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Tusk, un liberal con el favor de Merkel

NACHO TERMIÑO (EFE)

El liberal Donald Tusk, primer ministro de Polonia desde 2007, es considerado en Bruselas un líder europeísta y conciliador, valorado por haber consolidado la posición del país en la UE, dejar atrás las polémicas con Alemania y superar definitivamente las reticencias polacas ante el avance comunitario.

Tusk, nacido en Gdansk (antigua ciudad portuaria alemana de Danzig), en el norte de Polonia, hace 57 años, llegó hoy a la presidencia del Consejo Europeo en buena parte gracias al decisivo apoyo de la canciller alemana, Angela Merkel, con la que mantiene una estrecha relación. Este político de corte liberal gusta en Bruselas y Berlín, donde se le percibe como el candidato idóneo para culminar el proceso de integración de los nuevos socios de Europa Central y Oriental.

Sólo el conflicto en Ucrania y las desavenencias con Rusia han radicalizado puntualmente el discurso de Tusk, quien llegó a decir que la guerra en Ucrania reúne 'todas las características de un conflicto que puede preceder a una guerra que afecte a todos los países del mundo'.

Tusk también es el preferido por la cada vez más decisiva clase media polaca, y a su favor tiene la buena marcha de la economía nacional -Polonia fue el único país comunitario que consiguió evitar la recesión en 2009- y una política exterior de reconciliación con sus vecinos alemanes, nada que ver con las polémicas protagonizadas por el anterior Gobierno nacionalista.

Acelerar reformas económicas y privatizaciones ha sido la principal receta del liberal, quien se ha definido a sí mismo como 'un hombre de principios' capaz de resolver los grandes problemas que aquejan al país y modernizar Polonia.

Según diversos analistas políticos, las últimas legislaturas han sido decisivas para que Tusk adquiera la experiencia y la madurez política que le faltaban, ya que antes de presidir el Ejecutivo polaco nunca había ejercido un cargo administrativo de importancia, hasta consolidarle como un político de peso capaz de saltar a Europa. Su trayectoria evidencia que la política es la verdadera carrera de este licenciado en Historia por la Universidad de Gdansk, ya que es uno de los impulsores de la corriente liberal en Polonia.

Tras la caída del Muro de Berlín fue uno de los creadores del primer partido liberal del país, que desapareció tras su fracaso electoral en 1993. Al igual que la gran mayoría de miembros del centroderecha polaco, Tusk proviene del entorno del sindicato Solidaridad y de la lucha contra el comunismo durante los ochenta, años en los que presume de haber sido parte de la red clandestina que trabajaba para denunciar la sistemática violación de los derechos humanos por parte del general Wojciech Jaruzelski.

De hecho, ha confesado que su interés por la política comenzó después de ver cómo la policía abría fuego contra manifestantes en Gdansk, en 1970, una imagen que le marcó y que siempre ha influido en sus principios ideológicos. Más allá de la política está el Donald Tusk padre de dos hijos y casado por lo civil desde hace más de 35 años, lo que no impidió que en los comicios de 2005 se volviese a casar, ésta vez por el rito católico, como gesto de aproximación al catolicismo en un país en el que el 90 por ciento de la población profesa esta religión.

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