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Sarkozy se confía a un gran rival interno

El ex primer ministro Alain Juppé vuelve al Ejecutivo como titular de Defensa

A. PÉREZ

El diario conservador Le Figaro, que tiene línea directa con el presidente francés, saludó el sábado el nuevo Ejecutivo con un sonoro titular, 'Sarkozy elabora su Gobierno de combate', y un artículo para acreditar la idea de que es un Gabinete de 'profesionales'.

Esas frases traducen en realidad el intento de Nicolas Sarkozy de llegar a las elecciones presidenciales y legislativas de 2012 teniendo bajo su mano a la vieja guardia, especialmente al dinosaurio político Alain Juppé.

Con las intensas y larguísimas transacciones que han precedido a este Gobierno, Sarkozy ha enterrado la que había sido alquimia inicial de 'ruptura' de su mandato, en 2007. Se trató entonces de reunir en un mismo equipo a gente del centro-izquierda más blando y de la derecha dura más próxima a los ultras, poniendo además algunos adornos en las personas de Rachida Dati, Rama Yade y Fadela Amara, mujeres jóvenes de origen africano.

El nuevo Gobierno ofrece un perfil de derecha clásica con fachada de unidad para ganar futuras elecciones. Juppé, primer ministro entre 1995 y 1997, es una figura tutelar de la derecha desde hace 20 años, y ocupará la cartera de Defensa. Fuera del Gobierno, llevaba meses castigando a Sarkozy con frases asesinas a cada paso en falso del presidente. Ahora no podrá hacerlo.

El regreso a un Gobierno de perfil clásico también tiene su ilustración en un nombre que se descuelga. El otrora estelar ministro de Ecología, el centrista Jean-Louis Borloo, al ver el perfil que el nuevo equipo iba cobrando, prefirió ir negociando posiciones inaceptables para Sarkozy antes que quedarse en el Ejecutivo.

Ahora, fuera ya del Gabinete, amenaza con convertirse en una pesadilla. Ha sugerido que podría maniobrar para abrir una brecha, crear un nuevo grupo parlamentario de centro y presentarse por libre como candidato presidencial en 2012.

Completan el dispositivo de prietas las filas la entrada en el nuevo Gobierno de dos fieles entre los fieles. Se trata del ultra Thierry Mariani y de un individuo cuya incompetencia es comentada en todos los círculos de París: Frédéric Lefebvre, al que, de forma muy elocuente, se le apoda el pitbull de Sarkozy.

 

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