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Las mujeres de la izquierda europea dan un paso al frente en la defensa de sus derechos

Militantes y activistas de movimientos feministas de toda Europa celebran el viernes en Madrid una asamblea  durante el 4º Congreso del Partido de la Izquierda Europea para mejorar su organización e impulsar un discurso que incida en q

DANIEL DEL PINO

De la reforma de la ley del aborto al desmantelamiento de la ley de dependencia, pasando por el aumento de la edad de jubilación, los recortes en violencia de género, las leyes contra la prostitución que castigan a la mujer, o las bonificaciones en la contratación de trabajadoras que son el caldo de cultivo perfecto para su precarización. La crisis económica y la respuesta de los estados europeos, en especial los del sur de Europa, se está llevando por delante decenios de lucha y de avance en los derechos de la mujer. Este fin de semana en Madrid, más de un centenar de representantes de las organizaciones que integran el Partido de la Izquierda Europea (PIE) y de movimientos feministas de toda Europa, celebrarán una asamblea en el marco del 4º Congreso del PIE en la que pretenden avanzar en la organización y en la elaboración de un discurso que tenga en cuenta un hecho fundamental: el ataque en países como Italia, España, Portugal y Grecia es mucho más feroz que en los países del norte, por lo que se requieren un discurso acorde, y medidas y acciones concretas para cada realidad.

'Partimos de una sociedad y una realidad diferentes, de un Estado de bienestar diferente, de unos derechos distintos. Los de las mujeres del norte están mucho más consolidados y los nuestros no. Hemos hecho un buen avance pero como partíamos de más abajo, el retroceso es mucho mayor en el sur porque el punto de partida de las mujeres del sur es peor'. Cristina Simó, secretaria federal de Mujer del PCE, lleva meses coordinando la red de mujeres del PIE (El-Fem) y preparando la asamblea que tendrá lugar el próximo viernes.

La cita está marcada en el calendario como un momento clave por dos motivos. Por un lado, pretende marcar un antes y un después en la estructura organizativa de El-Fem y en su relación con el PIE algo que, tal y como explica Sara Porras, coordinadora del Área de Mujer de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid, agilizaría la toma de decisiones y posiciones en casos concretos como las votaciones en el Parlamento Europeo sobre legislaciones que afecten a las mujeres.

'Se trata de conseguir una estructura específica para que nuestras reivindicaciones tengan una mayor conexión con el PIE [...] porque al fin y al cabo esto es una asamblea y cuando hay que tomar decisiones, es inoperante. Por ejemplo, cuando hay un Congreso como el de este fin de semana las mujeres nos reunimos por separado, debatimos y después a lo mejor se aprueban algunas resoluciones con todo el PIE reunido, sin embargo no hay mucho más feedback'.

No obstante, algo que podría resultar una necesidad obvia en términos de organización, no cuenta con el apoyo unánime de todo El-Fem. 'Hasta ahora, las aportaciones de género que se hacen al PIE se elaboran y se trasladan desde El-Fem. Y el debate sobre este mecanismo nos preocupa porque hay dos posiciones. Las mujeres que prefieren continuar siendo autónomas e ir al margen, y otro sector, en el que estamos las españolas, que apostamos por tener un funcionamiento similar a la que aplicamos en nuestras propias organizaciones, es decir, transversalizar el tema de género y formar parte del mismo proyecto y no estar como una cuestión a parte', señala Simó, quien pese a que reconoce que 'es cierto que al final lo que se aporta desde El-Fem se traslada al PIE' de una manera u otra, cree que 'es más importante llevar una acción más ligada a las políticas que se hacen en el día a día'.

Ese desacuerdo en torno al estatus de El-Fem se puso de manifiesto en la última reunión que las mujeres del PIE mantuvieron en Madrid y fue en ese momento cuando se encargó a Simó y a otras cuatro representantes de Die Linke, Syriza, el Partido Comunista Francés y Rifondazione Comunista formar parte de una coordinadora hasta la ceebración de la asamblea.

¿Hay diferencias entre las organizaciones del Norte y del Sur de Europa en este sentido? Simó reconoce que 'aunque no es así del todo, coincide un poco porque precisamente las del Sur estamos bastante unidas'.

Esa diferenciación Norte - Sur de Europa será el segundo de los debates fuertes de la asamblea. El objetivo es 'empezar a generar un marco en el cual se entienda que no se habla de una única Europa', señala Porras que ve muchas similitudes en las consecuencias que tienen para las mujeres 'la aplicación de los planes de ajuste estructural'.

Se está produciendo una 'pérdida de derechos en en todas las esferas -insiste-. Por ejemplo, la cuestión de los derechos sexuales y reproductivos que estamos afrontando en España y en otros países como Grecia. En Francia estamos viendo manifestaciones de corte sexista y homófobo y frente a esos discursos, cualquier propuesta que salga del PIE tiene que tener en cuenta que hablamos de dos realidades distintas. Hay condiciones objetivas y fénomenos muy diferentes en esos países y tenemos que afrontar esa contradicción como grupo'.

Simó va más allá y reclama una toma de conciencia total del PIE. 'Hemos llegado a un punto en el que es necesario que haya una izquierda europea que realmente esté feminizada, que tenga un discurso feminista porque se lo cree, no por que se lo trasladan. Estamos apostando cada vez más fuerte porque haya ese cambio, porque el PIE sea un partido violeta'.

La división sexual del trabajo y la reivindicación de un nuevo sistema productivo enfocado desde una perspectiva de género ocupará el tercer debate del día. Esta mesa de discusión, se creó a propuesta de las mujeres alemanas, y aunque 'hay discursos muy distintos el PCE estará con ellas porque también es una apuesta estratégica' nuestra, explica Porras.

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