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Podemos: un año en el intento de asaltar los cielos desde la centralidad 

El 18 de octubre de hace un año, el partido político sometió a discusión y votación los documentos que debían marcar su estructura, organización y acción política. Un año después, Juan Carlos Monedero, Rita Maestre, Pablo Echenique, Luis Alegre y Jaime Pastor reflexionan sobre los aciertos y errores que se cometieron durante aquel fin de semana.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante su intervención en la asamblea fundacional del partido, junto a Juan Carlos Monedero, Tania González e Iñigo Errejón. -JAIRO VARGAS

ALEJANDRO TORRÚS

MADRID.- Cerca de ocho mil personas esperan entre gritos de "a por ellos", 'sumando podemos' o coreando el gran éxito semántico de la formación, el "Sí se puede". Los asistentes han llegado desde diferentes puntos del Estado. Algunos de ellos, de hecho, han pasado la noche entera en un autobús para poder participar en la primera Asamblea Ciudadana de Podemos. A las 11.59, una hora después de lo previsto, Pablo Iglesias sube al escenario. El aplauso es atronador. A veces cuesta distinguir si Iglesias es un líder político o una estrella de rock. Él lo deja claro allí mismo: "Soy un militante más" y define el objetivo vocacional de Podemos: “El cielo no se toma por consenso: se toma por asalto” y la posición idónea para lanzar el ataque: "La centralidad del tablero".

"Hoy empieza a nacer una organización política que está aquí para ganar y para formar gobierno”, exclamaba Pablo Iglesias desde el escenario del emblemático palacio de Vistalegre. Era el 17 de octubre de 2014 y Podemos estaba constituyéndose lanzando una advertencia al resto de fuerzas políticas: llegaban para ganar. Los datos de participación de aquél día eran abrumadores: 600.000 participantes en Reddit participando en el debate de los documentos organizativos del partido, alrededor de 130.000 inscritos para las votaciones y 150.000 personas que en algún momento conectaron en streaming para seguir en directo la asamblea. 

"Parece mentira que haya pasado sólo un año. Todos en el partido tenemos la sensación de que han pasado años, décadas, desde aquello. Da un poco de vértigo ver todo lo que ha pasado desde entonces, pero es gratificante ver que sólo con nuestra presencia ya hemos conseguido cambios", explica a Público Luis Alegre, actual secretario general de Podemos Comunidad de Madrid y responsable de organización de la asamblea, que recuerda el enorme éxito de las candidaturas de unidad popular de Podemos en las municipales y la importancia de pasar de no existir a tener papeles relevantes en la mayoría de parlamentos autonómicos.

"Parece mentira que haya pasado sólo un año. Todos en el partido tenemos la sensación de que han pasado años, décadas, desde aquello", dice Luis Alegre

Desde Vistalegre, Podemos armó la estructura de lo que Iñigo Errejón llamó "una maquinaria de guerra electoral". Podemos había nacido para ganar las elecciones generales y a este objetivo dedicarían la mayoría de los recursos. Ahora, con la perspectiva que otorga el paso del tiempo, Juan Carlos Monedero distingue entre los aciertos y los errores que, a su juicio, hay que ir corrigiendo.

"Vistalegre nos ha permitido llegar a las elecciones generales con posibilidades de gobernar este país. Pero también hemos pagado peajes. Hemos primado este tiempo la condición electoral de Podemos. Le dimos más importancia a todo lo que era representativo: la televisión, determinadas reuniones, juntarnos con un líder sindical antes que con los trabajadores... Y fuimos sacrificando la parte más cotidiana. La de estar más pegados a la gente que se ilusionó con Podemos. Perdimos esa irreverencia, esa desobediencia y la impertinencia inicial", reflexiona el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, que acude a la máxima de Rousseau para explicar lo sucedido: "Cuando representas a algo es porque algo no está presente y si representas al pueblo es porque el pueblo no está".

A pesar de ello, el balance que realizan los protagonistas contactados por Público, a excepción de Jaime Pastor, es más que positivo. Así, Luis Alegre incide en el "enorme éxito" que supuso apostar por concurrir a las municipales integrados en candidaturas de unidad popular. "Ahora Podemos está dentro de las fuerzas del cambio que han ganado Madrid y Barcelona para la ciudadanía y no hay que olvidar tampoco que Podemos sigue siendo una fuerza que opta a ganar la presidencia del Gobierno. Ese es otro éxito", recuerda Alegre. 

