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Venezuela elecciones Venezuela vuelve a las urnas este domingo para elegir a sus representantes locales

Serán las terceras elecciones que vive el país tan solo 136 días después de que tuvieran lugar las de la Asamblea Nacional Constituyente el pasado mes de julio y las regionales para designar a sus gobernadores celebradas en octubre.”

Decenas de personas participan en el acto de cierre de campaña de la candidata a la Alcaldía del municipio Libertador, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Érika Farías.-EFE

Casi 20 millones de personas, entre venezolanos y extranjeros residentes en el país, están llamados a las urnas este domingo 10 de diciembre para elegir a sus 335 alcaldes. Estos comicios marcarán el pulso de un país dividido que se debate entre dar el poder local a los sectores políticos afines al gobierno del presidente Nicolás Maduro, o por el contrario aportarle oxígeno a un movimiento opositor que no atraviesa su mejor momento de cohesión a la hora de definir una estrategia común.

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela recibía este jueves a la delegación de Observadores Internacionales que velarán por la transparencia de estos comicios, así como también testigos de los diferentes partidos políticos que concurren a los mismos. La vicepresidenta de este organismo, Sandra Oblitas, ha afirmado que el sistema electoral que lleva adelante el CNE es el más auditado del mundo y ha destacado que no hay una sola impugnación sobre los procesos de votación en el país que hayan podido presentar alguna evidencia que los ponga en duda. Por su parte, la delegación del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA), que ya se encuentra en Caracas, ha ratificado que el sistema electoral venezolano es seguro y que las técnicas que utiliza certifican la total transparencia de los resultados.

Sin embargo, el bloque opositor concentrado en su mayoría en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ya anunció hace meses que no se presentaría a dichos comicios por no cumplir las garantías electorales suficientes y por carecer de legitimidad al ser convocados por una Asamblea Nacional Constituyente, cuya autoridad no reconocen. Decisión que no ha hecho más que poner de relieve su fractura interna ya que posteriormente diversos líderes locales de este bloque han presentado su candidatura a algunas alcaldías desobedeciendo de esta manera la decisión de la MUD.

Estos hechos, sumados a los que ya acontecieron tras las elecciones regionales del pasado 15 de octubre, cuando cuatro de los cinco gobernadores que vencieron en esos comicios rompieron la disciplina de bloque juramentando su cargo ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ponen a la MUD frente a un precipicio de descomposición. El único candidato opositor que se negó a jurar su cargo ante la ANC, Juan Pablo Guanipa, del partido Primero Justicia, ha provocado que se repitan las elecciones en el Estado de Zulia donde coincidiendo con estos comicios municipales volverán a elegir gobernador.

La candidata a la Alcaldía del municipio Libertador, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Érika Farías.- EFE

La candidata a la Alcaldía del municipio Libertador, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Érika Farías.- EFE

En cualquier caso, este terremoto político en el bloque opositor no va a privar de representatividad a proyectos alternativos al oficialista, ya que son más de mil quinientos candidatos los que se presentan en los 335 municipios. No obstante, al hacerlo muchos de ellos de forma independiente o en nuevas agrupaciones, podría favorecer finalmente a los postulantes del movimiento que lidera el presidente Nicolás Maduro que intentarán retener, e incluso incrementar, las 253 alcaldías que obtuvieron en las anteriores elecciones de 2013.

Uno de sus grandes objetivos será el de conservar el poder en localidades clave como el municipio Libertador de Caracas, uno de los más poblados del país con casi dos millones de habitantes y al que se presenta como candidata por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) Erika Farías, hasta el mes pasado ministra de la presidencia y un valor en alza dentro del oficialismo.

Realidades paralelas

Dada la coyuntura actual de Venezuela, estas elecciones municipales coinciden con diversos factores de desestabilización como por ejemplo el que denominan muchos economistas del país como un proceso de hiperinflación que roza ya el 50% mensual. De hecho, el gobierno de Nicolás Maduro y el Banco Central venezolano sacaban a circulación el pasado mes de noviembre un nuevo billete de 100.000 bolívares con el objetivo de facilitar las transacciones en efectivo de toda la población.

