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Sarkozy invita a Luxemburgo a "quedarse" con los gitanos

Por su parte, Rumanía está 'satisfecha' con la respuesta de la UE ante la actuación del presidente francés.

DANIEL BASTEIRO

El presidente de Rumanía, Traian Basescu, reconoce estar 'satisfecho' por la respuesta dada hoy en la cumbre de líderes de la UE a las controvertidas expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros de Francia y por la investigación que realiza la Comisión Europea (CE) al respecto.

Basescu, en una rueda de prensa tras la cumbre, ha elogiado que los 27 países miembros de la UE hayan concluido que existe un 'consenso sobre la necesidad' de que la CE proponga un proyecto de estrategia de integración para los gitanos a nivel comunitario.

El presidente rumano ha señalado que esa estrategia europea para la romaníes debe pasar porque los fondos europeos de integración los gestionen los propios Estados miembros en lugar de las ONG´s. 'No necesitamos más dinero, pero sí que el que se da se invierta de forma más inteligente', ha apuntado.

El Gobierno del presidente francés Nicolas Sarkozy se empleó a fondo ayer para atacar, por todos los flancos posibles, a la CE y su anuncio de un expediente por las expulsiones de cientos de ciudadanos gitanos. París no respondió a las acusaciones del Ejecutivo comunitario, que amenaza con llevar ante la Justicia europea las deportaciones al considerarlas una operación contra la etnia. Pero Sarkozy invitó a Luxemburgo, el país de origen de la vicepresidenta de la Comisión y titular de Justicia, Viviane Reding, a 'quedarse' con los gitanos que su Gobierno expulse.

En una comida con senadores de su formación política, la Unión para un Movimiento Popular (UMP), el presidente francés dijo que estaba aplicando 'los reglamentos europeos y las leyes francesas, y que no había nada que reprochar a Francia, pero que si los luxemburgueses querían quedárselos que no habría ningún problema', según el relato de uno de los senadores presentes, Bruno Sido.

El Gobierno francés se dice ofendido por la comparación con el régimen de Vichy

Bruselas defendió ayer a su comisaria, que se sintió traicionada al enterarse por la prensa de que una circular del Gobierno francés daba prioridad al desmantelamiento de campamentos gitanos y lamentaba que Europa pudiera asistir a deportaciones similares a las de la II Guerra Mundial. Pero, por la noche, Reding se disculpó ante Francia; el Elíseo mandó un comunicado en el que asegura que 'ha tomado nota' de sus excusas 'por sus palabras insultantes'.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, aseguró que Reding tiene 'el apoyo de todo el colegio [de comisarios europeos]'. Advirtió de que su institución 'hará todo lo que sea necesario' para garantizar 'un principio básico de la Unión Europea: la prohibición de la discriminación basada en el origen étnico'. Barroso se había desmarcado del comentario de la comisaria: 'La vicepresidenta Reding no quería establecer ningún paralelismo' y se dejó llevar por 'el calor del momento'.

La referencia de Reding había causado ira en París. 'Como hijo de alguien que luchó por la Francia Libre no puedo permitir a la señora Reding que diga que la Francia actual se parece a la de Vichy, no se puede hablar de II Guerra Mundial', aseguró el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Pierre Lellou-che, calificando lo ocurridode 'patinazo'.

El internamiento de los 'nómadas' en Francia lo decretó Lebrun en 1940

Sin embargo, fue con un Gobierno democrático, de centroderecha y antes de la capitulación de Francia ante el nazismo, cuando comenzaron las deportaciones, recordó ayer la asociación Voixdes Roms. 'Fue precisamente Albert Lebrun, presidente de la Tercera República, quien firmó el decreto ley del 6 de abril de 1940 decidiendo el internamiento de los 'nómadas' en la Francia Metropolitana', recordó el colectivo en un comunicado.

Lellouche, que criticó la 'pasión' de Reding, advirtió de que 'un billete de avión para un país de origen de la UE no es un tren de la muerte, no son las cámaras de gas'. Por su parte, la portavoz de la UMP, Chantal Brunel, recordó que 'Francia es una nación soberana que no tiene que recibir ninguna lección moral de una comisaria que, según creo, representa a 350.000 habitantes'. Los comentarios de la derecha francesa llevaron al ministro de Asuntos Exteriores luxemburgués a criticar la 'malicia' de Sarkozy y los comentarios contra Reding, recordando que los comisarios no representan a su país.

La posición de la Comisión es vista con buenos ojos por la Eurocámara y el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU, que en las últimas semanas han emitido resoluciones con argumentos muy parecidos. La circular francesa del 5 de agosto en la que se aludía al desmantelamiento de campos, 'en especial' los poblados por gitanos, ha unido además a las ONG y a la izquierda francesa, que considera 'abominable' la estrategia de Sarkozy contra la delincuencia, subrayó la líder socialista, Martine Aubry.

La Comisión se ha dado dos semanas para acabar de reunir documentos y preparar su expediente contra el Gobierno francés, pero la decisión depende del conjunto de los comisarios, entre los que se encuentra el francés Michel Barnier, leal a Sarkozy, y el italiano Antonio Tajani, que probablemente defenderá unas deportaciones que tienen un claro precedente discriminatorio en los censos de gitanos iniciados por Silvio Berlusconi.

Sarkozy, el primer ministro François Fillon y Bernard Kouchner, ministro de Exteriores, estarán hoy en Bruselas para una cumbre en la que, a pesar de no estar en el orden del día, el trato a los ciudadanos gitanos en Francia protagonizará todas las conversaciones.

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