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Rajoy arremete contra Bárcenas, la Prensa y la oposición

El presidente reconoce que el extesorero le engañó y emplea medio discurso en criticar la moción de censura y sacar pecho con datos económicos positivos

JUAN ANTONIO BLAY

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha comparecido esta mañana ante el pleno del Congreso de los Diputados para hablar del caso Bárcenas. Y lo ha hecho, pero 'ma non troppo'. Ha citado a Bárcenas, 'señor Bárcenas' ha dicho en varias ocasiones, como si le conociese por referencias o por un currículo profesional, no como la persona de confianza a la que elevó a la categoría de tesorero nacional del PP. 'Me equivoqué', ha sido la única explicación que ha oído la cámara, sin más detalles o datos adicionales. 'Me equivoqué en mantener la confianza en alguien que no la merecía'. Eso ha sido todo. No ha habido petición de perdón al Hemiciclo o a la ciudadanía por su responsabilidad política como líder del PP.

Más allá de eso, una parte principal de su intervención la ha dedicado a criticar a la oposición socialista y en concreto a la persona de su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba. 'No me amenace con una moción de censura', ha llegado a decir en tono desafiante con el argumento de que un instrumento constitucional no puede utilizarse de forma 'torticera'. Además, de paso, ha ilustrado a la cámara que en su caso no tiene la obligación de comparecer en el debate ni en el escaño si ese procedimiento se sustancia.

Y se ha empleado a fondo en criticar a Rubalcaba a base de numerosas citas textuales, como ha comentado reiteradamente, referidas frases del propio Rubalcaba para sustentar sus críticas. Ha demostrado que en su equipo de colaboradores han trabajado activamente a destajo varios documentalistas para bucear en la hemeroteca y en los teletipos de agencias. Poco o nada más ha aportado Rajoy en su primera intervención, que se ha alargado una hora y un par de minutos, trufada de aplausos de la propia bancada que, a juzgar por su intensidad, ha quedado satisfecha por sus palabras.

En otro momento de sus exiguas explicaciones Rajoy ha negado haber cobrado en negro cantidad alguna, pero no ha desmentido que haya cobrado sobresueldos. 'En el PP se han pagado sueldos por el trabajo realizado, como en todas partes', ha certificado. Pero nada más. En el ámbito personal ha dicho que sus declaraciones de la renta son públicas 'y más creíbles que un montón de papeles arrugados', he dicho en otro momento. Nada sobre la financiación de su partido.

Rajoy ha dicho que sus declaraciones de la renta son públicas 'y más creíbles que un montón de papeles arrugados'

No ha hecho la más mínima referencia a los mensajes de texto cruzados con Bárcenas hasta el mes de marzo pasado, cuando ya se conocían sus cuentas millonarias en Suiza ni a los pagos hasta hace unos meses al propio Bárcenas y sus abogados una vez 'despedido' como tesorero. Una posición dentro del partido a la que no le ha dado trascendencia a juzgar por sus palabras. Incluso ha hecho historia para justificar la inicial defensa numantina que el partido y él mismo hicieron de Bárcenas cuando fue imputado por Garzón en febrero de 2009. 'Aquello se produjo tras una cacería entre el juez instructor y el ministro de Justicia, que tuvo que dimitir, y en vísperas de importantes procesos electorales', alegó como argumentos que daban a entender que había un acodo contra el PP que el combatió.

Rajoy tampoco ha ofrecido detalles de cómo ha funcionado la financiación de su partido, ni siquiera desde el momento en que asumió la presidencia del partido y mientras mantuvo a Luis Bárcenas como responsable de las finanzas del PP. 'Creía en la inocencia de esa persona', ha llegado a decir de forma distante. 'Ese ha sido todo mi papel en esta historia', ha recalcado. A continuación ha asegurado que en ningún caso su actuación ha constituido 'el delito de encubrir a un presunto culpable'. Lo ha dicho con voz firme en otro momento de su intervención como queriendo zanjar el asunto de forma definitiva.

'El señor Bárcenas ha elegido el camino de defensa de atacar el PP. No sé por qué lo ha hecho, tiene derecho. Lo que sé es que son falsas sus medias verdades. En el PP no se lleva una doble contabilidad', ha añadido para desmentir lo afirmado por el ex tesorero en sede judicial. 'Todo es falso', ha insistido en otro instante - sobre la contabilidad en 'b' -. 'Lo único probado es el dinero del señor Bárcenas en Suiza y sobre lo que hay que pedir responsabilidades es sobre los hechos probados'.

En la defensa de sus argumentos se ha empleado a fondo en denunciar 'las marrullerías de los papeles de Bárcenas, que las aplauden viendo delitos como antes veían brotes verdes', ha dicho. En esa línea de defensa se ha empleado a fondo en usar el principio de la presunción de inocencia. 'Si hubiese que dimitir tras cada insidia, ¿cuántos escaños habría aquí?', ha comentado antes de asegurar que no se ve obligado a responder a cada insidia que se publique. Y en este punto ha echado mano de otra cita textual, referida a Rubalcaba -sin citarlo - cuando aseguró que 'algunos quieren convertir esta cámara en una enorme comisaría'.

'Si hubiese que dimitir tras cada insidia, ¿cuántos escaños habría aquí?' 

En sus ataques a la oposición ha acusado a Rubalcaba de crear un clima de tensión que mina la credibilidad de España ante los escenarios internacionales. '¿Qué gana con volver a las tinieblas?', ha llegado a decir en plena estrategia que entiende que no hay mejor defensa que un buen ataque. 'Está usted más pendiente de las palabras de Bárcenas que yo', ha dicho para culminar esa línea argumental.

Esas críticas las ha completado aludiendo a los buenos resultados que, a su juicio, ofrece la economía española en los últimos meses. 'Desde enero a junio se ha creado más empleo que en años anteriores desde 2006, antes de empezar la crisis. Estamos saliendo de la recesión y para eso necesitamos que la financiación de los recursos necesarios sea a precios razonables y ello supone confianza, no crear incertidumbres', ha recalcado.

Para acabar su discurso ha detallado una retahíla de proyectos legislativos dirigidos a combatir la corrupción. Ninguno de ellos supone una novedad sobre iniciativas anunciadas previamente, pero las ha agrupado como si fuesen su receta para dignificar la gestión política y los partidos. En principio, Rajoy solo ha convencido a su propia bancada. A nadie más.

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