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Varias empresas japonesas cierran en China tras los últimos ataques

La escalada de tensión por la soberanía de un archipiélago dispara la violencia contra los intereses nipones en territorio chino

AGENCIAS

Varias empresas japonesas asentadas en China han decidido suspender sus operaciones ante la escalada de tensión que se ha producido en los últimos días a causa de la disputa por la soberanía de las islas Senkaku/Diaoyu. 

Canon ha anunciado que entre el lunes y el martes cerrará las fábricas de impresión láser de Zhongshan, la de cámaras digitales de Zhuhai -ubicadas ambas en la provincia de Guangdong (sureste)-, y la de fotocopiadoras de Suzhou, en Jiangsu (este).

En la misma línea, Panasonic ha informado de que su fábrica de Zhuhai permanecerá cerrada hasta el próximo martes, debido a las protestas protagonizadas por sus empleados chinos. La compañía ha recomendado al personal japonés que permanezca en casa. El pasado sábado un grupo de personas atacó las fábricas de Panasonic en Qingdao y Suzhou, ubicadas en las provincias de Shandong (este) y Jiangsu, respectivamente. Aunque todavía no ha cuantificado los daños, la empresa asegura que los edificios y la maquinaria están destrozados.

Durante el fin de semana miles de personas se manifestaran en decenas de ciudades

Aeon también ha anunciado que sus tiendas en Qingdao permanecerán cerradas hasta este lunes, después de que fueran atacadas por un grupo de manifestantes chinos. Además ha apuntado que, en caso de que la situación empeore, evacuará a su personal a Japón. Por su parte, Seven-Eleven y Ministop han adelantado que cerrarán las 40 tiendas que poseen en Chengdu y Qingdao, respectivamente, hasta este lunes, ya que han sido blanco de los ataques de los activistas chinos, según informa la televisión pública NHK.

Durante el fin de semana miles de personas se manifestaran en decenas de ciudades chinas con proclamas antijaponesas. Las protestas se tornaron violentas en algunas ciudades como Pekín, donde la policía tuvo que acordonar la embajada nipona, mientras que también se registraron ataques contra modelos de coches japoneses, se asaltaron algunos negocios y prendieron fuego a banderas, informaron medios locales.

La tensión se disparó la semana pasada, cuando el Gobierno de Japón anunció la compra de tres de las cinco islas a su propietario privado por 2.000 millones de yenes (20 millones de euros), que saldrán de los fondos reservados. El plan de compra se puso sobre la mesa el pasado mes de junio, cuando el jefe de Gabinete, Osamu Fujimura anunció la intención del Gobierno de sustituir el actual contrato de arrendamiento por uno que garantizara el control de las autoridades niponas sobre el archipiélago.

Varias patrulleras chinas entraron en aguas de las islas el pasado viernes

La escalada de protestas se produjo después de que el viernes entraran varias patrulleras chinas en aguas de las islas, administradas por Japón y cuya soberanía reclama Pekín. Las autoridades niponas creen que las protestas por la compra de tres de las cinco islas se intensifiquen el próximo martes, cuando de cumple el 81º aniversario del llamado incidente de Manchuria, que provocó la invasión japonesa del territorio chino. Así las cosas, la Embajada y los consulados de Japón han enviado correos electrónicos a los nacionales que residen en China para pedirles que ejerzan 'la máxima precaución' mientras dure la oleada de manifestaciones antiniponas.

El viceministro de Comercio de China, Jiang Zengwei, ya advirtió la semana pasada de que la operación de compraventa de las Senkaku podría tener consecuencias negativas sobre las relaciones comerciales entre Tokio y Pekín. En tanto, el Gobierno chino ha prometido este lunes que protegerá a los ciudadanos y propiedades japoneses y ha instado a los manifestantes que protestan contra Japón que lo hagan 'de forma ordenada, racional y pacífica'. El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hong Lei, ha subrayado que corresponde a Japón enmendar el curso que están tomando los acontecimientos y que lo que pase está en manos de Tokio.

La disputa se remonta a 1895, cuando Japón se anexionó formalmente el archipiélago

La disputa territorial se remonta a 1895, cuando Japón se anexionó formalmente las islas para construir una planta procesadora de atún que dio empleo a 200 personas, aunque en 1940 el negocio se desplomó y las islas quedaron desiertas. Entre 1945 y 1972, el archipiélago permaneció bajo dominación estadounidense, como parte de los acuerdos alcanzados entre Washington y Tokio tras la Segunda Guerra Mundial. Desde la salida estadounidense de las islas, China y Taiwán reclaman su soberanía.

China alega que descubrió el archipiélago en el siglo XIV y, a pesar de las tensas relaciones que mantiene con Taiwán, reconoce que algunas islas pertenecen al territorio como parte de la ciudad de Toucheng, ubicada en el condado de Yilan. En cambio, Japón asegura que el archipiélago pertenece al completo a la ciudad de Ishigaki, ubicada en la prefectura de Okinawa, y, por tanto, rechaza las reivindicaciones chinas y cualquier acuerdo alcanzado entre Pekín y Taipei.

El recién designado embajador de Japón para China, Shinichi Nishimiya, que debía ocupar su puesto en Pekín el próximo octubre, murió ayer en Tokio tras ser hallado inconsciente el pasado jueves en la calle.

Nishimiya, de 60 años, sufrió un repentino desmayo en una calle del populoso barrio de Shibuya y, tras ser encontrado por un transeúnte, fue trasladado inconsciente al hospital. El Gobierno nipón está investigando a fondo esta muerte. De momento se desconocen las causas del desfallecimiento, que algunos medios locales han achacado a la carga de tensión por los acontecimientos actuales.

Nishimiya tenía previsto sustituir al actual embajador de Japón en China, Uichiro Niwa, de 73 años, debido al recrudecimiento de la tensión entre ambos países. Tokio le nombró el pasado martes como nuevo embajador en China, el mismo día que el Gobierno de Japón realizó la compra de tres de las cinco islas.

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