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Comisión del Alvia Gabriel Rufián acusa a Rafael Catalá de haber cruzado “una puerta giratoria como una casa” y el exministro no lo niega

El exministro de justicia, exsecretario de estado de infraestructuras en el momento del accidente del Alvia, ha comparecido en la comisión parlamentaria de investigación del siniestro pocos días después de que se haga público su fichaje por un bufete de abogados que trabaja para la Alta Velocidad española.

El exministro de Justicia y ex secretario de Estadio de Infraestructuras, Rafael Catalá, en su comparecencia en el Congreso. E.P.

MARTA NEBOT

La comparecencia del exministro de Justicia Rafael Catalá en la comisión parlamentaria de investigación del accidente del Alvia del 24 de julio de 2013, en el que fallecieron 81 personas y 144 resultaron heridas, se ha hecho esperar y finalmente se ha producido pocos días después de que se haga público su fichaje por Herbert Smith Freehills, el despacho de abogados de referencia en el asesoramiento de los proyectos más ambiciosos para la construcción de ferrocarriles de alta velocidad.

Gabriel Rufián, el portavoz de ERC en dicha comisión, le ha recordado sus declaraciones del 29 de julio de 2013, 5 días después del siniestro: “El accidente fue gravísimo pero no fue de alta velocidad, como algunos dañinamente están diciendo”.

En aquella comparecencia Catalá, entonces número dos del Ministerio de Fomento, contestó así a un periodista que le preguntó si corría peligro la opción española en el concurso para la alta velocidad en Brasil: “En el concurso de Brasil hay una cláusula que estipula expresamente que no se pueden presentar empresas que hayan tenido accidentes de alta velocidad en los últimos cinco años. Nosotros tenemos que ser muy firmes en que no ha sucedido esto. Si no podríamos quedar fuera del concurso.”

Catalá ha vuelto a cargar toda la responsabilidad en los técnicos y no ha dicho nada sobre los carteles y los anuncios de ADIF y Renfe que denominaban a esta línea “Alta Velocidad”, ni de las declaraciones de José Blanco y de Núñez Feijoo asegurándolo en el momento de la inauguración de la línea, cuando eran ministro de Fomento y presidente de la Xunta, respectivamente.

Rufián, también le ha leído las declaraciones de Teresa Gómez Limón, diputada del PP que fue víctima del accidente: “Catalá me llamó después de ocho días en la uvi. Me presionó para que no hablara mal de Renfe y toda mi familia fue testigo de eso. Me dijo que cómo era posible que una diputada del PP pudiera decir las cosas que estaba diciendo y lo hizo, además, en un momento en que yo estaba muy enferma, muy vulnerable”. El compareciente ha afirmado conocer dicha declaración, que todavía le “duele” y la ha tildado de “incierta”, aunque ha reconocido esa llamada de teléfono. “Todas las llamadas eran de afecto, de solidaridad, de qué podemos hacer para ayudaros…”.

El portavoz de los republicanos también le ha preguntado por Herbert Smith Freehills y el exministro, después de negar que esta agencia le haya fichado, ha reconocido que trabaja para el consejo asesor de esa firma, autorizado por la Oficina de Conflictos de Interés, según su declaración. Hay que recordar que Catalá sigue siendo diputado por el PP y presidente de la Comisión de Interior, desde septiembre del año pasado. Después de cierto rifirrafe, Rufián le ha preguntado contundente: “¿Esta firma está especializada en asesorar al consorcio español en alta velocidad desde lo que está haciendo en nuestro país hasta la Meca? ¿Sí o no?”. “No lo sé, exactamente”, ha sido su respuesta. “Pero creo que sí”, ha añadido después.

En su defensa ante las insinuaciones de Rufián, el exministro y ex secretario de Estado de Infraestructuras ha afirmado con ironía: “Tengo ciertas capacidades pero no tenía la de ver el futuro con cinco años y medio de antelación”; negando de ese modo el hecho de que sigue sosteniendo (hoy mismo lo ha vuelto a hacer- que el accidente no fue debido a la velocidad alta del tren, a pesar del fraude que eso implica.

A su respuesta, Rufián ha contestado categórico: “¿Sabe que pasa? Que esto es una puerta giratoria como una casa de payés, que se dice en mi pueblo. Y usted se puede poner ahora como quiera y sus compañeros lo pueden blanquear como quieran, pero esto se llama puerta giratoria y en un caso como éste es aún más grave”.

El exministro no ha contestado a esta acusación directa y Rufián ha terminado su intervención recordando que se comprometió con las víctimas a hacerles llegar a José Blanco, Ana Pastor y al propio Catalá sus preguntas y así lo ha hecho: “El señor Domínguez me pidió que le dijera si tenía pensado pedir perdón; la señora Cristina Liras me pidió que le dijera que si algún día piensa explicar lo que no dejó investigar y la señora María Concepción Díaz me pidió que le dijera si habría actuado igual si hubiera tenido a alguien en ese tren”.

Catalá no ha respondido a la acusación clara de Rufián y sobre las cuestiones de las víctimas se ha limitado a declarar: “Pues yo creo que habría actuado exactamente igual”, ha defendido la oficina de atención a las víctimas y ha señalado que tuvieron detrás a “todo un país” apoyándolas. Sobre si pedirá perdón ha afirmado que a él “no se le caen los anillos” […] “Si toca, no tendré ningún inconveniente. No me parece que sea nada que me deje en peor posición pedir perdón si hubo alguna cuestión que justifique esa petición de perdón”, ha dicho para cerrar y después se ha bebido un buen vaso de agua enterito.

Durante su declaración a lo largo de la mañana, también ha negado que nadie de su departamento cargara contra el maquinista. “Lo he leído pero no se puede afirmar con rigor intelectual”, ha dicho, poniendo directamente en duda una información de La vanguardia. “Se dijo de todo. Pero ningún responsable del ministerio trasladó la responsabilidad al maquinista”, ha asegurado. También ha defendido a la CIAF y su independencia, a pesar de los informes de la Unión Europea que la niegan sin paliativos.

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