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El administrador de Gürtel se alarma: "¿Unos costes de 15.000 y una factura de 615.000 euros? No estoy loco"

Pablo Crespo revela que ha tenido “muchísimas reuniones” con el gestor suizo Arturo Fassana, supuesto gestor de fortunas españolas en paraísos fiscales y salpicado por los Papeles de Panamá. La fiscal no pregunta nada.

Los periodistas siguen desde la sala de prensa de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, la declaración del considerado número dos de la trama Gürtel y ex secretario general del PP gallego, Pablo Crespo./ EFE

SAN FERNANDO DE HENARES (MADRID).- “¿Quiere usted decir unos costes de 15.000 y una factura de 615.000 euros? Es imposible”. El número dos de la trama Gürtel, Pablo Crespo, ha reaccionado con alarma al ser preguntado en el juicio por una factura pagada por el Ayuntamiento de Majadahonda (Madrid).

La fiscal, Concepción Sabadell, le preguntaba por detalles de las facturas que pagó el Ayuntamiento de Majadahonda a las empresas de Gürtel por la creación de unas oficinas de atención ciudadana. Y Crespo recurría al mantra del “me pierdo con las facturas” o “yo de esto no tengo ni idea” con el que responde ante los detalles de la facturación, que dice desconocer a pesar de ser el gestor de Gürtel y el transmisor de las órdenes de Francisco Correa, el líder de la organización.

De repente, Crespo ha caído en la cuenta de que la fiscal le había exhibido unos costes de producción de poco más de 15.000 euros —obtenidos de la contabilidad incautada en los registros— y que en la pantalla aparecía una factura superior 615.000 euros.

“Eso es imposible. Un margen de beneficio de ese volumen. Para nada. No puede ser… es un disparate”. Pablo Crespo iba subiendo de tono porque, si esa diferencia fuera real, “tendría que decir que quien lo ha diseñado es un loco y como no me puedo llamar loco, no puedo aceptar que sea así”. Crespo espera que la persona que realizó estos trabajos, la procesada Isabel Jordan, aclare esta diferencia cuando sea interrogada, según fuentes de su defensa.

El número dos de Gürtel se ha escudado en la primera sesión de su interrogatorio en que obedecía las órdenes de Correa, el dueño mayoritario de las empresas quien estaba oculto porque había decidido ser opaco a Hacienda. Era “transmisor de órdenes, receptor de órdenes” y encargado de “algunas gestiones”. Entre dichas gestiones están sus reuniones con Arturo Fasana, el contable suizo de Gürtel, pero no el trato con políticos del que se encargaba Correa.


“Con el señor Fasana no he tenido una, he tenido muchísimas reuniones”, ha asegurado a la fiscal Sabadell. Crespo aludía así al bróker internacional suizo Arturo Fasana, salpicado por el caso de los Papeles de Panamá, gestor de los fondos de Correa en paraísos fiscales y señalado como testaferro de fortunas de VIPS españoles. La fiscal Concepción Sabadell ha dedicado 30 segundos al testaferro Fasana, para pasar a interrogar a Crespo por las oficinas de atención al ciudadano de Majadahonda.

La estrategia de Pablo Crespo busca la nulidad del caso Gürtel que se juzga en la Audiencia Nacional, en la sede de San Fernando de Henares (Madrid), aunque las supuestas vulneraciones de sus derechos fundamentales que esgrime ya han sido resueltas a lo largo de la instrucción. Crespo se ha negado a asumir sus declaraciones ante la policía y el primer juez instructor del caso, Baltasar Garzón.

Las primeras fueron obtenidas “en unas condiciones de amenazas y de presión continúa del agente instructor", al que ha identificado con su número de placa y del que ha dicho que le amenazaba "blandiendo la LECrim [Ley de Enjuiciamiento Criminal]. Declarará como perito en este juicio.

Su declaración ante el juez Garzón se produjo después de tres días encerrado en unos calabozos “peores que las mazmorras de la Edad Media”, sin saber si era de día o de noche.

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