Los ayuntamientos del cambio

La apuesta por las candidaturas de unidad popular, de hecho, se ha revelado como uno de los grandes aciertos del partido durante aquella asamblea. Juan Carlos Monedero y Pablo Echenique coinciden en la apreciación de Alegre y sacan pecho del éxito de la misma. "A veces nos fijamos demasiado en los errores y no nos damos cuenta de que hemos conseguido cosas muy importantes con gran parte del sistema en nuestra contra", apunta Monedero. 

"Fue una demostración de que éramos diferentes al resto de partidos", apunta Rita Maestre"

El militante de Podemos que más ha sentido el éxito en las candidaturas de unidad popular es, probablemente, Rita Maestre. La joven politóloga ha pasado de ser una activista más por el cambio político a ser la portavoz del Ayuntamiento de Madrid: "Mi vida ha cambiado mucho. Ahora tengo una responsabilidad que hace un año no me hubiera imaginado. No porque no confiáramos en la candidaturas municipalistas, pero una cosa es confiar y otra cosa es verte con la responsabilidad de ser la portavoz del Ayuntamiento. Ha pasado un año pero lo volvería a hacer igual. Hemos visto que sí se puede", explica Maestre a este periódico.

Para Maestre, la Asamblea Ciudadana de Podemos en Vistalegre fue un evento "histórico". "Era la primera vez que en España se producía un encuentro abierto a toda la ciudadanía, a los presentes y a los que nos veían por streaming, donde se debatieron, votaron y aprobaron las líneas fundamentales de la organización durante un año. Eso se hizo delante de la prensa y de todo el que quiso acudir. Fue una demostración de que éramos diferentes y ahora, en menor medida, todos los partidos están aplicando dosis de transparencia, apertura y participación", apunta Maestre. 

La última discusión del 15M

Al debate de Vistalegre, cabe recordar, se llegó con dos grandes proyectos para el futuro de Podemos. El primero, el del equipo de Iglesias, Errejón, Monedero, Alegre y Bescansa, que trataba de buscar el equilibrio entre la participación de la ciudadanía y la efectividad en la acción política; mientras que el segundo proyecto, Sumando Podemos, tenía el apoyo de tres eurodiputados en aquel momento: Pablo Echenique, Teresa Rodríguez y Lola Sánchez y apostaba por una estructura más asamblearia que contaría además con tres secretarías generales. 

"A día de hoy no sé si Podemos sería mejor con los textos que nosotros presentamos. Seguramente hubiese tenido ventajas, como que las decisiones podrían haber sido más colegiadas, pero también hubiese tenido muchos inconvenientes. No obstante, diría que hay un consenso en Podemos, y estamos trabajando en ello, en que hay que buscar fórmulas para aumentar la participación de los círculos", señala el secretario general de Podemos Aragón, Pablo Echenique. 

"Había gente que insistía en que había que quedarse en la plaza, como si quisieran recuperar lo que se perdió al abandonar la Puerta del Sol", señala Monedero

El tiempo ha ido suavizando las posturas pero el encontronazo, durante aquellos días, fue palpable. "Los de Podemos tenemos sangre en las venas y cuando debatimos de cosas que nos importan es cierto que hay tensión. Decir lo contrario sería mentir", reconoce ahora Pablo Echenique, que afirma que lo que más recuerda de aquel fin de semana es que la gente "no sólo quería un cambio sino que quería ser protagonista del mismo". 

Para Monedero, aquel debate que se vivió en Vistalegre fue "la última discusión del 15M". "Hubo una discusión que fue como la ultima asamblea del 15M antes de abandonar la plaza. Había gente que insistía en que había que quedarse en la plaza, como si quisieran recuperar lo que se perdió al abandonar la Puerta del Sol. Para mí, hubiese sido un error. Ese tipo de decisiones no nos hubiera permitido hacer frente a las maquinarias electorales de PP y PSOE", argumenta Juan Carlos Monedero.  

El papel de las bases

Uno de los puntos más conflictivos en el debate fue el papel reservado para los círculos, que también ha significado uno de los focos que más críticas ha despertado. Tanto Luis Alegre como Rita Maestre rechazan que la estructura que se aprobó en Vistalegre sea "vertical" y no consideran que éste sea el motivo por el cual hayan bajado los índices de participación o de que se hable de un cierto descontento de las bases del partido.

"Establecimos mecanismos de participación muy amplios combinados con sistemas de revocación. El programa, los cargos, las listas... Todo queda en manos de la Asamblea Ciudadana, donde, además, no se pide el carné a nadie. Rechazo que sea vertical", explica Luis Alegre. Maestre sigue la misma línea: "La realidad es que en Vistalegre se debatieron de forma franca diferentes posturas y después se votaron las diferentes propuestas y ganó la que ganó de forma abrumadora". 

