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Caso Gürtel Francisco Correa pide el indulto para Baltasar Garzón, el juez que abrió la investigación de la Gürtel

“Ha sido tratado de manera injusta” y es “una víctima más, como yo”. El líder del caso Gürtel se ofrece a decir a la Fiscalía “toda la verdad esta vez”, para “ahorrar dinero” al sistema, pero pide acudir “por mi propio pie” y no desde la cárcel.

Francisco Correa, el líder de la trama Gürtel, en la Audiencia Nacional. EFE/Archivo

Julia Pérez

“Solicito el indulto del juez Batasar Garzón”. El líder de las empresas del caso Gürtel, Francisco Correa, ha ejercido su derecho a la última palabra en el juicio por los primeros negocios de esta organización y ha pedido el reingreso en la carrera judicial del magistrado que abrió la investigación contra él porque es “una víctima más como yo de una causa con tintes políticos y no jurídicos”.

Tras 125 sesiones, el juicio ha quedado visto para sentencia con la última palabra del líder de la trama. En su turno, ha defendido su inocencia, y ha ofrecido su colaboración a la Fiscalía para decir “toda la verdad esta vez” pero pide acudir “por mi propio pie” y no desde prisión.

Visiblemente desmejorado, armado con un cuaderno verde y vestido de manera similar a cuando fue detenido, Correa ha reconocido que cometió delito fiscal, pero ha negado que delinquiera por cobrar comisiones, al igual que lo hacen “ministros y expresidentes del Gobierno”.

“He trabajado con grandes multinacionales de este país. Esta empresa no se ha creado para trabajar para el PP ni para delinquir”, ha destacado con énfasis Correa. Él no iba “a ver al señor de obras públicas y de adif… para nada. Yo utilicé las gestiones y mis relaciones para que las empresas privadas” se vieran beneficiadas de las adjudicaciones a cambio de un porcentaje. “No voy a dar nombres porque si no tendría 200 querellas más”, ha apostillado.

Las empresas le decían “oye, que tú tienes una buena relación, consígueme esto. Y si lo consigues, te daremos un porcentaje”, ha asegurado.

“Ministros de este país, expresidentes del Gobierno trabajan de esta manera en muchos países latinoamericanos y en Oriente Medio” a favor de “estas empresas privadas” para que “sean elegidas las empresas españolas y no alemanas o inglesas”.

“¿Dónde está mi falta?”, se ha preguntado ante el tribunal. Y ha respondido: “Ninguna de estas empresas quiso firmarme un contrato”. Él prefería un contrato y facturaba a quien se lo pedía. “Si mañana me dicen que tengo que facturar a Donald Trump, pues facturo a Donald Trump”.

Garzón, víctima de una causa con tintes políticos

Correa ha hecho un ofrecimiento a la Fiscalía: “Mi total colaboración absolutamente de ahora en adelante en todas las causas, en todas” pero le gustaría “ir por mi propio pie” y no trasladado desde la cárcel. “Quiero ahorrarle dinero al ministerio” público, ha defendido.

Ha recordado que lleva más de cuatro años en prisión preventiva –su condena en el caso Fitur está recurrida ante el Supremo- y ha destacado que los encausados de Gürtel son los únicos procesados en casos de corrupción que están en prisión. “Estamos siendo tratados peor que terroristas”.

Con su capacidad de sorprender a pesar de su estado de ánimo, Correa ha dado la sorpresa al proclamar: “Solicito el indulto del juez Batasar Garzón”, el magistrado de la Audiencia Nacional que abrió la investigación en el año 2009 y que fue condenado por ordenar la escucha de estos encausados mientras hablaban con sus abogados.

“Es una víctima más, como yo, de una causa con tintes políticos y no jurídicos” ha explicado, mientras el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, le decía que no era el momento para solicitar la rehabilitación de Garzón.

Durante más de 30 minutos, Correa ha insistido en pedir “igualdad, equidad” para y comaprecer ante la fiscalía “por mi propio pie”.

El empresario ha admitido que cometió delito fiscal, asesorado por despachos fiscales. Y ha destacado: “que empiecen a crear prisiones en España para meter a todas las personas que están en paraísos fiscales”.

Muy afectado, Correa ha tomado la palabra después oír la lectura de una carta leída por el abogado de su exmujer al tribunal en la que defendía su inocencia y le reprochaba el daño causado. “Está siendo injustamente juzgada”, ha dicho al tiempo que negaba que él influyera para que fuera contratada en el gabinete de comunicación del ayuntamiento de Majadahonda (Madrid).

Desconocía el trabajo que realizaba allí y “yo no creo que Maricarmen [Quijano] la utilizara bajo ningún momento”. Fue contratada estando él el Miami y tuvo “un grandísimo problema con ella porque quería irnos a vivir a la costa y bajo ningún concepto” la utilizó para hacer negocios en dicha localidad gobernada entonces por el exalcalde Guillermo Ortega, procesado como él. Y en el tiempo que ella estuvo de administradora de sus empresas se limitó a firmar y no intervino en la gestión.

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