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Anticorrupción desnuda al empresario acusado del saqueo en la conselleria de Blasco

En un segundo e intenso interrogatorio, el fiscal anticorrupción acorrala a César Augusto Tauroni, sobre el que presuntamente pivotaba la trama orquestada para desviar fondos de la conselleria de Solidaritat de la Generalitat Valenciana.

JUAN E. TUR

'Oiga, el trabajo está hecho. Mi empresa es de garantía y en 20 años nunca hemos tenido ningún problema'. No obstante, alguno tuvieron. No en balde, César Augusto Tauroni, el autor de estas palabras lleva los últimos dos años entre rejas. El motivo (entre otros, que se verán en un posterior litigio), la causa por la que ahora se le juzga en Valencia en relación al desvío desde la extinta Conselleria de Solidaritat i Ciutadania de 1,8 millones de euros, destinados a priori a la construcción de unos pozos de agua en Nicaragua, y que terminaron en parte comprando inmuebles en Valencia.

Tauroni explotaba de esta manera en medio del intenso interrogatorio al que le sometió el fiscal Anticorrupción Vicente Torres, que llevó al empresario a caer en numerosas contradicciones o a evitar descaradamente responder a sus preguntas. Y todo, al tiempo que el fiscal exponía con ellas cómo pudo orquestarse el desvío de dinero en la conselleria dirigida por Rafael Blasco, interrogado ayer.

El empresario (como el ex conseller conservador en la víspera) aseguró que su relación con aquel era exclusivamente profesional, que sus empresas apenas habían realizado más trabajos para las consejerías que llevaba Blasco que para cualquier otra ('la idea era concursar a saco, porque alguna cosa quedaba', aseguró), y que todo se realizó dentro de la normalidad. Tauroni, cabe recordar, puede como cualquier acusado permitirse el lujo de mentir.

Así, en más de una ocasión, fuera preguntado por ello o no, introdujo su versión sobre por qué el proyecto de la Fundación CYES en Nicaragua (en el que participaba a través de sus empresas) acabó destinando el dinero a la compra de pisos y garajes en Valencia. 'En la conselleria dijeron al presidente de CYES que no había problema en que destinara parte del dinero a comprar una oficina técnica', aseguró Tauroni. 'Contra el vicio de pedir, la virtud de no dar. Pero no, no se lo negaron, la compra pasó auditorías, y a pesar de ello, finalmente todo salió en la prensa', añadió el empresario, que como Blasco el día anterior, descargó la responsabilidad del desvío en los funcionarios de carrera.

Sin embargo, las preguntas del fiscal, acompañadas por documentos que dejaron en muchas ocasiones en evidencia al acusado, expusieron cómo Tauroni dispuso de información privilegiada para acceder a los concursos de la Conselleria (expedientes de otros proyectos, correos electrónicos en los que hablaba de las fechas en que se abrirían los concursos sin que estos se hubieran ni convocado...). El empresario, sin embargo, negó rotundamente las filtraciones, que parecían provenir principalmente del ex jefe de área y también acusado Marc Llinares, al que -según documentación también exhibida por el fiscal- habría ofrecido ser socio en una de sus empresas (algo que finalmente no se consumó).

Entre el alud de pruebas con que el fiscal sepultó al empresario, destacaron dos correos remitidos con minutos de diferencia en 2011 en los que Tauroni solicitaba a su hermano la elaboración de cuatro facturas con fecha del 2008 y firmados por 'gente difícil de localizar' -en el primero- y que los firmantes fueran 'preferiblemente de Nicaragua' - en el segundo-. '¿Para qué necesitaba en 2011 facturas para trabajos de 2008 en Nicaragua por valor de 80.000 euros?', preguntó Torres a Tauroni, que respondió que eran para otros trabajos hechos allí pero que necesitaba justificar. Sin embargo, como le recordó el fiscal, la empresa que los habría realizado, según la justificación del expediente del proyecto por el que se le juzga, pertenecía a su propio hermano.

'¿Qué trabajo se hizo en Nicaragua?', preguntó Torres a Tauroni ante semejante cúmulo de irregularidades. El empresario apuntó que conducciones de agua y los informes necesarios para hacerlas, tras lo que el fiscal expuso un correo en el que CYES le advertía que los informes eran idénticos a unos de una empresa checa. '¿Quién de la sala no ha copiado?' fue todo lo que el empresario pudo decir para justificarse.

La acusación popular en su turno recordaría como una becaria de la consejería advirtió en un informe que en Nicaragua no se había hecho 'nada del proyecto'. Del mismo modo, señaló que nada tenían que ver los trabajos que Tauroni aseguraba haber hecho en el país centroamericano con los que había relacionado en sus facturas y preguntó al empresario si, pese a ello, no le parecía excesivo el importe solicitado por sus presuntos servicios. 'Las cosas se pueden hacer peor o mejor, más baratas o más caras, pero lo importante es que están hechas. ¿Y sobre el precio? Bueno, estamos en una economía de mercado', contestó.

Lo que la Fiscalía Anticorrupción no consiguió arrancar al empresario fue que éste operaba con conocimiento expreso de Rafael Blasco. Hasta tres documentos de distintos años sobre el funcionamiento de su holding de empresas titulados 'Presentación R.B.' enseñó Torres a Tauroni, en los que se daban explicaciones sobre su operatividad y sus previsiones de beneficios, pero el empresario negó que fueran para el ex conseller. En el último de ellos, de 2011, se apuntaba que el holding se debería 'replantear su posicionamiento tras las elecciones', pero Tauroni negó que tuviera nada que ver con Blasco.

Tampoco, aunque otros testigos y acusados de las dos piezas del 'Caso Blasco' han apuntado a que a éste se le conocía con el sobrenombre de El Conejo o Roger Rabbit, Tauroni reconoció que fuera así y que documentos en su poder con títulos como 'Rollo conejo' tuvieran nada que ver con él. 'Conejo es una palabra que yo utilizo en muchos ámbitos. Que sea Blasco es falso', aseguró. Conejo o no, la estrecha relación entre ambos, ya expuesta en la sesión de ayer, se incrementó en la de hoy con nuevas pruebas, como la existencia del correo electrónico enviado por Tauroni al ex dirigente popular, titulado 'Argumentos para ridiculizar a Ángel Luna', el entonces portavoz del PSPV en Les Corts. Preguntado por él, Tauroni aseguró que Blasco, en el momento que el caso saltó a los medios, pediría consejo a muchas personas, y responderle de este modo no le pareció mal, aunque apuntó finalmente, 'quizás no debería haberlo hecho'.

Tauroni, como el día anterior Blasco, se negó a responder a la abogacía de la Generalitat, y del turno de preguntas de las defensas lo más destacable fue la ausencia de preguntas de la de Marc Llinares, al que el fiscal puso en el ojo del huracán. No obstante, su turno para someterse a interrogatorio llegará el próximo martes, cuando se reanude el juicio en el TSJ valenciano.

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