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Aznar se presta a auxiliar al PP con el 'aznarismo' ya liquidado

El expresidente asiste a la Convención Nacional del partido y sitúa a uno de sus 'delfines' como portavoz de la campaña para las autonómicas y municipales del 24-M. Rajoy recupera la contundencia del mensaje de su antecesor para asegurarse el voto fiel.

El presidente Rajoy (izq.) y el expresidente Aznar, durante un acto de FAES. EFE

MADRID.- La elección del diputado por Ávila y protagonista creciente de las tertulias de televisión Pablo Casado para ser el portavoz de la campaña del PP para las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo ha sorprendido a propios y extraños. Si bien Casado está considerado una joven promesa del PP desde hace tiempo y trabaja para el partido en temas de redes y otros asuntos relacionados con la comunicación, nadie situaba a Casado "tan pronto" en un puesto tan destacado y que Mariano Rajoy ha creado expresamente para el joven parlamentario, admiten los conservadores.

Además, a nadie en el PP ha pasado desapercibido que la designación de Pablo Casado como portavoz del Comité de Campaña se ha conocido el mismo día que otra importante noticia: la asistencia del expresidente José María Aznar a la Convención Nacional que el Partido Popular celebra los días 23, 24 y 25 de este mes en Madrid. Se da la "no casualidad", advertían en el PP ayer, de que Casado es un hombre de Aznar y de Esperanza Aguirre.

Fiel al expresidente (fue su director de Gabinete cuanto éste abandonó La Moncloa), presente en todos sus actos públicos, integrante del núcleo duro de FAES, expresidente de Nuevas Generaciones de la Comunidad de Madrid o defensor de las tesis de Aznar y Aguirre con idéntica contundencia a la de éstos, Casado es la mejor prueba de que Rajoy necesita a Aznar "para evitar abstenciones y garantizarse el apoyo de la base electoral más fiel al PP", sostienen desde el partido.

Aznar regresa al PP

El desencuentro permanente entre Rajoy y quien le eligió su sucesor ha sido una constante durante la mayor parte de la legislatura, con críticas públicas del expresidente a las políticas del Gobierno (sobre todo, en los temas catalán, fiscal o antiterrorista) o ausencias sonadas del Ejecutivo en actos de Aznar (como en la presentación de su segundo tomo de memorias, en 2013).

Los ministros de Aznar, Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, en una foto de archivo. EFE

Ahora, sin embargo, el propio líder conservador ha llamado al presidente de FAES para que acuda a la Convención y éste ha aceptado. Aznar estará en el acto del PP a finales de mes, pero no sus fieles. Del aznarismo apenas queda nada en las filas conservadoras de Rajoy, pues éste ha ido haciendo limpieza desde que, en 2008, nombró a María Dolores de Cospedal secretaria general del PP. Cayeron hace tiempo los más fieles de Aznar, como Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Francisco Álvarez-Cascos, Rodrigo Rato o Josep Piqué. Durante el mandado de Rajoy (en realidad, el más destacado representante del aznarismo), han ido cayendo Jaime Mayor Oreja, Alberto Ruiz-Gallardón o Ana Mato.

Los únicos representantes del aznarismo que quedan en el Gobierno o en el PP no están en primera fila, pues los que están, son más fieles a Rajoy de lo que nunca fueron a Aznar, como Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, o Jesús Posada, presidente del Congreso. Asimismo, Miguel Arias Cañete, amigo personal tanto de Aznar como de Rajoy, ha perdido presencia en la política nacional tras ocupar un puesto en la Comisión Europea. La mejor representación aznarista en el Ejecutivo de Rajoy, de hecho, era el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, un hombre del núcleo duro de FAES, ahora desparecido tras estallar el caso Nicolás y dejar su imagen bajo mínimos.

En la dirección nacional del PP queda el incombustible Arenas, aunque pierde presencia política a pasos agigantados

Queda en la dirección nacional del PP el incombustible Javier Arenas, aunque sin el feudo andaluz, su peso es cada vez menos relevante. Se mantiene también en el partido Juan Carlos Vera, ahora miembro del comité de campaña para el 24-M y diputado, aunque su presencia pública es prácticamente nula. En el Gobierno de la Comunidad de Madrid está Lucía Fígar, que fuera miembro destacado del grupo de jóvenes aznaristas llamado clan de Becerril y capitaneado por Alejandro Agag, yerno del expresidente, y del que apenas ha sobrevivido nadie políticamente. Fígar, sin embargo, es considerada ya una política antes de Aguirre que de Aznar.

La propia presidenta del PP de Madrid se considera una mujer del expresidente, a quien elogia siempre que tiene ocasión. Si finalmente se convierte en la candidata de Rajoy al Ayuntamiento de la capital, precisamente para sustituir a Ana Botella, la esposa de Aznar, será una importante herencia aznarista en caso de acceder al consistorio madrileño. También la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, es un peso pesado del PP muy identificado con la etapa de Aznar, a quien la baronesa autonómica permanece muy vinculada. La opinión de Rudi, además, sigue gozando de gran predicamento en el seno del PP.

Celia Villalobos (vicepresidenta del Congreso), Luis de Grandes (eurodiputado) o Miguel Ángel Cortés (diputado) fueron también mujer y hombres de Aznar que conservan hoy puestos de escasa influencia política.

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