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Tiroteo en Maryland Jarrod Ramos: el acosador que mató a cinco periodistas en Maryland

El presunto tirador del 'Capital Gazette' había amenazado al medio estadounidense por haber publicado informaciones en 2011 en las que se desvelaba que había acosado a mujeres a través de las redes sociales.

Jarrod Ramos, el principal sospechoso de la matanza en un periódico local de Maryland en el que han muerto cinco periodistas./REUTERS

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Otro ataque armado en EEUU. De nuevo, muertos inocentes por, entre otras razones, el fácil acceso a las armas de fuego que hay en el país norteamericano. Este jueves, saltaba la noticia -primero en los medios locales de Maryland y luego en todo el ámbito internacional- de que se había producido un tiroteo en la redacción del pequeño diario Capital Gazette.

Del "varios heridos", las informaciones pasaron al "por el momento no hay víctimas mortales" y, finalmente, terminaron de confirmar la desgracia: "Cinco personas mueren en un tiroteo".

Tal y como informaron las autoridades estadounidenses, se detuvo a un primer sospechoso, quién posteriormente se confirmó como el presunto autor del asesinato múltiple: Jarrod Ramos, de 38 años. Con un nombre atado, las primeras investigaciones que se planteaban entre los medios de comunicación internacionales y las propias instituciones norteamericanas trataban de responder la motivación del crimen.

La "venganza". Esa es la punta del iceberg que movió las actuaciones del presunto tirador de Maryland, pero detrás de ello hay mucho más. Ramos tenía un historial de amenazas al medio de comunicación, fundamentado en la publicación de informaciones que le relacionaban con un caso de acoso sexual a mujeres por Internet.

En 2011 una columna del Capital Gazette detallaba como Ramos comenzó a acosar a una excompañera de instituto desde 2011 a través de Facebook. Según informaba el diario norteamericano, comenzó a mandar mensajes a través de las redes a la mujer, que intentó pararle los pies en los tribunales.

Provocó que la joven fuera sancionada en su empleo después de efectuar llamadas a sus jefes para pedir que fuera despedida

"Traté de alejarme de eso, y él comenzó a enojarse y hacerse vulgar hasta el punto en que tuve que decirle que se detuviera", explicaba la joven al juez, según informa The New York Times.

Después de que le dijera que no contactase más con ella, el hombre intensificó el acoso, enviando e-mails perturbadores en los que le aconsejaba que se quitase la vida y se "ahorcase". Incluso llego a provocar que fuera sancionada en su empleo, después de efectuar llamadas a sus jefes para pedir su despido.

Finalmente un juez dictó sentencia de 90 días de cárcel contra el Sr. Ramos. Una condena que fue interrumpida cuando se le concedió la condicional a cambio de que no se volviera a acercar a la joven y se sometiera a terapia.

Poco tiempo después, el Capital  publicó una información que recogía el historial de acoso de Ramos, a lo que este decidió responder con una demanda por difamación que perdió en los tribunales, ya que el diario aportó pruebas suficientes que acreditaban la veracidad de las informaciones.  Aunque Ramos presentó varios recursos a la decisión de la Justicia, en 2015 una corte de apelaciones confirmó la desestimación de la demanda, alegando que Ramos mostró poco conocimiento de la ley de difamación.

Una de las publicaciones de 'The Capital Gazette' el día después del asesinato de cinco de sus periodistas en un ataque a mano armada a la redacción./REUTERS

Una de las publicaciones de 'The Capital Gazette' el día después del asesinato de cinco de sus periodistas en un ataque a mano armada a la redacción./REUTERS

Mensajes contra el periódico y sus trabajadores

Desde que el Capital Gazette publicó la información, el acosador comenzó a escribir algunos mensajes en Twitter con la cuenta @EricHartleyFrnd (hoy se encuentra suspendida) en los que cargaba contra el periódico y contra los miembros de la redacción.

Tom Marquardt: "Dije en un momento a mis abogados que este era un tipo que iba a venir y dispararnos"

El propio ex editor ejecutivo del Capital, Tom Marquardt, dijo el jueves por la noche, tras el ataque, que llegó a pensar que en algún momento el Sr.Ramos recurriera a la violencia física contra el diario.

"Dije en un momento a mis abogados que este era un tipo que iba a venir y dispararnos", dijo Marquardt. "Me preocupaba en mi nombre y en nombre de mi personal que iba a tomar más que acciones legales".

La cuenta permaneció en silencio, sin apenas actividad, desde 2016. Sin embargo, este mismo jueves, el día que presuntamente cometió el crimen, volvió a tuitear mensajes en los que atacaba verbalmente al medio de comunicación.

El odio se fue apoderando de Ramos, que por lo que parece, planificó de forma meditada perpetuar un ataque en el que han muerto cuatro periodistas y un agente de ventas (Gerald Fischman, Robert Hiaasen, John McNamara, Rebecca Smith y Wendi Winters) y han resultado heridas varias personas.

Un nuevo ataque que, más allá del historial acosador del presunto autor, vuelve a poner encima de la mesa el debate del acceso a las armas en EEUU.

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