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Análisis El PP se lo juega todo al naranja en Andalucía

Moreno reconoce que no va a ganar al PSOE y apuesta por sumar con Ciudadanos para gobernar por primera vez la Comunidad

El portavoz del PP-A, Juanma Moreno, durante su intervención en un debate sobre el estado de la Comunidad. EFE/José Manuel Vidal

raúl bocanegra

Juanma Moreno (Barcelona, 1970) es el presidente del PP de Andalucía. Afrontará en el momento en que Susana Díaz convoque las elecciones sus segundas autonómicas. En la primera ocasión, no le fue bien. Tres años después de que el eterno Javier Arenas le ganara por primera vez las autonómicas al PSOE con el 40% de los votos y 50 escaños -aunque no le sirviese para gobernar-, Moreno obtuvo un mal resultado. Sacó 33 escaños, por 47 del PSOE, y un 26% de los votos, por el 35% del PSOE.

En su descargo hay que decir que Moreno llegó al cargo solo un año antes de aquellas autonómicas, y que lo hizo directamente desde Madrid, impuesto por la dirección nacional, por el expresidente Mariano Rajoy y su vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, sin contar con el respaldo de señalados alcaldes -el verdadero poder del PP en Andalucía-. Venía también con otro hándicap: su puesto en el ministerio de Sanidad de Ana Mato (ella misma señalada por la Gürtel), cuya gestión se distinguió por aplicar con rigor los recortes con los que el presidente Rajoy comenzó a gobernar.

Si en la anterior ocasión, en 2015, los 33 escaños contaban con atenuantes, ahora el resultado es 100% de su responsabilidad

Moreno aterrizó además en Sevilla en medio de una crisis interna, después del paso atrás de Arenas tras su victoria-derrota y del interregno del exministro Juan Ignacio Zoido, a la sazón alcalde de Sevilla, que prefirió presentarse a la reelección a la alcaldía en lugar de ser el candidato a la Junta. A Moreno también le afectó la irrupción de Ciudadanos en su ámbito político, que arañó 9 escaños y que con su entrada configuró finalmente un Parlamento de cinco partidos.

Así que, se podría afirmar que, si en la anterior ocasión, los 33 escaños contaban con circunstancias atenuantes, en esta ocasión el resultado de Moreno, el del PP andaluz, será al 100% de su entera responsabilidad

La Pax Casado es la que manda por el momento en el PP en Andalucía, y por tanto, Moreno tendrá su segunda oportunidad. Sin embargo, podría no haber una tercera para Moreno, quien en las primarias apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría, su gran valedora. En numerosos círculos políticos de la Comunidad se da por hecho que o bien Moreno mejora los 33 escaños de 2015, lo cual no parece probable si se hace caso a las previsiones de los sondeos, o bien gobierna, o bien está muerto (políticamente, se entiende).

Presidente con Ciudadanos

Así, Moreno, en este contexto, esta mañana en el Senado, intervino en una reunión de su grupo y se lo jugó todo al naranja. Moreno reconoció que en solitario no le gana al PSOE y, desterrando de plano el principio de la lista más votada, defendido con ahínco por su partido hasta ahora, se mostró convencido de que será el próximo presidente del Gobierno andaluz si tras las próximas elecciones autonómicas su partido y Ciudadanos suman 55 escaños, la frontera de la mayoría parlamentaria en la Cámara andaluza.

“La presión que va a tener el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, antes de unas elecciones generales, autonómicas y municipales, va a ser brutal”, dijo Moreno, antes de añadir que si el PP-A y Cs consiguen la mayoría parlamentaria en Andalucía, será presidente de la Junta. “Ese es el objetivo, y es un objetivo alcanzable y que acariciamos casi con la yema de los dedos”, recoge Europa Press.

"Estamos a uno o dos escaños de que el bloque PP-Ciudadanos pueda alcanzar un gobierno de cambio"

Arenas no pudo gobernar en 2012, porque el PSOE, dirigido entonces por José Antonio Griñán, cerró un Gobierno de coalición con IU, liderado por Diego Valderas. “Ahora -dijo Moreno- hay una opción, Ciudadanos. Estamos a uno o dos escaños de que el bloque PP-Ciudadanos pudiéramos alcanzar un gobierno de cambio”. Lo que no dijo Moreno son dos cosas. Que, hasta ahora, ningún sondeo da una mayoría absoluta de Ciudadanos y PP en Andalucía, aunque no andan muy lejos entre los dos, y que podría suceder que Ciudadanos quedara por encima del PP, lo que sí ha pronosticado alguna encuesta.

Esta es también la apuesta de Rivera, quien en los análisis que le llevaron a romper con el PSOE en Andalucía, está esa posibilidad, la de gobernar con el PP. Lo que sucede es que lo que busca Rivera es lo contrario que Moreno. Que su lugarteniente Juan Marín sea el presidente. En todo caso, ambos partidos coinciden. Si les alcanza juntos, sea de una o de otra manera, gobernarán Andalucía y acabarán con la infalibilidad del PSOE en esta Comunidad.

Moreno agregó en la reunión con sus compañeros de partido que el PP andaluz está “ante una posibilidad más cierta que nunca de ganar en Andalucía” y aseguró que ha podido comprobar que en Andalucía hay “un cambio sociológico y de percepción, y si es en Andalucía también es en el resto de España”. “Estamos recuperando votos, entonces es que somos los líderes en España digan lo que digan las encuestas, y vamos a volver a ganar a nivel nacional y en Andalucía”, auguró el presidente del PP-A antes de pedirle a sus compañeros de partido que le apoyen en esta campaña porque el resultado de estas elecciones “es muy importante para la estabilidad política de España, para el proyecto común y compartido del PP”.

Ambos coinciden. Si les alcanza juntos, gobernarán Andalucía y acabarán con la 'infalibilidad' del PSOE

Moreno introdujo en el análisis de los resultados electorales de su partido en Andalucía un clásico del discurso conservador. Para el PP, Andalucía es un lugar en el que el PP “sufre una maquinaria política-administrativa probablemente que, junto a Cataluña, es la más poderosa que hay, una maquinaria que ha generado una red clientelar y que ha provocado unas actitudes que impiden los espacios de debate, pluralidad y diversidad, y donde se ahoga muchas veces la voz crítica del PP”, recoge Europa Press. El PSOE siempre responde con el mismo argumento a este análisis: en Andalucía se vota con libertad desde las primeras autonómicas: las de 1982.

Moreno afirmó sobre el rumor constante de adelanto electoral que sacude a diario la política andaluza, azuzado por la ruptura del acuerdo de investidura entre Ciudadanos y PSOE, que “no hay un problema de estabilidad política”. Y puso como ejemplo de ello que en el próximo Pleno podrían aprobarse tres leyes. Así, Moreno señaló que, de producirse el adelanto, la causa real será el interés “particular” del PSOE andaluz y de Susana Díaz.

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