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El derecho a decidir ya fue rechazado con el Plan Ibarretxe

JUAN ANTONIO BLAY

No es lo mismo, pero se le parece mucho. El debate de esta tarde en el pleno del Congreso de los Diputados sobre la proposición de ley del Parlament de Catalunya que solicita el traspaso a la Generalitat de la competencia estatal para convocar y celebrar un referéndum lleva inexorablemente a recordar la sesión que el pleno de la Cámara baja celebró para debatir el llamado plan Ibarretxe. Fue también un martes por la tarde, la del 1 de febrero de 2005.

Sobre el papel, ambas citas se basan en iniciativas legislativas distintas; entonces se planteaba una reforma radical del estatuto de autonomía vasco vigente, conocido como el de Guernika; ahora se presenta una propuesta legal para asumir una competencia que es exclusiva de la Administración del Estado. Sin embargo, formalidades al margen, de ambas citas subyace un mismo sustrato: dilucidar el principio de soberanía que exige una nacionalidad histórica en el marco del Estado español. Ni más ni menos.

Esta tarde también subirán a la tribuna de oradores parlamentarios que ya lo hicieron aquel día 1 de febrero de 2005, ante un pleno del Congreso de los Diputados que tenía una mayoría relativa del PSOE que daba soporte al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: Mariano Rajoy, como portavoz del grupo parlamentario popular entonces en la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, repitiendo papel como portavoz del grupo parlamentario socialista, Josep Antoni Duran i Lleida, representante de la coalición nacionalista catalana de CiU, y Uxue Barkos, diputada navarra de Nafarroa Bai, hoy Geroa Bai.

Aquel debate fue largo, muy largo; casi ocho horas de parlamentarioss envueltos en una tensión contenida. Sin embargo, en ningún momento hubo una palabra más alta que otra. Un silencio sepulcral rodeó siempre lo que decían unos y otros. El diario de sesiones de aquella tarde apenas recoge unos pocos 'rumores' y los consabidos aplausos de los correligionario tras cada orador. El presidente de la cámara, Manuel Marín apenas tuvo de recordar a un par de parlamentarios, entre ellos al propio Ibarretxe en su segunda intervención, que su tiempo se había agotado.

El lehendakari, situado en el 'balconcillo', en la bancada popular, fue saludado incluso por varios diputados de la formación conservadora situados en la escalera de acceso. Durante su intervención, que se ajustó milimétricamente a los 30 minutos tasados, no se oyó ni una tos o carraspeo. Al final, los diputados nacionalistas vascos y los de CiU y de ERC le aplaudieron. El resto de la cámara no movió un músculo.

Los conceptos esgrimidos en aquella sesión están de plena actualidad ante el debate de hoy: desde el derecho a decidir por parte de la ciudadanía hasta la existencia de un problema de encaje de Euskadi en el conjunto del Estado español, pasando por no pocas referencias históricas aportadas en defensa de las respectivas tesis. Se pronunciaron frases en euskera y en catalán en repetidas ocasiones sin que ello alterase la tranquilidad de la sesión. No fue así en otras ocasiones.

'Si vivimos juntos, juntos tenemos que decidir', dijo Ibarretxe

'... vengo a ofrecer la mano tendida de la sociedad vasca para negociar un nuevo marco de convivencia. No desaprovechen esa oportunidad dando un portazo...', dijo el lehendakari Ibarretxe. 'Si vivimos juntos, juntos tenemos que decidir', aseguró tajante Zapatero al inicio de su intervención de respuesta al mandatario vasco que estuvo centrada en la imposibilidad de encaje constitucional del proyecto presentado. Rajoy buscó un efecto más llamativo: '... no estamos ante una reforma del estatuto (...) Estamos nada menos que ante un proyecto de pacto político entre Euskadi y España basado en la libre asociación...', dijo mientras empleaba hasta 13 veces la palabra ETA.

Los nacionalistas catalanes de CiU y de ERC apoyaron la propuesta de Ibarrexte. Duran apeló a Salvador Espriu a la hora de pedir a la cámara que no perdiera 'la oportunidad de recomponer la verdad que nadie tiene con carácter absoluto'. El representante de ERC, Joan Puigcercós, fue premonitorio: 'Tengan en cuenta que en Cataluña hay una gran mayoría de la sociedad catalana que avala el proceso de reformas, una mayoría no solo del Parlamento de Cataluña, sino de sus patronales, de sus sindicatos, de su vivo tejido social que apoya con fuerza y con ilusión esta reforma estatutaria que hoy se está redactando en el Parlamento de Catalunya'.

En términos similares se pronunció el entonces portavoz de Iniciativa-Verds, el diputado Joan Herrera, que hoy será uno de los parlamentarios autonómicos que intervendrá en defensa de la iniciativa legislativa que plantea el Parlament de Cataluña como miembro de su delegación. La nota de color la dio el diputado de UPN-PP, Jaime Ignacio del Burgo, quien apelando al reglamento de la cámara pidió la lectura de un acuerdo del Parlamento de Navarra sobre el 'plan Ibarretxe'. Evidentemente contrario a su contenido. Fue leído desde la Mesa al final de las intervenciones y antes de la votación.

El resultado, cuando faltaban veinte minutos para la medianoche, no ofreció sorpresas: de los 344 diputados asistentes 29 votaron a favor de admitir a trámite la iniciativa del Parlamento Vasco, otros 313 lo hicieron en contra y otros dos se abstuvieron. Con toda seguridad hoy volverá a suceder lo mismo.

Participa en el debate:

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