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Sarkozy mantiene el retraso de la edad de jubilación pese a las manifestaciones

El jefe del Estado indicó que no variará este punto de su plan, que considera 'el más razonable' para garantizar el futuro del sistema de pensiones

EFE

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció hoy que mantiene la base de su programa de reforma de las pensiones, en particular el retraso a 62 años de la edad mínima de jubilación, pese a las masivas manifestaciones de ayer contra este plan. El jefe del Estado indicó en un comunicado que no se plantea rectificar este punto de su plan, que considera 'el más razonable' para garantizar el futuro del sistema de pensiones.

Sin embargo, el presidente francés indicó que ha pedido que se suavice algo la reforma en lo que se refiere a las carreras largas, a los trabajos particularmente duros y a las personas que han cotizado en diferentes regímenes. Sarkozy aseguró que está 'atento' a las preocupaciones de los manifestantes que ayer ocuparon las calles de las principales ciudades del país, llamados a una huelga general por las organizaciones sindicales.

Los sindicatos aseguraron que dos millones y medio de personas se manifestaron en todo el país, una cifra que la policía situó en poco más de un millón. En cualquier caso, se trata de un número mayor de manifestantes que los que salieron a la calle el pasado 24 de junio, en la anterior jornada de protesta contra la reforma de las pensiones. El presidente dijo entender 'las inquietudes y la movilización' ante 'una reforma esencial', pero señaló que su 'responsabilidad' es llevar a cabo la reforma de las pensiones porque no puede 'ignorar las dificultades' o dejar que sea su sucesor el que deba ocuparse.

Sarkozy comentó que la solución de alargar 'un poco' la vida laboral de los franceses es mejor que la de bajar las pensiones o la de aumentar los impuestos, y recordó que 'los demás países también la han elegido'. Aunque mantendrá el núcleo de su reforma, el presidente se muestra partidario de hacer concesiones en algunos puntos. En primer lugar, en lo que se refiere a las carreras largas, aquellos que entraron en el mercado laboral antes de los 18 años y que cotizaron los años necesarios para jubilarse podrán hacerlo a los 60 años.

Esa modificación tendrá un coste de 350 millones de euros para el régimen de pensiones, indicó. También se muestra partidario de suavizar la reforma para los trabajos de particular dureza. En este sentido, señaló que la agricultura será considerada en este capítulo, lo que no estaba inicialmente previsto. Además, aseguró que se rebajará la tasa de incapacidad para acceder a la jubilación a los 60 años. Prevista inicialmente en el 20% se situará en el 10%.

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