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Hacienda aceptó como garantía de Arturo Fernández fincas ya embargadas

JUAN ANTONIO BLAY

El empresario Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña CEIM y defensor a ultranza del liberalismo empresarial y económico, no ha tenido ningún empacho en negociar con la Hacienda pública para beneficiarse de un trato particular considerado 'atípico', según fuentes fiscales consultadas por Público

En tan solo un día, el 11 de octubre de 2011, Arturo Fernández firmó cuatro hipotecas sobre dos propiedades suyas por valor de casi 1,5 millones de euros (1.488.114,20) a favor del Estado. Se trata de dos inmuebles  -planta baja y el primer piso- situados en el edificio número 7 de la calle Jovellanos de Madrid donde se encuentra uno de sus restaurantes más afamados, Edelweiss, justo detrás del Congreso de los Diputados.

Dos de las hipotecas, por valor de 848.321,15 euros y 135.751,19 euros, cargan la planta primera, mientras que las dos restantes, cifradas en 434.510,10 euros y 69.531,76 euros, gravan el bajo. Las correspondientes escrituras fueron formalizadas el mismo día y ante el mismo notario, según queda reflejado en las anotaciones realizadas sobre estas fincas en el registro de la propiedad número 2 de Madrid.

Estas hipotecas a favor del Estado, un procedimiento calificado como 'extraño' por las citadas fuentes, fueron aceptadas posteriormente en sucesivas certificaciones emitidas por la Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Madrid, según consta en sucesivas anotaciones efectuadas por la titular del registro de la propiedad.

Sin embargo, la constitución de estas cuatro hipotecas en una sola operación notarial y su posterior aceptación por la Hacienda pública se realiza sobre unas propiedades que ya estaban hipotecadas con anterioridad, y no por cantidades menores. Así, la planta baja en la que se asientan los salones principales del restaurante tiene una carga hipotecaria por valor de 728.000 euros a favor del Banco de Santander, según figura en la escritura inscrita previamente.

Por su parte, la planta primera, donde existen salones privados del restaurante, soporta otra hipoteca a favor de la misma entidad financiera por valor de 672.000 euros. Ambas quedaron formalizadas el 27 de julio de 2011 por un plazo de siete años. Según las citadas fuentes, 'llama poderosamente la atención el hecho de que el Estado, en concreto la administración tributaria, admita unas hipotecas sobre bienes previamente hipotecados. Es algo anómalo; incluso que la entidad financiera no haya puesto objeciones'.

Pero la cosa no queda ahí. Siete meses después de la constitución de las citadas cuatro hipotecas, y cuando dos de ellas no habían sido aceptadas por la Agencia Tributaria, la operación vuelve a repetirse, concretamente el día 14 de junio de 2012. En esta ocasión es algo más modesta, pero por cantidades también muy importantes: la planta baja vuelve a registrar la carga de una nueva hipoteca por valor de 233.995,64 euros; la planta primera, a su vez, soporta otra hipoteca por valor de 22.853 euros. Ambas, también, a favor del Estado que no certifica su aceptación, también a favor de la Agencia Tributaria, hasta el mes de octubre de 2013 mediante sendas certificaciones.

En total, las seis hipotecas con la Agencia Tributaria suman casi 1,5 millones. Si se añaden las dos cargas hipotecarias suscritas con anterioridad con el Banco de Santander -por valor de 1,4 millones de euros- el total se acerca a los 3 millones de euros. Fuentes inmobiliarias consultadas por Público aseguran que las dos propiedades no alcanzan ese valor 'ni en el momento más alto de los precios antes de la crisis; por supuesto, ahora no llega ni a la mitad de esa cantidad'.

Arturo Fernández aseguró a este periódico la semana pasada 'por mi santa madre' que no tenía dinero para justificar que no podía pagar las tres nóminas que adeuda a sus trabajadores por encontrarse en concurso de acreedores; sin embargo sí devolvió a una cuenta de la Fundación Caja Madrid los 37.000 euros gastados con su tarjeta 'black' de esta entidad financiera durante los años que fue consejero.

También negó su deuda de 40.000 euros con la comunidad de propietarios del edificio de la calle Jovellanos por no haber dado su consentimiento. Sin embargo, sus convecinos sostienen que las obras responden a una imposición de la Inspección Técnica de Edificios del Ayuntamiento. 'Arturo miente', sentencian desde la comunidad de propietarios.

Se da la circunstancia de que el día en que Arturo Fernández firmó las dos primeras hipotecas con el Banco de Santander que gravan las dos fincas del restaurante Edelweiss usó su tarjeta 'opaca'. En concreto, el 21 de julio de 2011 el presidente de CEIM y del grupo Cantoblanco gastó 213 euros en un establecimiento identificado como 'Roger y Myriam' dedicado a peluquería, instituto de belleza y gimnasio.

Días después de firmar sus primeras cuatro hipotecas a favor del Estado volvió a acudir a este establecimiento en el que gastó 285 euros. En su último medio año de uso de la tarjeta 'opaca' gastó algo más de 7.000 euros. Justo cuando se dedicó a firmar hipoteca tras hipoteca sobre una de las joyas de su red de restauración, el restaurante Edelweiss.

Cada una de las seis hipotecas a favor de la Agencia Tributaria se encuentran en estos momentos gravadas por procedimientos de 'ejecución hipotecaria', según consta en las inscripciones realizadas por la registradora de la propiedad de los certificados emitidos por la entidad recaudadora de la Hacienda pública con fecha del 26 de marzo de 2014. Sin embargo, hasta primeros de agosto no figura ninguna otra inscripción que suponga modificación alguna de la situación legal de estas dos propiedades.

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