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Las tropas de Al Asad reconquistan al ISIS la histórica ciudad de Palmira

A falta de confirmación oficial, la UNESCO se felicita por su recuperación de manos de los yihadistas que la estaban dinamitando. En la ofensiva, aún por concluir, ha muerto un oficial ruso. No hay cifras definitivas de fallecidos en combate

Columnas y el antiguo Templo de Bel, en la ciudad milenaria siria de Palmira, en una imagen de 2009. REUTERS/Gustau Nacarino

AGENCIAS

BEIRUT.- El Ejército sirio ha entrado este jueves en la ciudad de Palmira, donde se enfrenta al grupo terrorista Estado Islámico (EI) en medio de una gran ofensiva para arrebatar el control de esta población monumental a los radicales.

El gobernador de la provincia central de Homs, Talal al Barazi, dijo a Efe por teléfono que los soldados irrumpieron en barrios del sur de la localidad desde donde tratan de avanzar hacia el centro.

"Las Fuerzas Armadas han lanzado un ataque desde tres lados -el noroeste, el oeste y suroeste- después de progresar por las afueras de Palmira, donde se han hecho con el dominio de varios montes", apuntó el responsable político.

Aunque no hay confirmación oficial por parte del régimen sirio, la  directora general de la UNESCO, Irina Bokova, se ha felicitado hace pocas horas por la "liberación" del enclave arqueológico de Palmira.

"La UNESCO está preparada para ir rápidamente hasta allí junto a responsables sirios de antigüedades, en cuando las condiciones de seguridad lo permitan, en una misión de evaluación de los daños y de protección del patrimonio inestimable de la ciudad", subrayó.

La máxima representante de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) destacó que "desde hace un año, el saqueo de Palmira es símbolo de la limpieza cultural que arrasa a Oriente Medio".

En su opinión, la destrucción de los templos grecorromanos de Bel y de Baal Shamin, de las torres funerarias y del Arco de Triunfo "son pérdidas inmensas para el pueblo sirio y para el mundo".

Bokova recordó que la destrucción deliberada del patrimonio es "un crimen de guerra", y avanzó que su organización se volcará en documentar esos daños para que "no queden impunes".

Muere un oficial ruso en la operación

Durante la operación militar ha perdido la vida un oficial de las fuerzas especiales rusas, informó un portavoz de la base rusa de Jmeimim, en la provincia siria de Latakia.

"En las inmediaciones de Tadmor (Palmira, provincia de Homs) durante una misión para dirigir los bombardeos de la aviación rusa contra los objetivos del Estado Islámico murió un oficial de operaciones especiales", dijo el portavoz a medios locales. "El militar murió heroicamente al atraer el fuego enemigo cuando fue localizado y se vio rodeado", agregó.

Aunque hasta ahora se pensaba que Rusia no había desplegado tropas más allá de la base de Jmeimim y del puerto de Tartus, el comandante de las fuerzas rusas en Siria, Alexandr Dvórnikov, admitió recientemente la presencia de fuerzas especiales sobre el terreno.

"Si Dios quiere, mañana o
el sábado podremos
anunciar que Palmira es
una ciudad liberada"

Esos efectivos militares se dedicarían a informar a la aviación rusa sobre las coordenadas de los objetivos enemigos y a cumplir otras tareas especiales.

Éste es el quinto soldado ruso que muere en acto de servicio en Siria y el primero desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenara hace una semana retirar el grueso de las tropas rusas desplegadas en el país árabe desde finales de septiembre.

Moscú únicamente reconoció oficialmente dos bajas durante los casi seis meses de presencia en Siria, uno de los pilotos del bombardero Su-24 derribado por Turquía en noviembre y que fue abatido por unos guerrilleros cuando descendía en paracaídas, y un miembro de los equipos de rescate que acudieron en su ayuda.

Además, la pasada semana durante una ceremonia de entrega de medallas en el Kremlin Putin mencionó los nombres de otros dos militares, uno de los cuales sería un oficial de aviación y otro un instructor militar, aunque se desconoce en qué circunstancias perdieron la vida

La televisión oficial siria afirmó que unidades castrenses habían retomado el hotel Dedeman y la rotonda de Al Zira, en la entrada suroccidental de Palmira, así como el monte de Al Tar, en las afueras, y la carretera que une esta urbe con Damasco.

La ofensiva continúa

En paralelo, ingenieros del Ejército trabajan en el extrarradio para desactivar artefactos explosivos colocados por los extremistas para impedir el avance de sus enemigos.

Esto no ha impedido que un coche bomba de los radicales estallara en la zona de Wadi al Qabur, al noroeste de Palmira, y causara la muerte de varios efectivos gubernamentales, señaló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG añadió que desde la jornada de ayer al menos cuarenta combatientes del EI y nueve miembros de las fuerzas prorrégimen han perdido la vida en los enfrentamientos en esa área.

"Si Dios quiere, mañana o el sábado podremos anunciar que Palmira es una ciudad liberada", auguró Al Barazi, quien destacó que todo está preparado para que una vez se restablezca la seguridad comiencen los trabajos de reparación de edificios y de la red eléctrica y del agua.

Según el gobernador, numerosos yihadistas han huido en varios convoyes de la ciudad ante el avance de las Fuerzas Armadas.

En cuanto a la población civil, "apenas quedan ciudadanos en Palmira, porque la mayoría se ha marchado", subrayó Al Barazi.

A este respecto, el activista Abul Mayed al Tadmuri reveló a Efe por internet que "hasta ayer quedaban unas 5.000 personas, hoy no queda nadie".

El EI, con la ayuda de los vecinos, ha sacado a los habitantes en varios vehículos que los han trasladado a Al Raqa, bastión principal de los radicales en Siria, y a áreas seguras del desierto, detalló este miembro de la Coordinadora de la Revolución en la Ciudad de Palmira, una organización de activistas que opera allí.

"Quienes permanecen en Palmira son aquellos que no han tenido medio de transporte", agregó esta fuente, desde fuera de la localidad, aunque tiene contacto con integrantes de su organización que sí están dentro.

El EI ocupó Palmira, cuyas ruinas grecorromanas son Patrimonio Mundial de la Unesco, el pasado 20 de mayo, tras una ofensiva en la que conquistó amplias partes del este de la provincia de Homs, fronteriza con Irak.

Pese a los intensos enfrentamientos que se desarrollan actualmente, Al Barazi aseguró que la parte monumental no está en peligro, porque "los combates están lejos".

Situada en un oasis, Palmira fue en el pasado uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.

Desde que tomaron su control, los extremistas han dinamitado tres emblemáticas torres funerarias del siglo I d.C., además del templo de Bel, el templete de Bal Shamin y el arco del triunfo.

Ek teatro romano de Palmira ha sido empleado por el EI como escenario para asesinar a sus prisioneros, como ocurrió en julio, cuando 25 soldados sirios fueron ejecutados a tiros por menores de edad reclutados por los yihadistas.

El ataque actual del Ejército coincide con un alto el fuego en Siria entre el Gobierno de Damasco y la Comisión Suprema para las Negociaciones, la principal alianza opositora, del que está excluido el EI.

La organización extremista proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak.

Precisamente hoy, las fuerzas iraquíes iniciaron una ofensiva para liberar la provincia septentrional de Nínive, cuya capital es Mosul, principal feudo del EI en Irak.

Estas operaciones castrenses contra posiciones de los yihadistas en suelo sirio e iraquí han comenzado después de los atentados de hace dos días en Bruselas, que ocasionaron una treintena de muertos y 300 heridos y que fueron reivindicados por el EI.

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