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Los corresponsales hablan: la
mirada extranjera sobre el camino
a la independencia

Más de 20 entrevistas en sobre el proceso soberanista Catalán a diferentes corresponsales en Madrid y Barcelona componen ‘El mundo nos mira’, una obra que muestra la incertidumbre que genera el órdago de Mas y que deja en mal lugar a la prensa española

La 'Via Lliure' de la Diada de este 2015. -REUTERS

MADRID.- Aunque sea un asunto nacional, políticos de uno y otro signo se empeñan en internacionalizar el proceso soberanista catalán. Buscar el reconocimiento de otros países a una hipotética Catalunya independiente es fundamental para los nacionalistas, mientras que la salida de la Unión Europea de ese posible nuevo país es el fantasma que agita el Gobierno del PP, mientras busca la complicidad de la Comisión Europea y varios jefes de Estado.

El domingo será un día fundamental, aunque tan sólo un peldaño más de la larga escalera que le espera a Catalunya si Junts Pel Sí y la CUP logran formar una mayoría absoluta en el Parlament. Pero hasta que se conformara la plataforma independentista y hasta que el president Artur Mas recurriera a la fórmula de las elecciones plebiscitarias, el camino ha tenido varios hitos que, para los corresponsales extranjeros que han informado de ellos, se resumen en la suspensión del Estatut , las sucesiva Diadas multitudinarias y, más que la consulta del 9-N, la cerrazón del Gobierno central a dialogar.

El mundo nos mira (consulta aquí todas las entrevistas) es el resultado de 23 entrevistas a sendos corresponsales extranjeros en Barcelona y Madrid, y será un largo capítulo del trabajo 27-S. Cataluña decide su futuro que el sociólogo y politólogo Ricardo Romero de Tejada Collado publicará después de las elecciones del próximo día 27. Entre los entrevistados, destacan nombres como el de David Roman, corresponsal de The Wall Street Journal en España y Portugal; François Musseau, corresponsal de los medios franceses Libération y Le Point; Henry de Lagueire, corresponsal en Barcelona de la radio francesa Europe 1 y autor del libro Les Catalans (Les Ateliers Henry Dougier); Julia Macher, la periodista en Barcelona del diario digital alemán Weltreporter.net; o Martin Roberts, colaborador del británico The Times y de la qatarí Al Jazeera. Las entrevistas, apunta el autor, se realizaron entre noviembre de 2014 y marzo de 2015, alejadas del periodo de campaña electoral.

Otro punto de vista

Testimonios que permiten recopilar opiniones personales, interesantes puntos de vista de quienes vienen de fuera para contar allí lo que pasa con este proceso histórico que, para la mayoría de ellos, ha vuelto a estar en boga a raíz de la suspensión del Estatut por el Tribunal Constitucional en 2010 y la campaña en contra del PP. Aunque las opiniones varían de forma notable entre quienes trabajan desde Madrid y quienes lo hacen desde Barcelona, el autor resume que han percibido un “contexto que muchos consideran fiscalmente injusto para los catalanes, que contribuyó a la consolidación de un sustrato emocional de humillación y desconexión creciente”.

Lagueire, por ejemplo, asegura que supuso “una fuerte desilusión para Catalunya” y que se entendió “para muchos como la derrota del catalanismo”. Para Cécile Thibau, vicepresidenta del Círculo de Corresponsales Extranjeros de Madrid e informadora del semanario L’Express, la suspensión del Estatut hizo que los catalanes se sintieran “agredidos” y, añade “quien había encendido la mecha había sido el PP”.

"Mas va a pedir dinero a Rajoy y sale independentista del despacho"

Ahí comenzó a funcionar esa fábrica de independentistas que llenaron las calles en las sucesivas Diadas de 2011 en adelante. Otro punto de inflexión que terminó por convencer a muchos de que la independencia era la única vía posible fue la negativa de Rajoy a negociar un pacto fiscal con Artur Mas. “Mas fue toda una sorpresa en 2012. Intenta pedir dinero a Rajoy y sale independentista del despacho, es un puesta en escena espectacular”, resume Thibau. Lejos de los intereses políticos, otros periodistas destacan ese momento como una razón de peso para que miles de catalanes que hasta ese momento se mantenían al margen vieran en la independencia una solución. "Nunca he llegado a saber por qué Rajoy rechazó un concierto económico [...] Creo que otorgarle aquello a Catalunya, como el País Vasco o Navarra, sería lo menos grave [...] No tendría que ser malo para España", esgrime David Roman.

Tanto para los corresponsales afincados en Madrid como para los que viven en Barcelona, la independencia tiene más posibilidades de materializarse que de fracasar, aunque la probabilidad que dan unos y otros varía. Mientras que los de Barcelona ven un 75% de probabilidades de que algún día sea independiente, desde Madrid las rebajan al 51%. Poco posible lo ven a corto plazo, pero apuntan a que podría llegar antes de 2020. “Si quienes (los españoles) conservar Catalunya, no basta con decir “imposible que os vayáis”, porque en algunos lugares la gente ya se ha marchado, sus cabezas ya no forman parte de España”, apunta Laguerie.

