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El regreso de Saleh a Yemen atiza los temores a una escalada bélica

El presidente autócrata reaparece por sorpresa en Saná en medio de las luchas entre sus fieles y la oposición

ERIKA SALOMON

El presidente Ali Abdulá Saleh volvió este viernes a Yemen después de una ausencia de tres meses e hizo un llamamiento al fin de la violencia. Sin embargo, sus rivales temen que, con su regreso, correrá más sangre, mientras EEUU le exigió que abandonara el poder.

Saleh, que se fue a Arabia Saudí en junio para ser tratado de las quemaduras que sufrió en un intento de asesinato, pidió un alto el fuego entre sus seguidores y los opositores que llevan cinco días de luchas callejeras en la capital, Saná. Su vuelta plantea muchas preguntas sobre el futuro de este Estado dividido de la península Arábiga, que está totalmente paralizado por las protestas que empezaron en enero contra el régimen de Saleh, que lleva 33 años en el poder.

'Instamos al presidente Saleh a comenzar un traspaso de poderes y organizar elecciones presidenciales antes de fin de año', dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en Washington. 'El pueblo yemení ha sufrido bastante y merece un futuro mejor', subrayó.

Esta semana, en Saná, los enfrentamientos entre tropas leales y fuerzas opositoras a Saleh, que comenzaron hace un mes, se convirtieron en una auténtica batalla que ha costado la vida a unas cien personas. Poco después de que la televisión estatal anunciase el regreso de Saleh, se escuchaban ráfagas de ametralladoras y fuegos artificiales en las calles de Saná, mientras en el barrio de Hasaba continuaban los bombardeos. Saleh pidió el cese de las hostilidades para dar comienzo a negociaciones. 'He vuelto a mi país con la paloma de la paz y el ramo de olivo', aseguró Saleh.

Sin embargo, la oposición considera que, con su regreso, el presidente intenta preparar una escalada militar. Sus seguidores, por otra parte, se mostraban optimistas de que Saleh logre restablecer el orden en el país. 'Estoy muy emocionado', exclamó el portero Akram Al Aghbari. 'Saleh es un gran hombre y muy honrado. Estoy seguro que ha vuelto para poner fin a esta terrible espiral de violencia. Sin él, la gente aquí sólo sabe mandar con las armas'.

EEUU exige que abandone el poder para poner fin a la crisis

Sin embargo, Abdulghani Al Iryani, un analista político y cofundador del Movimiento Despertar Democrático, teme que habrá más violencia. 'Esto no promete nada bueno. Que haya regresado en este momento probablemente significa que quiere usar la violencia para solucionar la crisis. Eso es muy peligroso', estimó. 'Su gente se sentirá más fuerte y ya no estará dispuesta a hacer compromisos. Quiero decir que el proceso político está muerto'.

Miles de personas se congregaron en una manifestación pro-Saleh ondeando banderas y haciendo sonar tambores y los cláxones de sus coches. Las emisoras de radio tocaron música de celebración y en la televisión se advirtió a la gente de que no disparara al aire para no dañar a otros.

En la Plaza 70 de Saná, un lugar habitual de concentraciones de los seguidores del Gobierno, el imán se refirió a la vuelta de Saleh en la oración del viernes: 'El presidente ha vuelto, el latido del corazón de Yemen ha vuelto, la alegría ha vuelto, el amor ha vuelto, la razón ha vuelto'.

Muchos yemeníes pensaban que no volverían a ver a Saleh cuando voló a Arabia Saudí en junio para recibir tratamiento médico después de que la explosión de una bomba en su palacio le dejara con quemaduras muy graves. Antes, Saleh había aceptado participar en la mediación auspiciada por los países del Golfo con el fin de que dejara el poder. Prometió dimitir, pero en el último momento cambió de opinión. EEUU dijo este viernes que espera que Saleh firme el acuerdo de paz que ha elaborado el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

'No me puedo creer que haya vuelto. No debería haber regresado', se lamentó Yaser, un trabajador de limpieza de un hotel de la capital yemení. 'La gente común está harta de todos ellos, del Gobierno y de la oposición. ¿No ven que están llevando el país a la ruina?'.

'He vuelto a mi país con la paloma de la paz y el ramo de olivo'

Dos militantes del Congreso General del Pueblo, el partido de Saleh, rechazaron las declaraciones de la oposición, que afirmó que la vuelta del presidente significa el fin del plan de transición propuesto por el CCG, según el cual entregaría el poder de forma provisional al vicepresidente Abd Rabbu Mansur Hadi.

'La iniciativa sigue siendo válida y Hadi continuará el diálogo para crear los mecanismos vinculantes para implementar el plan del CCG', dijo Yaser Al Yamani a la cadena Al Yazira. La propuesta de los países del Golfo prevé que Saleh dimita tres meses después de firmar el acuerdo. El presidente yemení ya ha dado el visto bueno a tres borradores anteriores, pero siempre se retractó después.

Uno de los principales negociadores contó a Reuters que le sorprendió el regreso de Saleh, pero consideraba que su presencia podría facilitar las conversaciones. Arabia Saudí, el principal poder de la región, que comparte una frontera de 1.460 kilómetros con Yemen, ha tenido una influencia clave en este país desde hace décadas. Antes daba ayuda a Saleh para combatir a las células de Al Qaeda y en los últimos meses ha estado al frente de los esfuerzos diplomáticos para garantizar un traspaso pacífico del poder. Según algunos analistas, los saudíes no hubieran permitido la salida de Saleh de Riad, donde se encontraba los últimos tres meses, sin una garantía de que se puede llegar a un acuerdo.

'Estoy seguro de que habló sobre su plan de regresar en la reunión que tuvo con el rey Abdalá el lunes', opinó Ghanem Nuseibeh, analista de la consultoría Cornerstone Global de Londres. 'Los saudíes esperan que, si deja el poder, la transición a un nuevo gobernante podría servir sus intereses y evitar que se establezca una Administración antisaudí. Si no lo tuvieran claro, no le habrían dejado salir del país'.

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