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El debate ya es historia para Rajoy

El presidente del Gobierno zanja la polémica por su ausencia en Atresmedia dando por ganadora absoluta a la vicepresidenta y evita mencionar la contienda en el mitin de hoy en Sevilla. El PP cierra filas con Sáenz de Santamaría frente al "trío lalalá".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, saluda a un niño a su llegada a un acto electoral en la Terraza Puerto Delicia del puerto de Sevilla. EFE/Raúl Caro

Lugar: Terraza Puerto Delicia (Sevilla)
Intervinientes: Juan Bueno (presidente del PP de Sevilla), Juan Ignacio Zoido (candidato del PP al 20-D por Sevilla), Juanma Moreno (presidente del PP andaluz) y Mariano Rajoy.
Asistentes: aforo de 280 personas completo
Incidencias: Todo el paseo por el centro de Sevilla, con una mujer persiguiendo a Rajoy con un teléfono rosa para grabarle la cara en medio de los esfuerzos de los escoltas por alejarla un poco. El arte de los niños cantores de la Escuela del Polígono Sur al ritmo de la guitarra de Caracafé, donde el presidente del Gobierno estampó su firma tras escucharles en la residencia de ancianos San Juan de Dios. El cuidado con el que Rajoy agarraba las manos de los ancianos, muchos de ellos, de la misma edad que su padre (94 años), delicado de salud.

El Partido Popular ha cerrado filas con su vicepresidenta y número dos de la lista de Madrid y la considera "vencedora auténtica" del debate, como ilustró Juan Bueno, el presidente del PP sevillano en el último mitin de Mariano Rajoy en Andalucía, la comunidad más mimada por el presidente del Gobierno en su campaña para las elecciones generales del 20 de diciembre.

Que Bueno tenga que reforzar con el calificativo de "auténtica" a la vicepresidenta ya da cuenta de cómo se vio el debate entre los conservadores: Soraya Sáenz de Santamaría no ganó el debate, como apuntan casi todas las encuestas, pero mantuvo el tipo y salió airosa del papel más complicado de los cuatro intervinientes, el de debatir como candidata a la Presidencia del Gobierno por el PP sin serlo y con quien ocupa ese puesto, vigilando desde Doñana. Sólo la corrupción que, precisamente, apenas le roza a ella, pero empapa a Rajoy, le hizo patinar en los momentos más tensos del debate a cuatro en Atresmedia, acorralada por Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos).

El presidente del Gobierno se limitó hoy a dar como ganadora indiscutible a Sáenz de Santamaría y a asegurar que él podría haber ganado "o no; nunca se sabe" una contienda donde, según el líder del PP, el resto de candidatos "hizo lo que pudo". Rajoy, en declaraciones a los periodistas durante un paseo por la céntrica Plaza del Salvador de Sevilla aseguró que "no" se arrepiente en absoluto de no haber ido a un debate que "estuvo muy bien" y donde la vicepresidenta demostró que "se sabía los temas".

Pero el jefe del Ejecutivo, tras contentar a la prensa, no volvió a mencionar el debate. Tampoco en el mitin que dio en la Terraza Puerto Delicia (en el salón de bodas) tras el citado paseo interrumpido por las fotos con la gente y una visita a la residencia de ancianos San Juan de Dios -con un breve y apasionado concierto flamenco incluido, que recogió en su cuenta de Twitter Juan Ignacio Zoido, exalcalde de Sevilla que lo sigue siendo según su cuenta en la red social, @zoidoalcalde-.

Rajoy fue a los suyo: empleo, unidad de España, atención a las personas y lucha antiterrorista son los cuatro objetivos que componen la columna vertebral del discurso del candidato del PP y que repite en cada mitin, matizado con promesas electorales al anfitrión del evento y el repaso de los compromisos cumplidos en la localidad a visitar. De hecho, el mitin del presidente fue, en esta ocasión, mucho más formal que los de ayer lunes 7 en Estepona y Algeciras. Quizás por que Sevilla es señorial, capital y lo parece, apenas hubo aplausos y jaleo al protagonista, salvo cuando se tocó la unidad de España, donde se subió la intensidad del apoyo. Todos sentados, sin gritos y sin estridencias, eso sí.

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