Maduro ha dado luz ver de una criptomoneda llamada 'Petro', respaldada
por las reservas de petróleo del país

En este sentido, el mandatario venezolano acusa desde hace tiempo a grandes capitales extranjeros en connivencia con la derecha venezolana de intentos de desestabilización de la economía del país que tratan de elevar deliberadamente el precio del dólar paralelo a través de la web DolarToday, un portal que opera desde Estados Unidos y que supuestamente rige la cotización de la divisa norteamericana del mercado negro en territorio venezolano. Para paliar este tipo de dificultades, sumadas a las que el propio gobierno tiene para hacer frente a la deuda externa, Nicolás Maduro anunciaba esta misma semana la próxima creación de una criptomoneda llamada “Petro”. Esta divisa virtual estará respaldada por las reservas de petróleo del país caribeño y serviría también para sortear las sanciones financieras que les ha impuesto Estados Unidos.

Otro factor que denuncia la oposición es el desabastecimiento de fármacos y alimentos en buena parte del país. La MUD solicita un canal de ayuda humanitaria para paliar esta escasez, pero el gobierno niega esta situación asegurando que, en cuanto al tema sanitario han activado un sistema especial para que los ciudadanos obtengan los medicamentos que necesitan a través de profesionales que garantizan, según el propio presidente, una respuesta inmediata. En el caso de la supuesta escasez de alimentos, el ejecutivo ya ha asegurado que gracias a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, creados en abril de 2016 y conocidos popularmente como los “CLAP”, están cubriendo las necesidades básicas de la población. Incluso varios candidatos oficialistas han incluido este asunto en la campaña electoral de las municipales comprometiéndose a fortalecer la distribución de alimentos a través de este sistema.

Dos Asambleas paralelas

Esta doble lectura de la realidad venezolana se concreta además en el plano institucional con la existencia de dos Asambleas Nacionales que parecieran disputarse la legitimidad representativa del pueblo. El diálogo parece la única salida a este laberinto y en este sentido hay abierta una esperanza que está materializada en la mesa de negociación iniciada el pasado 1 de diciembre en República Dominicana. En su capital, Santo Domingo, se han reunido a puerta cerrada representantes de Gobierno y oposición con la presencia de mediadores internacionales entre los que se encuentran el presidente dominicano, Danilo Medina y el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. También participan los cancilleres de Chile, Nicaragua y México, el ministro de gobierno de Bolivia y el ministro de finanzas de San Vicente y Granadinas.

Si bien estas negociaciones no cuentan con el apoyo de algunos líderes de la MUD, los equipos negociadores de ambos bloques, encabezados en el caso del gobierno por la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Delcy Rodríguez, y en el caso de la oposición por el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, están empleándose a fondo para llegar a un principio de acuerdo.

Por el momento lo único que se ha evidenciado son las exigencias con las que cada delegación se ha sentado a la mesa. El Gobierno pone como condición para avanzar en el proceso de diálogo que la oposición reconozca la autoridad de la ANC, también el cese inmediato de las agresiones económicas contra Venezuela y que se asegure la no injerencia de la administración de EEUU en los asuntos internos del país, así como otras instituciones financieras que, según la delegación oficialista, tienen secuestrados fondos que soberanamente le pertenecen al Gobierno de Venezuela.

Por su parte, la oposición pide la excarcelación de los que considera “presos políticos”, habilitar un canal humanitario para la distribución de alimentos y medicinas, restituir los poderes competentes a la Asamblea Nacional según marca la Constitución, y por último reestructurar el Consejo Nacional Electoral, seguramente con vistas a que la nueva configuración de este órgano esté completada para las elecciones presidenciales que presumiblemente se celebrarán el próximo año 2018, y a las que Nicolás Maduro se presentará para su reelección según ya ha adelantado el vicepresidente del gobierno Tareck El Aissami.

De esta manera, si bien las posturas parecen muy encontradas, es la primera vez desde que se celebran procesos de diálogo entre ambas partes que se percibe una importante voluntad para llegar a acuerdos. Será en la próxima reunión, ya convocada para el 15 de diciembre en el mismo escenario, donde se podría constatar algún resultado o vislumbrar el futuro de esta negociación. Mientras tanto, los ciudadanos acudirán este domingo a las urnas con la mirada puesta en la mesa de diálogo y la esperanza de que ambas Venezuelas lleguen finalmente a un consenso que aporte soluciones concretas a sus demandas sociales más básicas. Un logro que sólo la política deberá solventar.

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