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Las tropas españolas en Afganistán, tan expuestas como las demás

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Dos guardias civiles y un intérprete han muerto este miércoles en Afganistán en un tiroteo con un talibán infiltrado en la policía afgana.

En total, desde el inicio de la misión de la ISAF en 2002, han fallecido 92 españoles. La cifra demasiado alta teniendo en cuenta que su misión no es combatir a los insurgente, aunque la mayoría de esas muertes se produjeron en episodios como el accidente del Yak 42 en 2003  y el del helicóptero Cougar en 2005.

Desde junio, España cuenta con más de 1.500 militares y guardias civiles en el país, lo que ha aumentado el gasto para el Estado hasta los 100 milones de euros al año.

La mayor preocupación del Ministerio de Defensa es garantizar la seguridad de las tropas, aunque es una tarea que está resultando complicada por los constantes ataques talibanes.

El más reseñable de los últimos meses ocurrió en el mes de febrero. Los insurgentes lanzaron una ofensiva contra la base militar y contra el aeropuerto de Herat coincidiendo con la visita de la ministra Carme Chacón, que acabó sin heridos.

Una vez más se puso en evidencia que las tropas españolas están expuestas constantemente a la violencia. Y pese a que  su papel sea el de dar formación al Ejército y la policá afganos, éste es el panorama real que están viviendo las tropas de la OTAN en todo el país.

La Alianza se ha empeñado en los últimos meses en decir que las ofensivas contra los talibanes están surtiendo efecto y que se están replegando. Pero sobre el papel, la situación se antoja distinta. Por ejemplo, el mes de julio fue el mes más catastrófico para las tropas estadounidenses en Afganistán con 66 muertos. En lo que va de año, según la web icasualties han fallecido cerca de 300, cuando en todo 2009 murieron 317.

Como quedó patente tras la publicación de los Diarios de Afganistán por Wikileaks, el aumento de bajas de la OTAN se debe en un gran número a que los talibanes han coseguido extender la instalación de los denominados IED (Dispositivos Explosivos Improvisados) por casi todo el país.

Además, empieza a ser bastante frecuente la infiltración de insurgentes entre los militares extranjeros. En enero, un agente doble consiguió penetrar en una base de la CIA matando a siete estadounidenses. El mes pasado, otro militar infiltrado mató a tres soldados británicos en unas maniobras en Helmand.

Un agente doble mató a siete estadounidenses en una base de la CIA en enero Los insurgentes avisaron entonces de que están entrenando a sus miembros para infiltrarse entre las tropas internacionales para captar información y casusar el mayor daño posible. Con el caso de España, parecen estar consiguiendo su propósito.

En paralelo con la muerte de soldados, el primer semestre de 2010 se ha convertido también en el periodo más nefasto para los civiles. En estos seis primeros meses murieron más de 1.200, lo que supuso un aumento del 31% con respecto a 2009 . Una vez más, los IED, como ya alertara Wikileaks, es una de las principales amenazas para la población que se ve indefensa entre dos fuegos.

Con estos datos queda patente que ni las tropas internacionales ni los civiles están seguros en un conflicto que cumple su noveno aniversario.

Y mientras EEUU decide cuál va a ser el próximo paso a seguir, se plantea la retirada a partir de 2011 y permite que el presidente Karzai inicie negociaciones con la insurgencia, la sangría continúa sin desvelar cuál será el futuro de Afganistán si alguna vez cesan las bombas.

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