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Surcando el Mediterráneo por la paz

Un barco de mujeres por la Paz, atraviesa el Mediterráneo Rumbo a Gaza.

ROSANA PASTOR*

El día 14 de septiembre partía desde el puerto de Barcelona la misión Mujeres Rumbo a Gaza, una iniciativa de la Coalición Internacional de la Flotilla de la Libertad, para denunciar y romper el bloqueo que ahoga a la población civil de la Franja de Gaza. Dos veleros, Amal (Esperanza) y Zaytouna-Oliva, zarpaban con pasaje y tripulación exclusivamente de mujeres de al menos 17 nacionalidades, distintas.

Unas complicaciones administrativas postergaron la salida desplazando barcos y pasaje a otro puerto cercano. Con casi un día de retraso, Amal se hizo a la mar pero tras unas millas de navegación, problemas técnicos obligaron a regresar a puerto a vela: el motor no podría recuperarse. Se impuso un reajuste rápido de planes de forma que el máximo número de delegadas pudiera continuar la misión, ninguna quería quedarse en tierra. De nuevo el celo de la autoridad competente trató de diferir la salida, pero finalmente pasada la medianoche del viernes 16 de septiembre, un velero de apenas 15m, Zeytouna, abandonaba el puerto de Premià con 13 mujeres Rumbo a Gaza.

Mucho ha llovido desde que en 1896 el líder sionista T. Herzl, ofreciera al sultán Otomano el rescate económico de su Imperio a cambio de la cesión de tierras en Palestina para establecer “un estado solo para judíos”. El único inconveniente era que esas tierras estaban habitadas en un 90% por población de origen árabe, dedicada a la agricultura. Sin solución de continuidad, se iniciaba una compra masiva de tierras en Palestina a la que se sumó la llegada de miles de colonos judíos, en el primer intento por cambiar la demografía del territorio y transferir la población autóctona árabe hacia otros lugares.

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Veinte años más tarde, Francia y Reino Unido se reparten Oriente Próximo y Reino Unido da su palabra de que “facilitará la creación de un hogar nacional judío en Palestina, quedando bien entendido que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes”. (Declaración Balfour). Y de allí a nuestros días “el resto es silencio”: un cúmulo de acuerdos incumplidos por el Estado de Israel, confiscación de territorios, colonizaciones contrarias al derecho internacional, asesinatos, guerra, más de cinco millones de refugiados palestinos dentro y fuera de Palestina, un muro caprichoso de más de 700 km que aísla a la población del acceso a recursos tan imprescindibles como el agua, destrucción, asfixia, lucha por la supervivencia y muertos, tan lejanos, que parecen no importar a nadie.

Un siglo después, a bordo del velero Zeytouna, una delegación internacional de mujeres navega para romper el silencio. Llegadas desde distintos lugares del mundo, atraviesan un mar que mece en su fondo miles de cuerpos que no despertarán. Desafiando el silencio de la comunidad internacional ante el asedio y los castigos colectivos, trece mujeres atraviesan un mar abatido por los vientos, en apenas 15 metros de eslora. A bordo del velero Zeytouna, trece mujeres valientes se sobreponen a la náusea y levantan su voz por los derechos inalienables del pueblo palestino, para hacer oír la voz de todas las mujeres que resisten y se sobreponen cada día al miedo en los territorios ocupados, para luchar con sus palabras contra el silencio.

Un barco de mujeres por la Paz, atraviesa el Mediterráneo Rumbo a Gaza y es una voz que reclama el cumplimiento de la legalidad internacional y los tratados de Derechos Humanos. Una acción no violenta en busca de acuerdos que detengan la barbarie, una acción a favor de la vida: a favor. Por ese motivo, no existiría razón alguna, ni legalidad posible que amparase ninguna acción violenta contra esta misión de paz.

“Que la guerra no me sea indiferente...”, en nombre de todas las mujeres, niños y niñas, hombres y ancianos que resisten en condiciones infrahumanas en los territorios ocupados, pido al Gobierno del Estado español y a todos los gobiernos, que rompan el silencio y garanticen la seguridad de esta misión de paz, que se comprometan a que ninguna acción violenta pueda interferir en la pacifica navegación de esta flotilla de mujeres en busca de la paz.


*Susana pastor es diputada del Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos - En Comú Podem-En Marea y forma parte de la Flotilla de la Libertad "Mujeres Rumbo a Gaza".

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