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"Santos se ha alejado mucho de la extrema derecha uribista"

Entrevista a Patricia Lara Salive

MAR CENTENERA

Colombia parece estar despertando de una larga pesadilla' y acercándose, pasito a pasito, a una paz que el país anhela desde hace décadas. Así lo cree la veterana periodista Patricia Lara Salive (Bogotá, 1951), que la semana pasada visitó Madrid para presentar en la Casa América la versión teatral de Mujeres en guerra, libro poliédrico que fue galardonado en el año 2000 con el Premio Planeta de Periodismo.

La reciente aprobación de la Ley de Víctimas y Tierras ha marcado un hito en Colombia. ¿Qué impacto está teniendo?

«Despenalizar la droga es la salida para poner fin al narcotráfico»

Es casi un milagro que se haya podido aprobar, creíamos que no lo veríamos. El presidente [Juan Manuel] Santos la presentó personalmente en el Congreso y dijo: El reto ahora es cumplirla en beneficio de nuestras víctimas, si sólo hacemos eso, habrá valido la pena para mí ser presidente'. Estoy de acuerdo con él, el desafío es llevarla a la práctica. Si se logra, será una revolución.

¿Qué trabas puede encontrar la Ley?

Los intereses de todos los que se han beneficiado del desplazamiento forzoso, del robo de siete millones de hectáreas. Guerrilleros, paramilitares, empresarios, políticos corruptos...

«Las mujeres deben posicionarse de forma beligerante contra la guerra»

Parecía que Santos iba a continuar la política de Álvaro Uribe. ¿Por qué no ha sido así?

Santos se ha alejado mucho de la extrema derecha uribista, lo que ha sido una sorpresa para muchos. Pero si uno mira hacia atrás, hay dos o tres cosas que demuestran que no ha sido un cambio tan inesperado. En los noventa, suscribió la tercera vía de Tony Blair; después, como ministro de Defensa, fue el que más duro dio a la guerrilla, pero también destituyó de forma inmediata a 20 militares de alto rango cuando estalló el escándalo de los falsos positivos. Por último, Human RightsWatch ya había señalado que había diferencias en el respeto a los derechos humanos entre Uribe y Santos. De hecho, creo que, como le dije al presidente, como buen militar, obedecía a su superior, pero ahora que ha llegado a general, el que manda es él.

¿Cree que la Ley de Víctimas y Tierras es un paso previo a la firma de la paz?

«Mientras exista la guerrilla, no habrá un Gobierno progresista»

Sí. Creo que Santos acabará su mandato firmando la paz. La guerrilla tiene la convicción de que no van a ganar la guerra: van huyendo, moviéndose de un lugar a otro. Además, está la situación de América Latina, donde la mayoría de países tiene ahora gobiernos de izquierdas. Eso debería hacer reflexionar a la guerrilla, porque el camino de la lucha armada, por el que optaron muchos países latinoamericanos en los setenta y los ochenta, está cerrado.

¿Puede surgir un gobierno de izquierdas también en Colombia?

Mientras la guerrilla exista, no es posible que en Colombia haya un gobierno de izquierdas. Si eso cambia, sí, quiero creer que sí.

Un grupo de notables, entre los que hay varios expresidentes latinoamericanos, instó a principios de junio a la despenalización de las drogas para frenar la violencia del narcotráfico. ¿Está de acuerdo?

Sí, creo que es la única salida. Hay que hacer campañas de salud pública para prevenir, hay que educar a los jóvenes, pero no se puede seguir así, no ha funcionado. No creo que porque una droga sea ilegal, sea más difícil de conseguir, a mis hijos y a sus amigos se las ofrecen todo el tiempo. Y, en cambio, al ser ilegales, son un gran negocio, la gente está dispuesta a correr muchos riesgos para lucrarse y son el combustible fundamental de la guerrilla. Con el dinero del narcotráfico, la guerrilla compra armas y así, da igual aunque el mundo entero le dé la espalda, no necesita apoyos externos, a diferencia de lo que ocurría con las guerri-llas centroamericanas.

Las mujeres que entrevista en el libro tienen puntos de vista muy diferentes, pero coinciden en el rechazo a las armas. ¿Qué papel deben desempeñar para poner fin al conflicto?

Creo que deben descalificar rotundamente la guerra, posicionarse de forma beligerante contra las armas. Y negarse a aceptar dinero que les ofrezcan sus hijos o maridos conseguido por asesinatos o el narcotráfico.

¿Qué otros problemas debe combatir Colombia?

Lo más importante es combatir la pobreza y la desigualdad, porque también generan violencia. Y plantar cara a la corrupción, ya que el propósito de construir una Colombia más justa puede quedar hecho añicos por los corruptos.

¿Afecta la corrupción al sistema judicial?

Hay fallos en el sistema judicial, pero en el Gobierno pasado se demostró que hay jueces independientes. De hecho, llegó a haber buena parte del Congreso implicado en la parapolítica y la mayoría eran uribistas. Ahí la Justicia funcionó.

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