Las autoridades italianas han puesto punto final a la búsqueda de desaparecidos en la parte sumergida del crucero Costa Concordia, que permanece encallado frente a la isla italiana de Giglio desde que naufragara el pasado 13 de enero. Según Franco Gabrielli, el responsable de gestionar el estado de emergencia en la zona, la decisión se debe “a que cada vez son peores las condiciones operativas de seguridad”.

En total son 15 las personas que siguen desaparecidas y el hecho de que Gabrielli comunicara la decisión personalmente a las familias y a las embajadas supone el primer paso oficial para darlos por muertos, algo que hasta ahora nadie se había atrevido a hacer.

Los miembros del equipo de salvamento seguirán inspeccionando durante los próximos días las partes del barco que no están hundidas, mientras que los buzos se concentrarán ahora en rastrear un área de 18 kilómetros cuadrados alrededor del casco por si hubiera cadáveres en el fondo del mar.

Gabrielli ha confirmado que la extracción de las 2.380 toneladas de combustible y del resto de los productos contaminantes que hay en el interior del Concordia empezará mañana, después de dos semanas de continuos retrasos.

En lo que refiere a la investigación sobre las causas del naufragio, no ha habido novedad en los últimos días. La caja negra no se abrirá hasta el 3 de marzo y el capitán, Francesco Schettino, y su primero de a bordo, Ciro Ambrosio, siguen siendo las dos únicas personas sospechosas.

Aunque este martes, un grupo de afectados solicitó por medio de sus abogados a la Fiscalía de Grosseto que “valore la posibilidad” de incluir en el registro depersonas investigadas a los dirigentes de Costa Crociere, el armador del barco.