Podemos afronta este viernes el último trámite para aupar a Pablo Iglesias a la Secretaría General de la formación. No se esperan sorpresas, por lo que apenas 11 horas después del cierre de las urnas, a las 23:59 horas del viernes, el partido anunciará los resultados de la votación de candidatos, y previsiblemente Iglesias y su equipo tomarán el timón de Podemos.

Para elaborar sus listas al Consejo Ciudadano y la Comisión de Garantías Democráticas, el líder de la formación ha apostado por su círculo de confianza: miembros del equipo técnico que en su día escogieron los votantes de Podemos, compañeros que colaboraron en los documentos ético, político y organizativo de Iglesias -refrendados por la Asamblea Ciudadana- y los más destacados compañeros del eurodiputado en el Círculo Complutense, el núcleo duro de Pablo Iglesias.

Más de la mitad de los miembros de su lista son politólogos, licenciados en Derecho y en Filosofía

Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Luis Alegre ocupan los primeros puestos de la lista de la formación a la directiva (62 plazas), mientras que la abogada de Podemos, Gloria Elizo, encabeza la lista a la Comisión de Garantías Democráticas (10 asientos).

Otros destacados miembros de su equipo son la eurodiputada Tania González o el exeuroparlamentario Carlos Jiménez Villarejo, en una lista mayoritariamente compuesta por politólogos, licenciados en Derecho y en Filosofía. De hecho, más de la mitad de sus miembros son profesionales con estudios en estas áreas, aunque entre las filas de Claro que Podemos hay también periodistas, trabajadores sociales, licenciados en Historia, un ingeniero y dos biólogos.

Específicamente, en la lista al Consejo de Garantías hay seis juristas, aunque la naturaleza de este organismo requiere que al menos cinco de los miembros del Consejo sean profesionales del Derecho.

La inmensa mayoría cuenta con estudios superiores, muchos tienen experiencia docente, y otros tantos están vinculados con movimientos sociales como Juventud Sin Futuro o la PAH; algunos están en el paro, otros están al frente de empresas privadas o son trabajadores públicos, pero la mayoría tienen en común su cercanía al núcleo duro de la formación, o el haber sido miembros activos de Podemos desde el inicio de su andadura.

En total, más de 1.400 personas han presentado sus candidaturas al Consejo Ciudadano (1.033), a la Comisión de Garantías (270) y a la Secretaría General (68 personas). El miércoles, más de 60.000 de los 240.000 inscritos en Podemos ya habían votado, pero la formación espera que esta cifra se incremente considerablemente antes de la medianoche del viernes. 

El sábado, Podemos celebrará el fin de su Asamblea Ciudadana Sí Se Puede, que durante dos meses ha servido para establecer las líneas a seguir por la formación y ha dibujado el esqueleto del partido, además de decidir quiénes se pondrán al frente de Podemos.

A partir de las 11 de la mañana, en el Teatro Apolo de Madrid, la joven fuerza política anunciará los nombres de los elegidos para copar los cargos orgánicos -las listas son abiertas, no es necesario votar por grupos-, en un encuentro en el que el nuevo secretario general será arropado por el líder de la Coalición de Izquierda Radical griega (Syriza), Alexis Tsipras.

Desde ese momento, Podemos pasará a edificar sus estructuras municipales y autonómicas, y a elegir a sus representantes a esos niveles -en la directiva hay reservados 17 puestos para los secretarios generales autonómicos-, y podrá concentrarse en definir su programa electoral en base a las líneas adoptadas por la Asamblea.

Para financiar las actividades de estos dos meses, Podemos ha recaudado más de 130.000 euros a través de una campaña de crowdfunding,-logró el objetivo este jueves-, el método predilecto de la formación para financiarse. El grueso de esta inversión se destinó a financiar el encuentro presencial en el Palacio de Vistalegre (18 y 19 de octubre), en el que Podemos dio un golpe sobre la mesa, demostrando a los partidos tradicionales que ha crecido, y que su objetivo de convertirse en una fuerza política de primer orden va en serio.