Numerosos interventores y miembros de mesas de otros tantos colegios electorales vascos no podían salir de su asombro en la noche del pasado 25 de mayo mientras asistían al recuento de votos de las elecciones europeas. Una iniciativa desconocida para muchos, la de Podemos, irrumpía con tal fuerza en el ya de por sí plural y complejo panorama político vasco, que en algunas mesas se situaba como tercera e incluso como segunda fuerza, y no sólo en los tradicionales bastiones de la izquierda de la Margen Izquierda de Bizkaia.

Podemos quiere ser 'una herramienta que trabaje por los intereses de la ciudadanía desde las instituciones públicas'

Desde entonces la organización está decidida a encauzar ese éxito, y se encuentra inmersa en un proceso de reorganización y refuerzo con el que pretende abarcar cada hueco de los tres territorios vascos. Los círculos, máximo órgano soberano de Podemos, se multiplican en las provincias vascas, e incluso dentro de los municipios, con la idea de facilitar la participación tanto de los simpatizantes como de los 52.386 ciudadanos que en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa apostaron por la iniciativa encabezada por Pablo Iglesias.

'Mi círculo ha crecido tanto, que nos hemos reproducido', reconoce César Fernández, miembro de Podemos - Ahal Dugu Ezker Meatzaldea y portavoz de la Comisión de Prensa de Bizkaia. 'Y lo que nos ha ocurrido a nosotros es aplicable a todos los municipios de Euskal Herria', añade. No hay una estructura como tal a nivel de la comunidad autónoma vasca y Navarra. Y no la habrá, insiste, porque 'la soberanía la tienen los círculos'. Sí que existe una coordinadora territorial pero sólo 'para poner el trabajo en común', como hace la que opera a nivel federal.

A raíz de lo sucedido en las europeas las reuniones proliferan con el ojo puesto en las elecciones municipales de 2015. Porque si nació Podemos, afirman, es 'para ser una herramienta que trabaje por los intereses de la ciudadanía desde las instituciones públicas'. En ciudades como Bilbao los círculos se circunscriben ya a los barrios o distritos, lo que Fernández considera positivo ya que 'los barrios son los núcleos básicos de la organización democrática'.

Su electorado es 'muy diverso, porque no hay etiquetas ni sectarismo', según Fernández¿A qué se debe esta irrupción en un país como el vasco, en el que existe un amplio espectro de formaciones y sensibilidades políticias? Desde Podemos Euskal Herria consideran que 'la gente estaba decepcionada con el concepto de la política'. '¡Hasta los votantes del PP!' enfatiza Fernández. Por eso cree que Podemos ha supuesto la llegada de 'una corriente positiva, que ha permitido a la ciudadanía ver que es real la posibilidad de acabar con el bipartidismo'.

¿También a la de la izquierda federalista, o a la de la izquierda abertzale? Fernández aquí sí hace distinciones. A su juicio Podemos ha podido captar 'un nicho de voto desencantado con la izquierda española', porque 'Bildu o Sortu tienen un electorado más fiel'. La iniciativa ciudadana, en cambio, acoge según él a 'un electorado muy diverso, porque no hay etiquetas ni hay sectarismo'. 'Somos unos ciudadanos indignados bajo unas siglas para recuperar la democracia', remacha. Por eso no están aún pensando en entablar el diálogo con otros partidos. 'Estamos centrando los esfuerzos en nuestra propia organización', apunta.

Al margen de lo que suceda en próximas citas electorales, Podemos - Ahal Dugu no deja de encajar buenas noticias. El pasado 6 de julio el Euskobarómetro (encuesta electoral del Gobierno Vasco) auguraba la entrada de la iniciativa en el Parlamento Vasco si hoy se celebraran elecciones. Fernández evita la euforia pero también la sorpresa: 'Los que estamos implicados sí somos optimistas'.