso, aguantan como pueden las bajas temperaturas del desierto

Son los más afortunados, otros muchos miles, entre los que hay mujeres y niños, se amontonan como pueden al raso, uniéndose en grupos de varios cientos para calentarse. Algunos han encendido hogueras con las pocas ramas que han encontrado entre los camellos, aunque el viento y la arena acaban por sofocar su única fuente de calor.

El puesto fronterizo cuenta con un solo bar, en el que se agolpan personas para hacerse con un bocadillo caliente. En una minúscula casa vacía se ha instalado también un puesto donde venden bocadillos de atún con un tomate muy picante para aplacar el hambre. También hay dátiles y mandarinas, pero ni rastro de la tan mencionada comunidad internacional: las siglas, las organizaciones no gubernamentales, ausentes.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dio una rueda de prensa el domingo en la que aportó algunas cifras: 45.000 personas entraron por este paso fronterizo hasta el sábado, pero el flujo de personas que huyen de la guerra se ha intensificado y, mientras, crece la preocupación por una posible crisis humana.

Las autoridades tunecinas están desbordadas por este éxodo masivo

En tierra de nadie se han acumulado miles de personas, que pasan con cuentagotas por la pequeña verja de color azul custodiada apenas por una decena de soldados y unos cuantos policías de paisano, armados con barras de hierro, amenazando a los refugiados para evitar los tumultos. Estos se producen cada cierto tiempo, cuando se hartan de esperar durante horas, parados, sin comida y sin techo.

'Hemos hecho un largo camino hasta aquí. A unos dos kilómetros te hacen dejar el coche y hemos venido caminando, con las cosas a cuestas', explica uno de ellos, prácticamente aplastado contra la verja.

Algunos de ellos intentan saltar la valla que da a un jardín con mucha vegetación, donde son perseguidos por los soldados, que les obligan a regresar al redil.

Las autoridades tunecinas hacen lo que pueden, pero están desbordadas por el éxodo masivo provocado por la situación de guerra que se vive en el resto del país vecino.

Además, la región cercana a la frontera de Ras Ajdir es tradicionalmente pro-Gadafi, lo que dificulta aún más el regreso a sus países de los emigrantes extranjeros.

Para salir de Libia, muchos de ellos han debido esquivar más de un control ilegal, en el que a muchos de ellos les han quitado el dinero, los móviles e incluso la comida que tenían preparada para este largo viaje de regreso a casa, aún muy lejos de aquí.

Las organizaciones internacionales están alertando de la catástrofe que se insinúa. La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) ha pedido fondos para hacer frente a la emergencia.

'La OIM necesita urgentemente donantes para financiar lo antes posible su petición inicial de 11 millones de dólares que se lanzó la semana pasada', indicó ayer el director general del organismo, William Lacy Swing, citado por la agencia Efe.

'Estamos usando nuestras reservas para proporcionar la asistencia inmediata que necesitan desesperadamente decenas de miles de emigrantes que ya han escapado de Libia o que siguen en el país pidiéndonos ayuda', agregó.

La OIM recordó a las partes en conflicto en Libia que 'no apunten a los inmigrantes que han contribuido al crecimiento y al bienestar de la economía libia' y les pidió que les dejen ir en paz.

Gran Bretaña: Rescate militar

Tres aviones de la Armada británica han logrado evacuar a 150 civiles que vivían en distintas ciudades libias, informó ayer el secretario de Defensa, Liam Fox. Asimismo, la fragata inglesa ‘HMS Cumberland' repatrió a 200 personas, 50 de ellas son británicas y el resto, de distintas nacionalidades.

Canadá: A países vecinos

El Gobierno canadiense ha conseguido evacuar a más de 230 ciudadanos de distintas nacionalidades. Varias naves aterrizaron en países aledaños y están a la espera en caso de que sea necesaria la repatriación de más personas.

China: El mayor número

Alrededor de 29.000 chinos han abandonado Libia por distintos medios, pero sólo 2.500 han regresado a su país. La mayoría se ha quedado en países vecinos, informó la agencia oficial china Xinhua. Una fragata del país asiático cruzó el canal de Suez en caso de que se necesite ayuda humanitaria.

Alemania: Empleados

200 trabajadores alemanes de la empresa Wintershall fueron evacuados el último fin de semana en dos aviones militares alemanes y uno británico. Aún quedan 100 alemanes en Libia.

Croacia: Queda la mayoría

Un barco italiano logró llevar a Malta a 28 ciudadanos croatas y un avión aterrizó en Zagreb con otro grupo. No obstante, alrededor de 125 croatas permanecen en Libia, la mayoría se congrega en tres ciudades.

Grecia: Salida por mar

Un barco griego evacuó a 390 personas, brasileños y filipinos en su mayoría, quienes se encuentran ahora en el puerto de Piraeus. Otras dos naves se llevaron a 4.000 personas, la mayoría de nacionalidad china, y desembarcaron en Creta.

India: Aún por evacuar

Al aeropuerto de Nueva Delhi llegaron 530 personas a bordo de dos aviones de Air India. El Gobierno indio ha fletado dos barcos con una capacidad para 2.800 personas. Se calcula que en Libia vivían 18.000 ciudadanos indios.

Bulgaria: Bajo control

Se espera repatriar a los 1.500 búlgaros que viven en Libia en los próximos días. Por lo pronto, dos naves ya volvieron al país balcánico desde Trípoli.

Turquia: Más de 15.000

Ankara aseguró que ha repatriado a 14.776 turcos y a 579 extranjeros. 

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