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Romney espera consolidar su ventaja en el 'Super Martes'

Diez estados votan en las primarias republicanas: hay en juego 437 delegados, de los 1.144 necesarios para llevarse la nominación

ISABEL PIQUER

El Super Martes ya está aquí. El día que en que diez estados votan en las primarias republicanas, la fecha que debía marcar el fin de un proceso que sólo lleva dos meses y que amenaza con alargarse hasta el verano. En juego están 437 delegados, de los 1.144 necesarios para llevarse la nominación. Mitt Romney, que sigue siendo el favorito, espera que esta etapa le ayude a distanciarse de su principal rival, el ultraconservador Rick Santorum.

Ohio es la pieza más importante, no sólo por sus 66 delegados; es un estado del medio Oeste, donde suelen jugarse las elecciones, un estado 'veleta' que en las presidenciales puede decantarse por un partido u otro. Con una población que en Estados Unidos califican de obrera, blue collar (el 80% de los matrimonios ganan menos de 100.000 dólares al año) Ohio debería votar por Romney pero podría decantarse por Santorum, que ha hecho de sus orígenes humildes (pese a ganar un millón de dólares al año) uno de los grandes temas de su campaña.

Los últimos sondeos dan a Romney una ligera ventaja en Ohio. Según una encuesta de la universidad de Quinnipiac, el ex gobernador de Massachusetts aventaja a Santorum por unos pocos puntos, 34% frente al 31%. Hace una semana, Santorum iba por delante, con 36% de las intenciones de voto.

'En todas las etapas hemos quedado primeros o segundo y eso va a ser bueno para nosotros en el Super Martes', decía Santorum a sus simpatizantes de Tennessee el pasado fin de semana. Romney ha seguido insistiendo en su experiencia económica como empresario para convencer al electorado. 'Sé de economía, me he pasado la vida en la economía real, entiendo como los puestos de trabajo van y vienen. Otras personas en esta contienda hablan de economía pero sólo lo han hecho en subcomités' en el Congreso, aseguraba el candidato en Ohio, el lunes.

Solo 345 delegados se han repartido hasta ahora. Y las primarias van a a tardar todavía un rato. Hace cuatro años, por estas fechas, John McCain ya tenía asegurada la nominación. Pero el partido republicano decidió cambiar las normas y en vez de entregar todos los delegados de un estado al ganador de la primaria correspondiente, decidió repartirlos proporcionalmente.

El pasado 28 de febrero Romney ganó en Michigan pero sólo se llevó 16 delegados; Santorum, con unos puntos de diferencia, consiguió 14. Es la razón principal por la que candidatos como el congresista por Texas Ron Paul, que normalmente ya deberían haber desistido, siguen en la brecha: esperan llegar a la convención de Tampa con votos que negociar.

La cúpula cambió el sistema pensando que unas primarias tan intensas como las que opusieron a Barack Obama y Hillary Clinton en 2008 movilizarían a la base. No ha sido exactamente así. El largo proceso ha puesto de manifiesto las serias dudas de los ultraconservadores con la candidatura de Romney.

El otro estado importante del Super Martes es Oklahoma (43 delegados), uno de los estado más republicanos de Estados Unidos, donde Santorum tiene una clara ventaja. En Tennessee (58 delegados), donde 70% de los electores acuden a la iglesia todas las semanas, el candidato ultra conservador también debería sacar buenos resultados. Georgia (76 delegados) es el estado de Newt Gingrich (fue representante de los suburbios de Atlanta durante 20 años), que estas últimas semanas parecía haber desaparecido y que debería ganar sin problemas, de lo contrario puede dar por muerta su candidatura.

Romney no debería tener problema, en Massachusetts, donde fue gobernador, Vermont, y Virginia (49 delegados) el suburbio de Washington. Idaho, Dakota del Norte y Alaska, celebran caucus (asambleas populares) donde el candidato marginal, Ron Paul, espera hacerse un hueco y mantener su campaña.

Todavía muchos no pueden entender como Rick Santorum, que perdió su reelección como senador de Pensilvania por 18 puntos en 2006 y que sólo ha recaudado unos siete millones de dólares (comparados con los más de 63 millones de Romney) puede seguir en la carrera.

Estos últimos días, los jerifaltes del partido republicano, preocupados por la ascensión del candidato ultra conservador que podría alienar a los votantes moderados, han acudido al rescate de Romney, dándole su apoyo, como el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, o la propia Bárbara Bush que en un mensaje telefónico promovido por la campaña, asegura 'conocer a los Romneys desde hace años' y creer que 'Mitt es lapersona más indicada para liderar el país durante los próximos cuatro años'.

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