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Competencia fiscal Andalucía paga menos que Madrid por herencias inferiores a 250.000 euros

PP y Ciudadanos presionan a Susana Díaz para que elimine el impuesto de sucesiones y donaciones, del que están exentos el 93% de los herederos declarados. Los andaluces pagan 100 veces más que los madrileños por herencias superiores al millón de euros

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, conversa con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en presencia del rey Felipe VI, antes de posar para la foto de familia de la Conferencia de Presidentes. Detras, la presidenta madrileña Cristina Cifuentes charla con la navarra Uxue Barcos. EFE

DANIEL CELA

Hay tres asuntos agarrados como una araña al debate político andaluz, temas que los partidos de la oposición usan recurrentemente para asaltar los muros del Gobierno autonómico: el futuro político de Susana Díaz en Madrid; las críticas a la gestión de la sanidad pública y el impuesto de sucesiones y donaciones. Este último, una tasa de titularidad estatal cuya gestión está cedida a las comunidades desde 1997, se ha convertido en una obsesión y el principal caballo de batalla para el PP andaluz. Con tanto denuedo e insistencia, que incluso el líder popular, Juan Manuel Moreno, ha pagado una reciente campaña publicitaria con motivo del 28-F, día de Andalucía, en la que aparece su rostro sobre un eslogan que exige a la Junta la supresión del impuesto sobre las herencias.

Que la cara de Moreno aparezca en los carteles del PP-A por el 28-F tiene sentido, porque la encuesta sobre intención de voto con más tirón de las que se publican en Andalucía acaba de constatar el bajísimo índice de popularidad del malagueño tras tres años como líder de la oposición (apenas lo conoce el 56% de los andaluces). Pero unir el día de Andalucía a la rebaja de este impuesto suena raro, habida cuenta de que el 93% de los herederos que declararon el impuesto de sucesiones en 2016 estuvo exento de pagar a Hacienda, y sólo un 2% de los familiares directos (de padres a hijos) tuvo que abonar algo, según los últimos datos de la Agencia Tributaria andaluza.

Hasta el pasado 30 de septiembre, la Consejería de Hacienda registró 190.798 autoliquidaciones, pero sólo 14.055 tuvieron un ingreso asociado. Los números son similares al ejercicio anterior (2015), cuando hubo 267.553 declarantes en Andalucía, de los que apenas un 7% (19.487) tuvo que pagar el impuesto de sucesiones. Ademas, de este grupo, sólo 5.653 andaluces (poco más del 2%) eran herederos directos (de padres a hijos). “La derecha ha montado una campaña para defender a 5.000 familias andaluzas, las más ricas de la comunidad, y lo hacen mintiendo y engañando, como los asusta viejas”, advierte el número dos de Susana Díaz, Juan Cornejo.

Soltero y sin hijos

“Un andaluz de 40 años, soltero, sin hijos, en paro y sin patrimonio alguno que herede de sus padres un inmueble valorado en 200.000 euros debe pagar por ello 28.250 euros, mientras que esa misma persona, en la Comunidad de Madrid, sólo tributaría 282 euros, cien veces menos”. Este párrafo aparece en la página web oficial del PP de Andalucía, es el encabezado de la campaña Que no te quiten tu herencia, que los populares están difundiendo para denunciar que el Gobierno andaluz es “el que más impuestos cobra de España por heredar, que unos 40.000 andaluces y cientos de empresas se mudan a Madrid cada año para no tener que pagar esta tasa y que miles de andaluces se ven obligados a renunciar a sus herencias, porque no pueden hacer frente al impuesto que pesa sobre ellas”.

En Andalucía, hasta el año pasado, si los bienes que percibía un heredero tenían un valor en base imponible no superior a los 175.000 euros, los beneficiarios estaban exentos de pagarlo. Pero sólo un euro por encima de esa cantidad, los andaluces eran de los que más pagaban a Hacienda por recibir una herencia, entre el 7,5% y el 34% del valor neto de los bienes y derechos recibidos. Es decir, que hasta diciembre del año pasado, el ejemplo que aparece en la web del PP-A era real: a un hombre soltero y sin hijos que heredaba una vivienda tasada en 200.000 euros, Hacienda le retenía una cuota de 28.250 euros.

Pero la ley cambió a partir del 1 de enero de este año, gracias a la iniciativa de Ciudadanos, que forzó a sus socios en el PSOE a rebajar el impuesto. Ahora, el impuesto de sucesiones sólo se paga en Andalucía a partir de una herencia de 250.000 euros, por debajo de esta cifra están exentos. Por ejemplo: en un matrimonio con dos hijos, con un patrimonio de un millón de euros, y con bienes gananciales (el supuesto más común), si falleciera el padre, sus tres herederos (viuda e hijos) no pagarían nada. Para bases imponibles más altas (entre 250.000 y 350.000 euros) PSOE y Ciudadanos pactaron una reducción adicional de 200.000 euros, de modo que las herencias por individuo comprendidas en ese intervalo sólo tributan por el exceso sobre los 200.000 euros. Es decir, que si la herencia alcanza los 270.000 euros, el heredero tributará sobre 70.000 euros.