"La apuesta por una máquina de guerra electoral y un modelo de partido basado en una democracia plebiscitaria llevó a que los círculos se quedaran sin el papel que debían ejercer", critica Pastor

Una óptica diferente a la de Maestre y Alegre es la que mantiene Jaime Pastor, fundador de Izquierda Anticapitalista, una organización que participó en la formación del partido: "Mi impresión es que la base activista de los círculos está bastante desmovilizada. Puede haber distintos factores, pero creo que el error partió de Vistalegre. La apuesta por una máquina de guerra electoral y un modelo de partido basado en una democracia plebiscitaria llevó a que los círculos se quedaran sin el papel mediador y de participación en los procesos de deliberación colectivo".

Para Pastor en Vistalegre se votó, sobre todo, un modelo de partido en el que lo electoral era lo prioritario junto a la necesidad de dar confianza política plena al equipo dirigente "que se sentía legitimado" por el resultado de las elecciones europeas. A partir de ahí, el profesor de Ciencias Políticas considera que Podemos cometió el error de optar por un discurso "ultratransversal" que "desdibujó el rupturismo con el que había nacido recogiendo el espíritu del 15M".

Un segundo Vistalegre

Los de Iglesias se enfrentan ahora al hito para el que nacieron: las elecciones generales. Los documentos que se aprobaron en Vistalegre tenían por objetivo garantizar que el partido pudiera enfrentarse a estas elecciones con opciones de ganar. Ahora, que las elecciones están a la vuelta de la esquina, ya comienza a discutirse qué hay que hacer después, independientemente del resultado de las generales. Rita Maestre, por ejemplo, aprecia que el reto ahora debe ser "la generación de un tejido popular que no sólo es político y sí de movimiento, de ocio, de identidad, de participación..."

Juan Carlos Monedero considera que en enero, pase lo que pase el 20D, debe celebrarse una especie de Vistalegre para "reforzar la parte asamblearia de Podemos" y "aumentar la influencia de las bases". "También tenemos que revisar y analizar por qué los profesionales tienen problemas para incorporarse a trabajar con nosotros y poner en marcha otras discusiones que, ahora, en un marco electoral, son imposibles".

Monedero asegura que el objetivo a partir de enero de Podemos debe ser "reconstruir el espacio antaño llamado izquierda"

El profesor de la Complutense asegura que el objetivo a partir de enero de Podemos debe ser "reconstruir el espacio antaño llamado izquierda". "Tenemos que reconstruir un espacio que va a mantener las preguntas de la izquierda pero que no va a mantener las respuestas. Tenemos que asumir la frescura que tuvo el 15M, la impugnación del eje izquierda-derecha y entender que se puede luchar por la emancipación sin cargar con la mochila biográfica de nadie. La emancipación en el siglo XXI tiene contornos diferentes al siglo XX y no podemos ser rehenes de estructuras viejas como son los partidos políticos".

En este sentido, Monedero apuesta por la construcción de un partido-movimiento. En el plano discursivo, el autor de Curso urgente de política para gente decente considera que Podemos debe incidir en el discurso de impugnación de todo lo que "no funciona en la democracia española". "Los elementos que nos llevaron a nacer siguen ahí: Urdargarín está en la calle, Rato también, Bárcenas sigue sin condena, seguimos con una Iglesia retrógrada, siguen los desahucios... Debemos seguir apelando al grueso de la población golpeada por la crisis. Nuestro discurso sigue siendo valido. 

También el profesor de Ciencias Políticas de la UNED Jaime Pastor considera que Podemos debe evolucionar hacia un "partido movimiento" y defiende que se debe abandonar el discurso de "la hipótesis nacional populista": "En Latinoamérica se ha mostrado válido pero aquí ha chocado tanto con la realidad plurinacional del Estado como con el marco Europeo. No tenemos un enemigo en el norte como en Sudamérica", apostilla Pastor. 

Pero antes de todos estos cambios, Monedero incide en que el objetivo ahora es llegar a la Moncloa: "El realismo nos ha llevado a las puertas de La Moncloa y el miedo puede cerrarlas. El miedo es tener oídos a los ataques, situarnos donde nos quieren situar nuestros adversarios. Hemos tenido miedo. Ahora comenzamos a recuperarnos y podemos ganar las elecciones", concluye Juan Carlos Monedero. 

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