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El ultra Santorum se impone en Minnesota, Misuri y Colorado

Gingrich sufre un nuevo bache y Romney no logra los buenos resultados pronosticados en las encuestas

ISABEL PIQUER / AGENCIAS

Triple victoria para el ex senador de Pensilvania Rick Santorum en los caucus (asambleas populares) republicanos celebrados esta noche en los estado de Minnesota, Misuri y Colorado.

En Minnesota, con el 88% de los votos escrutados, Santorum obtiene el 45% de los votos, frente al 27% del congresista Ron Paul. El gran favorito en la temporada de primarias republicanas,  el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, debe conformarse con un 17 % y el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, logra el 10,7 %.

Santorum se ha impuesto también en las primarias celebradas en Misuri, con un 55% de los apoyos, dejando en segundo lugar a Romney, el vencedor de las dos últimas contiendas, con el 25%. No obstante, la relevancia de esta elección es limitada, puesto que en ella no se otorgan delegados, sino que serán adjudicados en los caucus que se celebrarán el próximo mes.

Romney esperaba lograr la victoria en Colorado

Romney partía como favorito en los caucus de Colorado, pero Santorum se ha impuesto por sorpresa, dejando al exgobernador de Massachusetts en segunda posición. Santorum logra el 40% frente al 35% de Romney. Newt Gingrich y Ron Paul se descuelgan con un 13% y un 12% de respaldo respectivamente.

Santorum, el favorito del movimiento ultra Tea Party, tenía todas sus esperanzas puestas en el voto conservador de Misuri, que le puede dar un nuevo empujón en unas primarias a las que llegó de carambola, gracias a su victoria (por una treintena de votos) en Iowa a principios de enero. Incluso la campaña de Romney temía ayer que ganase, como finalmente ha sucedido, el exsenador de Pensilvania. 

La celebración de los comicios en estos tres pequeños estados supone un nuevo bache para Newt Gingrich, para quien los sondeos pronosticaban una derrota. El candidato lleva ya dos derrotas seguidas en las primarias republicanas, Florida y Nevada, después de su sorprendente victoria en Carolina del Sur, el ya lejano 21 de enero.

Gingrich, que prometió luchar hasta el final, se queda tercero

El expresidente de la Cámara de Representantes, que ha conseguido afianzarse en la contienda gracias a una mezcla de populismo y ultraderechismo, decidió saltarse este primer martes de multiestados que sus principales rivales, Mitt Romney, el gran favorito, y Rick Santorum, que le quita votos por la derecha, llevan semanas trabajándose. Gingrich ni siquiera estaba inscrito en las primarias de Misuri, y ayer prefirió concentrarse en Ohio, uno de los diez estados que se pronuncia en el supermartes (6 de marzo).

En las próximas semanas, Gingrich deberá resolver sus problemas de organización y financiación si quiere seguir compitiendo por la nominación. Nevada, el pasado sábado, donde, pese a todo, consiguió el segundo puesto, demostró que su equipo no está a la altura de las circunstancias. Incluso le hizo un feo al gobernador del estado, Brian Sandoval, que después de haber apoyado a Rick Perry estaba dispuesto a respaldarle. Pero los asesores de Gingrich se hicieron un lío con las fechas y el evento tuvo que ser cancelado.

Gingrich prometió la semana pasada, tras su derrota en Florida, que seguiría luchando por ser candidato hasta el final, algo que tras sus malos resultados en estos caucus, puede cambiar.

Las últimas encuestas pronosticaban una victoria relativamente holgada de Romney en Colorado (donde finalmente ha quedado segundo), e incluso en Minnesota, donde, debido al voto ultraconservador, lo ha tenido difícil. Aun así el exgobernador de Massachusetts, se siente cada vez más cómodo en su papel de favorito. En sus mítines no habla de sus contrincantes y dirige todos sus ataques a Barack Obama, como si ya fuera el candidato nominado por el partido.

Paul aún tiene esperanzas al quedar segundo en Minnesota

El cuarto candidato, el congresista de Texas Ron Paul, que no consiguió quedar en segundo puesto en Nevada como había esperado, sigue pujando por hacer campaña en estados pequeños, preferentemente con caucus (asambleas populares) donde su legión de incondicionales puede movilizar el voto con pocos medios. Su segundo puesto en Minnesota aún le da alguna esperanza.

Los tres estados que votaban ayer no suponían un número significativo de delegados. De hecho, según sus reglamentaciones electorales algo surrealistas, no debían atribuirlos hasta pasada la primavera. Este fin de semana vota Maine, que marca una cierta pausa, hasta el 28 de febrero cuando se pronuncien Michigan y Arizona, donde Romney lleva una buena ventaja.

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