Oasis fiscal madrileño

Madrid tiene bonificado al 99% la tasa sobre herencias y, por tanto, los contribuyentes pagan menos de media que en Andalucía. Pero con matices: en la comunidad presidida por Cristina Cifuentes, por ejemplo, se paga poco pero se paga a partir de herencias muy bajas, cosa que no ocurre en Andalucía. Por una herencia de 50.000 euros, Hacienda retiene a un madrileño 30,78 euros, y a un andaluz, nada. Lo mismo ocurre con una donación de 100.000 euros, el madrileño pagaría 98,31 euros, y el andaluz, nada. Por debajo de 250.000 euros, la comparación entre Madrid y Andalucía beneficia a la segunda, porque aquí las herencias de ese volumen están exentas.

Por encima de esa cifra, el impuesto se inclinaría claramente a favor de los madrileños: por una herencia de 300.000 euros, Hacienda retiene 513,87 euros a un madrileño, mientras que un andaluz pagaría 12.415,86 euros (11.901 euros más). Y para una herencia de un millón de euros, la diferencia es abismal: mientras que en Madrid se pagaría en impuestos 2.753,19 euros; en Andalucía la retención se dispara hasta los 275.335,09 euros.

Hace pocas semanas, el REAF, del Consejo General de Economistas publicó un estudio sobre fiscalidad comparada con algunos ejemplos que ilustran bien la falta de armonía fiscal en España: Una herencia de 800.000 euros (de los que 200.000 corresponderían a la vivienda del fallecido) debe tributar casi 165.000 euros en Andalucía, y poco más de 1.580 euros en Madrid. Este dato le ha servido tanto al PP andaluz para exigir a la Junta que bonifique al 99% el impuesto de sucesiones (o sea, que lo suprima) como a Susana Díaz para acusar al Gobierno de Cristina Cifuentes de practicar el dumping fiscal (competencia desleal con el resto de territorios).

Pese a las diferencias entre Madrid y Andalucía, la recaudación que hacen ambas comunidades por el impuesto de sucesiones no es muy distinta. De hecho Madrid tiene las tasas más bajas, pero debido a a que la renta media per capita y los salarios son más altos que en el resto de territorios, ingresó más por la tasa sobre herencias que Andalucía: 550 millones frente a los 512,7 millones que se recaudaron en el sur, según datos del Ministerio de Hacienda correspondiente a 2016.

El PP denuncia que cada año 40.000 andaluces se trasladan a vivir a la capital para no pagar esta tasa, pero no existe una cifra similar en el registro del Instituto Nacional de Estadística (INE). Entre 2008 y 2016, según datos oficiales, se han mudado a Andalucía 400.000 residentes de otras comunidades. En el mismo periodo, el único territorio que supera a Andalucía en llegada de ciudadanos de otras regiones es Madrid, pero cada año, 8.000 residentes de la capital se trasladan a vivir a Andalucía. En 2015, 12.588 andaluces se mudaron a Madrid (el INE no recoge los motivos de los traslados) y 8.103 siguieron el camino inverso. Además, el año pasado, 466 empresas hicieron su mudanza fiscal de otras comunidades a Andalucía, y 335 firmas andaluzas se marcharon fuera, de modo que el balance positivo fue de 131 empresas para esta región.

5.000 andaluces renuncian a su herencia

El PSOE andaluz también sostiene que es una “falacia” atribuir la renuncia de las herencias al impuesto de sucesiones, y apunta a que las causas son diversas (también se incluyen las herencias negativas, es decir, las deudas del fallecido), y a que no es un suceso exclusivo de Andalucía. Desde 2007, inicio de la crisis, la renuncia de herencias se multiplicaron en todo el país. Los socialistas denunciaron recientemente que en los tres primeros trimestres de 2016 se produjeron 28.295 renuncias a herencias en España, pero obviaron el dato andaluz. Según el Consejo General del Notariado, entre 2011 y 2015 se produjo en Andalucía un incremento en la renuncia a herencias superior a la media nacional: un 179% más (de 2.443 a 6.829) frente al aumento del 98% que se produjo en el conjunto del Estado. La tendencia parece haberse afianzado, puesto que los últimos datos conocidos de renuncias de herencias en Andalucía (hasta el tercer trimestre de 2016) asciende a 5.106 familias.

Cuadro sobre la diferente tributación de las herencias en Madrid y en Andalucía.

Cuadro sobre la diferente tributación de las herencias en Madrid y en Andalucía.

Susana Díaz defiende el impuesto de sucesiones porque grava a los más ricos, y acusa al PP de hacer bandera de él, porque defiende a los más pudientes. PP y Ciudadanos presionan a la Junta para que elimine esta tasa, han llevado varias veces el asunto al Parlamento, y los socialistas han logrado mantenerla gracias a los votos de Podemos e IU. Pero el asunto es más complejo, porque también enfrenta a territorios, dado las notables diferencias que existen por heredar en una región y otra. También Díaz ha usado el impuesto sobre las herencias como ariete contra el Gobierno de Madrid, por tener la fiscalidad más baja de todas la comunidades y ejercer en la práctica como “un paraíso fiscal”.

Las comunidades del PSOE han llevado este asunto a la Conferencia de Presidentes autonómicos, donde vinculan el desequilibrio en el impuesto de sucesiones por territorios con la demanda de una mayor armonización fiscal, que los socialistas han vinculado intencionadamente a la reforma del modelo de financiación autonómica (aunque este impuesto no afecta al reparto de fondos del Estado a las comunidades, porque ya está en manos de las regiones). Pese a todo, la presidenta andaluza suele repetir, de forma machacona, que quienes pagan impuestos no son los territorios, sino las personas, y que “las regiones mejor financiadas pueden permitirse reducciones fiscales que no están al alcance de quienes reciben menos fondos”.

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