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Teresa Rodríguez frente a la nada

Más allá de lo que digan las primarias andaluzas, la líder de Podemos en Andalucía es una realidad política y social de primera magnitud

La coordinadora de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, durante el reciente Consejo Ciudadano Estatal de la formación morada. (JUAN CARLOS HIDALGO | EFE)

José Vicente Barcia*

Más allá de lo que digan las primarias andaluzas, Teresa Rodríguez es una realidad política y social de primera magnitud. Insoslayable, no sólo en Andalucía, también a nivel estatal. Su capacidad para aunar un lenguaje auténtico, en el que hilvana de manera prodigiosa análisis y metáforas, así como un discurso, nada impostado, que pivota sobre dos ejes, el de la indignación y el de la esperanza, la convierten en una líder política de amplio espectro.

Y es precisamente en esa dimensión de líder extrapolable, donde podemos encontrar el origen de la brutal campaña encabezada por Isabel Franco, que se inventa, sin rubor alguno, una división en Podemos Andalucía que no existe. Creando, además, una falsa dicotomía entre Podemos y anticapitalistas. Es como si a esta diputada, la de registro productivo más discreto de Podemos, le costara admitir el juego más básico de la democracia, que no es otro que el de la mezcla y pluralidad de criterios y sensibilidades. Algunos herederos de la peor cultura de los viejos partidos, atrincherados en la querencia personal, no en su capacidad de trabajo ni análisis, temen que a la andaluza se le ocurra virar la mirada al norte de Despeñaperros. Es por ello que intentan socavar su imagen, sin importarles un bledo si con ello destruyen una parte de su propio proyecto político.

No es fuego amigo el que recibe Teresa Rodríguez, ni se le puede atribuir este ataque a eso que en su conjunto se denomina pablismo; es puro suicidio político administrado por un conjunto que dispone de manera coyuntural de un poder interno para el que están incapacitados. No articulan, desaniman, vacían de ilusión, sin autoritas, y lo que es más importante, siendo tan remilgados como inútiles, no han logrado ganar ni una sola batalla territorial.

"Isabel Franco se inventa, sin rubor alguno, una división en Podemos Andalucía que no existe"

Subraya la contradicción de esta disminuida tropa, que con los suyos sean absolutamente centralistas, la propia estructura de PSOE es más federalista y descentralizada, mientras que han sido especialmente dadivosos en otros territorios históricos, sin importarles un bledo dejar vendidos a los propios. Muchos podrían preguntarse sobre el "vínculo protector" de Podemos sobre, por ejemplo, sus correligionarios gallegos. En fin.

Mientras Tanto, Teresa Rodríguez a lo suyo, articulando la oposición a ese marasmo de la antipolítica que representa Susana Díaz. Generando itinerarios alternativos al vacío interno y generando frentes amplios, sin complejos, y sin miedo a superar miradas de matricial estrechez para ahondar en caminos más necesarios para la transformación, menos confortables y más arriesgados. A su frente amplio se vienen aproximando voces diferentes que han superado las fronteras de las siglas y el dominio de sus egos. Estamos a las puertas de algo diferente en Andalucía y cuya repercusión algunos ni sospechan.

*José Vicente Barcia, periodista y director del Gabinete del alcalde de Cádiz

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