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La tripulación se amotinó para evacuar a los pasajeros del crucero

El Ejército usa explosivos para abir nuevas vías de acceso al Costa Concordia. Schettino es interrogado por el juez

DANIEL DEL PINO

Los equipos de rescate que están trabajando en el crucero Costa Concordia, naufragado el pasado viernes frente a la isla italiana de Giglio, en aguas del Tirreno, localizaron esta tarde los cuerpos sin vida de otras personas, lo que hace que la cifra de muertos en el accidente aumente hasta 12. 

A primera hora de la mañana se informó de la existencia de un séptimo cuerpo, que no pudo ser extraído hasta cerca de las dos de la tarde. Los trabajos han continuado durante todo el martes. Varias unidades del Ejército colocaron cuatro cargas explosivas en la quilla de la nave para abrir nuevas vías de acceso y facilitar el trabajo de los buzos que continúan con las operaciones de rescate. En total, tras una nueva revisión de la lista, son 29 las personas desaparecidas.  

Mientras el Gobierno italiano decide cuándo decretar el estado de emergencia en la zona, por el grave riesgo de que haya un vertido de fuel del barco, el ministro del Medioambiente, Corrado Clini, dijo esta mañana en Canale 5 que 'considerando el número de desaparecidos no debemos excluir que aún podamos encontrar a más gente con vida, aunque hay que darse prisa'.

'Los buzos están haciendo un trabajo muy arriesgado, operando en condiciones muy difíciles, pero necesarias para tratar de recuperar los cuerpos de más víctimas. En cualquier caso, ahora la prioridad es salvar el mayor número de vidas'.

El Costa Concordia tiene 2.380 toneladas de gasóleo en su interior y otras 50 de aceites. Ayer comenzaron a verse pequeñas manchas de 'combustible ligero' entorno al casco, por lo que se ha comenzado a colocar una barrera protectora de 900 metros de altura. Mañana está previsto también que los técnicos del ministerio de Medioambiente coloquen paneles protectores en las rocas del litoral de Giglio.

'¿Capitán, qué hacemos? Pero, él no respondía, estaba siempre hablando por teléfono'. Este es el testimonio del oficial del Costa Concordia Alessandro di Lena, que además viene reforzado por las declaraciones de otros tres miembro de la tripulación del crucero. Justo después del momento del accidente, el capitán de la nave de Costa Crociere, Francesco Schettino, se agarró al teléfono buscando consejo en lugar de organizar las tareas de evacuación.

En concreto, según la reconstrucción que hacen hoy los medios italianos, Schettino contactó con Roberto Ferrarini, responsable de la unidad de crisis de la naviera Costa Crociere. 'Schettino llamó por lo menos tres veces, quizá cuatro a Ferrarini, con quien estuvo hablando durante mucho tiempo', dijo Di Lena.

Desde el armador no lo niegan, según lo que dijeron al diario La Repubblica: 'Es cierto, Schettino llamó a Ferrarini por primera vez a las 22.05 -el golpe contra el escollo se registró a las 21.43 horas del viernes- y después de esa comunicación se activaron los procedimientos de emergencia'.

Lo extraño es que la evacuación se ordenó a las 22.58 horas según los datos que maneja la Fiscalía de Grosseto después de analizar la caja negra, y no fue Schettino el que la dio, sino la Guardia Costera de Livorno, que a su vez había sido informada de lo que estaba pasando dentro del barco por la hija de una de las pasajeras, nunca por el mando, que hasta ese momento solo hablaba de 'fallo técnico'.

Los oficiales del barco se dieron cuenta de que en ese momento Schettino no iba a tomar una decisión, así que fue Roberto Bosio, comandante de segunda, el que empezó la evacuación sin tener la orden del capitán y fue seguido de otros Es decir, un motín en toda regla.

Varios oficiales organizaron por su cuenta la evacuación de los pasajeros 'Durante los primeros cuarenta minutos después del impacto, la nave estaba completamente parada. Podríamos haber salido en los botes salvavida con los pasajeros. Habríamos llegado a tierra sin mojarnos si quiera los pies', dijo Di Lena.

No queda claro lo que sucedió a continuación, Schettino tendrá que explicárselo esta mañana en Grosseto al juez para la investigación preliminar que lo interroga desde las 11.00 horas.

Sin embargo, las conversaciones publicadas por Il Fatto Quotidiano anoche, dejan ver que el capitán decidió abandonar el barco por su cuenta y que nunca tuvo intención de volver. La Fiscalía cree que sí quería hacerlo, pero sólo para recuperar la caja negra del Costa Concordia y destruir las pruebas.

Esta mañana Il Corriere della Sera ha publicado el audio de algunas de esas comunicaciones.

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