No termina de zanjarse el incidente. Y es que la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, no tira la toalla y aprovecha cualquier evento para dejar claro que la culpa de ella arrollara la moto de un agente de movilidad en un carril bus de la Gran Vía fue sólo culpa de los propios agentes.

Ha ido más lejos este viernes, cuando a su llegada a un acto del PP en el Retiro, la lideresa se sintió 'tratada como una terrorista' por los funcionarios del Ayuntamiento de Madrid, lo cuales 'mienten, mienten y mienten'.

'Siete minutos fueron para mí como cinco horas', dice Aguirre

Al ser preguntada por las imágenes que se han conocido sobre su incidente de tráfico, Aguirre ha afirmado que en ellas 'se ve claramente' que todo lo que dijo fue verdad, 'salvo el tiempo'. 'Se me hizo una eternidad pero según las cámaras fueron algo menos de seis minutos', ha explicado.

'A mí se me hicieron como cinco horas porque no saben lo que es ser tratada como un terrorista, rodeada por policías y agentes de movilidad, con sus chalecos, interrumpiendo el tráfico en la Gran Vía. Si dicen que son cinco minutos lo serían, no lo dudo, pero me parecieron horas', ha relatado.

Según Aguirre, los agentes de movilidad 'no han hecho más que mentir'. 'Primero, que tenía lesiones, el forense les ha dicho que no tienen absolutamente nada. Luego que si ataques de ansiedad, luego se vuelven a dar de baja. Mire, el señor juez decidirá', ha declarado.

La conservadora ha reiterado que chocó ligeramente con su coche contra una de las motos y que el único percance fue un 'hilito' en su automóvil.