BARCELONA.- ¿La independencia de Catalunya pondría en peligro el pago de las pensiones? La respuesta a esta cuestión es uno de los muchos elementos de controversia que se da en la campaña para las elecciones del 27 de setiembre entre los partidarios y los opositores a un Estado catalán soberano, con cada formación barriendo hacia el lado que más le interesa. Mientras que Junts pel Sí asegura que con la independencia las pensiones en Catalunya serían un 10% más elevadas, PP y Ciudadanos afirman día sí y día también que la salida del Estado español implicaría dejar a los catalanes sin pensiones. Alejado de estos planteamientos, Catalunya Sí Que es Pot plantea que el problema con las pensiones no es el marco jurídico, es decir “independencia sí o no” -en palabras del líder de IU, Alberto Garzón-, sino que se trata de una “cuestión de modelo social y político”.

En un acto de campaña celebrado en la facultad de Economía de la Universitat de Barcelona (UB), Garzón ha subrayado el peligro en el pago de las pensiones existirá si ganan -el 27-S o en las generales- “CDC, PP o Ciudadanos” porque se trata de formaciones que “defienden los recortes sociales y apuestan por la privatización del sistema”. Es decir, que el peligro viene “en función del proyecto político que gobierne”. Un par de horas antes, el número tres de la candidatura de SíQueEsPot, Joan Coscubiela, había afirmado que “decir que las pensiones subirán en caso de independencia es engañar. Ya sea en el marco legal catalán o español, el problema de las pensiones será el mismo, la precariedad laboral y la caída de los salarios”. Junto al cabeza de lista de SíQueEsPot, Lluís Rabell, Coscubiela ha participado en una reunión con los secretarios generales en Catalunya de la UGT y CCOO, Josep Maria Álvarez y Joan Carles Gallego, respectivamente.

En un contacto con periodistas previo al acto en la UB, Garzón ha afirmado que tanto Mariano Rajoy como Pedro Sánchez “tienen un problema con la democracia” al oponerse al “derecho a decidir” de los catalanes. Y ha defendido la celebración de un referéndum de autodeterminación. Las palabras del diputado de IU han sido en respuesta al secretario general del PSOE, quién ha manifestado que Rajoy “puede contar con el apoyo del PSOE para defender la Constitución y la legalidad” si en las elecciones al Parlament ganan las formaciones independentistas, como apuntan las encuestas.

Rabell, por su parte, ha manifestado que SíQueEsPot se plantea tomar medidas “severas” contra “corruptos y corruptores” si gobierna tras los comicios. Básicamente, se resumirían en tres puntos: “cerrar las puertas de los contratos públicos” a las empresas involucradas en casos de corrupción, que el gobierno de la Generalitat sea “proactivo” en la lucha contra la corrupción y ejerza de acusación popular cuando se de un caso, y una auditoría de las fundaciones de los partidos políticos, que “se han convertido en el camino por el cual numerosos intereses privados compran favores de partidos e instituciones públicas”.

Camats pide a los jóvenes que “no bajen la guardia”

Aprovechando que se trataba de un acto dirigido a un público joven, tanto Rabell como Garzón han señalado que una de las prioridades de Catalunya Sí Que es Pot será utilizar las herramientas políticas para crear empleo y evitar que los jóvenes deban emigrar ante la falta de oportunidades. “No se puede consentir que los jóvenes se marchen porque hay gobernantes que han aplicado políticas de saqueo”, ha proclamado Garzón, mientras que Rabell ha expuesto la situación de precariedad laboral de sus dos hijos como testimonio del panorama actual.

La coordinadora nacional de ICV, Dolors Camats, y el líder de EUiA, Joan Josep Nuet, también han participado en un acto al que han asistido unos 80 estudiantes. Camats ha pedido a los jóvenes que “no bajen la guardia” y que no se crean “discursos que normalizan situación que no son normales, como que todos los políticos roban, porque no es así”. “Sed ciudadanos comprometidos”, ha concluido Camats. Garzón ha insistido que el 27-S va mucho más allá de unas simples elecciones, porque lo que está en juego es un “nuevo orden social” y ha reclamado una “soberanía popular” que permita “al pueblo” decidir sobre el modelo de estado, pero también sobre la sanidad, la educación o las políticas sociales. Además se ha proclamado “independentista”, para matizar que lo es “frente a la Troika y los bancos centrales”.