En cuanto a los acuerdos que pongan fin al culebrón, nadie ve probable que pasen por una independencia pactada. Si algo se concierta, en opinión de los corresponsales, será un acuerdo que integre Catalunya dentro de España. Sobre todo es la opinión de quienes informan desde Madrid (59% de posibilidades). Para los que viven en Barcelona, lo más probable es que nunca haya un acuerdo entre las partes (63% de probabilidades). Lo que sí parecen descartar todos es una respuesta extrema del Gobierno central a una Declaración Unilateral de Independencia. Lo más probable, opinan, es que se ignore alegando que se trata de algo ilegal. Sin embargo, ni en Barcelona ni en Madrid pueden descartar que se anule la autonomía de Catalunya como respuesta. Nadie piensa que sacar los tanques a las calles sea un escenario realista.

“Quien espere un divorcio amable desconoce la mentalidad española"

“Quien espere una ruptura limpia, un divorcio amable, a la checa, después de 500 años, desconoce la Historia y la mentalidad española […]Los españoles son muy simpáticos y amables, pero muy vengativos […] La reacción de España no tiene por qué se violenta, pero desde luego va a ser de desdén y hostil”, argumenta el corresponsal del The Wall Street Journal, David Roman

¿Una Catalunya independiente dentro de la UE?

Si Catalunya rompe con España, ¿saldría de la Unión Europea? La cuestión ha centrado el debate de ayer entre Oriol Junqueras (ERC) y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. También puso en un brete al presidente Rajoy en una entrevista el lunes. Desde Barcelona, los periodistas ven más probable (84%) que sea aceptada, sobre todo pasados varios años de negociaciones. Desde Madrid, siguen la misma línea (63%), aunque también advierten de que es posible que no se la acepte (37%) por diversas razones, sobre todo, un boicot español.

En cualquier caso, todos ven a Europa como un agente determinante para superar la actual situación. Aunque dudan de que intervenga si no hay una escalda de violencia o un grave peligro de colapso económico. En ese caso, la mayoría cree que puede intentar presionar a España para que negocie con el Govern. “Si algún día Bruselas tiene que reaccionar, posiblemente enviará un mediador”, asegura Joana Viusà, trabajadora del diario francés L’Independent du Midi.

Sin embargo, muchos afirman que Bruselas no quiere la independencia de Catalunya por varios motivos. David Roman subraya que la UE “hará todo lo posible para impedir la independencia unilateral” porque “a nadie le interesa un cambio de fronteras en Europa Occidental”, y apunta al precedente que podría suponer para regiones nacionalistas de otros países europeos como Francia (Córcega) o Italia (Venetto). No es el único que argumenta así. Además, Roman añade que “Bruselas no ve ninguna ventaja en tener otro tipo sentado en la esquina de la mesa (del Consejo Europeo) diciendo que sí a todo. Ya tienen a Letonia”.

La prensa española, en entredicho

En lo que coinciden casi todos los periodistas es en la falta de rigor de la mayor parte de la prensa española en los que al asunto catalán se refiere. Además de la propaganda emitida por los medios afines a las diferentes opciones, destacan artículos o vídeos ofensivos para las distintas sensibilidades.

“Los medios han creado
un ambiente binario, en blanco y negro”

Para el corresponsal del The Wall Street Journal, “TVE tiene a tertulianos siempre agresivos con Mas y Junqueras y TV3 ha optado por lo contrario, convirtiéndose en portavoces del nacionalismos”. El francés Lagueire coincide: “En estos últimos meses, los medios públicos han sido portavoces del independentismo”, y añade: “Cada vez que La Razón hace una portada medio insultante de Catalunya me da la sensación de que la gente se alegra […] Hay declaraciones que hieren las sensibilidades aquí. Parece haber interés en crear enemigos. Ello resume la Historia de España. Siempre digo que la Guerra Civil nunca se acabó”.

“Los medios han creado un ambiente binario, en blanco y negro”, critica Guy Hedgecoe, corresponsal freelance británico para diversos medios internacionales. “Este es el gran defecto de la prensa española: de los políticos hablan mucho, pero poco de los ciudadanos”, afirma Hans-Günter Kellner, corresponsal en Madrid de la agencia alemana EPD y de la radio Deustclandfunk y presidente del Centro Internacional de Prensa de Madrid. “Existe una prensa bastante tóxica. Pueden defender la ideología que quieran, pero ¿inventar hechos, crear mentiras? Es lamentable, pero muy común en la prensa española”, critica Lex Rietman, corresponsal en Barcelona de FD, De Tijd, radio BNR y Een Vandagg Television.

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