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En el PP se preparan para una crisis de Gobierno

PAULA DÍAZ

Que el ministro de Justicia pueda abandonar el Gobierno por el desplante que sus compañeros de equipo le han hecho aparcando —al menos, de momento— su contrarreforma de la ley del aborto puede que sea sólo una 'interpretación para nota', como el propio Alberto Ruiz-Gallardón señaló este semana. Pero lo cierto es que en el PP sí esperan una crisis de Gobierno antes de las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015. 

Los candidatos a abandonar el Ejecutivo llevan tiempo sonando en las encuestas mediáticas. Tanto que algunos ministros incluso bromean sobre qué Comunidad o Ayuntamiento destinará para ellos la prensa (o el dedo divino de Rajoy). El revuelo llega a tal punto que el juego llega también a los pasillos del Congreso: hay diputados que, sin llegar a creerse el amago de advertencia de Gallardón sobre su posible dimisión, barajan entre risas la posibilidad de que el ministro vuelva a sus orígenes como alcalde de Madrid. 

Pero, ironías a un lado, la inquietud en el partido está justificada. Los rumores sobre el posible desmantelamiento del Gobierno que el presidente podría llevar a cabo para salvar los próximos comicios se han incrementado aún más desde el día en que Ana Botella anunció que no intentaría legitimar su actual cargo en las urnas. Y todo ello, justo después de que Rajoy reuniera a la cúpula del partido en Sigüenza antes de comenzar el nuevo curso político para alertar de los nada esperanzadores resultados de las encuestas internas que manejan. 

El gurú demoscópico de su gabinete, Pedro Arriola, les advirtió entonces de tres cuestiones. La primera, que los votos perdidos en las europeas fueron a parar, por este orden, a la abstención, el voto en blanco, otros partidos y la tumba (fieles electores ya fallecidos). La segunda, que a pesar de que los sondeos les siguen dando la victoria, el resultado no sería lo suficientemente beneficioso para los conservadores. Y la tercera, que la estrategia electoral de cara a los próximos comicios debía centrarse en vender buenos datos económicos y reforzar la agenda social del Ejecutivo

La cuenta pendiente será ahora, por tanto, designar candidatos lo suficientemente fuertes como para recuperar el tirón conservador, especialmente, en los feudos tradicionales del PP donde el batacazo del pasado 25 de mayo fue especialmente doloroso. Este es el caso de Madrid, donde el baile de nombres lleva meses encima de la mesa, pero Rajoy quiere ganar también en el resto de España.

Miembros del partido descartan que la crisis de Gobierno se produzca por motivos ajenos a los de intentar salvar Comunidades y Ayuntamientos

Es por ello que varios miembros del partido consultados por este diario no descartan una crisis de Gobierno en la que varios ministros puedan salir del Ejecutivo para reforzar las candidaturas de Comunidades y Ayuntamientos.  Estas fuentes tiran por tierra, en cambio, la idea de que la crisis de Gobierno se pueda producir por causas ajenas a la del fin electoral de intentar ganar (o al menos mantener) Autonomías y Alcaldías. Y, aunque todos coinciden en que Rajoy —que es quien tiene 'la última palabra'— es 'impredecible', ven tan posible que el presidente llegue a prescindir de su número dos, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como que se desprenda de cualquier otro ministro para conseguir su objetivo de recuperar los votos perdidos. 

En este contexto, no rechazan la idea de que el titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, pueda aspirar a sustituir a Alberto Fabra al frente de la Generalitat valenciana —como ya se ha apuntado desde la prensa en varias ocasiones—. Y recuerdan, incluso, otra posibilidad: que el ministro de Industria, José Manuel Soria, intente recuperar Canarias.

En el caso de Madrid, la vicepresidenta es sólo una de las opciones que se barajan para sustituir a Botella. Las demás (Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, principalmente) aún no están del todo descartadas en las quinielas de los medios. En Valencia, las salidas de Fabra y de la alcaldesa de la capital, Rita Barberá, se dan casi por seguras, aunque los mentideros no se ponen de acuerdo sobre si Margallo quiere o no quiere optar a desbancar al primero. 

El titular de Exteriores no se ha pronunciado públicamente al respecto, como tampoco su homólogo en Industria ha querido confirmar ni desmentir su posible candidatura a liderar el partido en su comunidad natal. Soria, como Santamaría, juega al despiste: ambos están, dicen, 'a disposición del partido'.

'Ni sí, ni no, ni todo lo contrario', una reacción típica de la doctrina Rajoy, que será quien finalmente decida, disponga y haga públicos los nombres de los candidatos. Una esperada respuesta a las dudas que en el partido no prevén que llegue hasta, como mínimo, finales de año. Mientras, toca esperar y soportar la incertidumbre.


https://www.quoners.es/debate/crees-que-gallardon-sera-capaz-de-dimitir-por-sus-creencias

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