El Senado italiano ha aprobado esta mañana la ley de estabilidad -o los presupuestos anticrisis para 2012- y las enmiendas introducidas por el Gobierno como respuesta a las reformas exigidas por Bruselas para equilibrar la economía. Se trata del primer paso para cerrar la era Silvio Berlusconi, en un momento en que todo trata de cuadrarse para que el economista Mario Monti sea nombrado primer ministro el próximo lunes.

La Cámara Alta ha acelerado al máximo la aprobación de las reformas para terminar con el momento de incertidumbre abierto tras el anuncio de dimisión de Il Cavaliere el pasado martes tras perder la mayoría en el Parlamento. La votación se cerró con 156votos a favor, 12 en contra y una abstención.

El Partido Democrático y el Terzo Polo (Futuro y Libertad, Unión de Centro y Alianza por Italia) siguiendo con la estrategia que el martes puso en evidencia el fin del Ejecutivo Berlusconi, han decidido no votar. Vuelve a ser un gesto simbólico destinado a mostrar los números del Gobierno en el Senado y que permitirá la aprobación de la ley por la vía rápida. 

El martes, durante la votación en el Parlamento de las cuentas del Estado 2010, la oposición y varios diputados de la coalición gubernamental se abstuvieron, lo que no impidió aprobarlas porque la reglamentación de esa Cámara establece que aunque las abstenciones sean más altas que los votos favorables la ley en discusión pasa. En esta ocasión no podrán hacerlo ya que el número de votos favorables es el que prima y de ahí que hayan decidido no participar.

Monti acudió al Senado por primera vez y fue reconocido oficialmente como senador vitalicio, después de su designación por el presidente de la República, Giorgio Napolitano, el pasado miércoles. Napolitano se ha convertido en su máximo valedor para guiar el Gobierno y ante los constantes mensajes de Berlusconi para el adelanto de elecciones decidió poner fin a la especulación y dar este paso como seal inequívoca de sus intenciones.

El excomisario europeo fue recibido con una ovación por sus nuevos compañeros y la senadora del Partido Radical, Emma Bonino, le dio un fuerte abrazo que ha sido inmortalizado por todos los medios. Ambos compartieron experiencia en Bruselas y les une una buena amistad.

Después, Monti se dirigió al Palacio del Quirinal a ver a Napolitano, con quien ha comenzado a trabajar ya en la formación del nuevo Ejecutivo. Se discute sobre el perfil, más técnico, con economistas y personas de confianza de Monti; o uno más político, con muchos exponentes de los partidos.