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La división de Podemos en Galicia complica la consolidación de En Marea como alternativa a Feijóo

El magistrado Luis Villares, el único nombre que contenta a todas las partes, sólo aceptaría encabezar una candidatura de consenso

Los diputados de En Marea Podemos. EFE

JOAN OLIVER

A CORUÑA.- Las posibilidades de un cambio político en Galicia el próximo 25 de septiembre, la fecha de unos comicios a los que están convocados más de 1,5 millones de electores, pasan en buena medida por la voluntad de los apenas 20.000 inscritos de Podemos en la comunidad.

Este miércoles a mediodía se conocerán los resultados de la consulta vinculante convocada por la dirección nacional del partido sobre la decisión de acudir a las elecciones autonómicas en solitario o en confluencia con En Marea, que agrupa, entre otros, a los militantes de las Mareas ciudadanas, Esquerda Unida-Izquierda Unida y Anova, la formación nacionalista de Xosé Manuel Beiras escindida del Bloque Nacionalista Galego (BNG).

Si el resultado de la consulta de Podemos es a favor de la coalición con sus socios de las generales y las municipales, el frente podría tener fortaleza suficiente como para derribar la mayoría absoluta del PP y asaltar la Xunta con el PSOE y el Bloque. Si por el contrario la respuesta de Podemos es acudir a las urnas en exclusiva con su marca, la división podría convertir la campaña electoral en un paseo triunfal de Alberto Núñez Feijóo hacia su tercer mandato.

“Lo natural es mantener el espacio de confluencia, yo no contemplo otro escenario”, asegura el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, uno de los protagonistas de la conversión de En Marea en partido político de adscripción individual (“partido instrumental”) para acudir a las autonómicas, iniciativa culminada el pasado viernes en Vigo y a la que no se sumó Podemos. “Pero todo depende de la decisión de sus bases”, reconoce el regidor coruñés.

La situación es muy compleja. La dirección gallega del partido violeta, que encabeza la politóloga Carmen Santos, no tiene mayoría en su Consejo Ciudadano en la comunidad, y ha hecho campaña por acudir a las elecciones sin En Marea, en contra de los deseos de la dirección nacional y de buena parte de sus representantes electos, como el diputado Antón Gómez-Reino. “Lo lógico es que Podemos esté dentro. Espero que ese sea el resultado de la consulta. Y si finalmente es así, lo que no parecería lógico es que quienes se han postulado contra la confluencia vayan a pilotar luego las negociaciones para alcanzarla”, advierte. “No soy quien para pedir dimisiones, pero creo que todo el mundo debe ser responsable de sus decisiones”, añade.

La secretaria general de Podemos Galicia, Carmen Santos. EFE/Salvador Sas

La secretaria general de Podemos Galicia, Carmen Santos. EFE/Salvador Sas

Otras fuentes del sector crítico con Santos subrayan el riesgo de que Podemos se parta en dos: “Llevamos meses balbuceando en Galicia sin una posición clara”, aseguran: “Si sale No, buena parte de la militancia se iría a las Mareas”.

Nadie se atreve a apostar por el resultado de la consulta. Ni por el nombre del futuro candidato a la presidencia de la Xunta. La figura del lucense Luis Villares, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, portavoz de Jueces para la Democracia en la comunidad y una personalidad muy crítica con las políticas sociales y lingüísticas de Feijóo, resuena desde hace tiempo como el nombre que reuniría más apoyos. Y aunque nadie quiera citarlo expresamente, todos lo hacen inconscientemente cuando se les pregunta por las características que debería tener el cabeza de lista para satisfacer a todas las siglas: “Un perfil de seriedad, una persona públicamente conocida que atraiga a la sociedad gallega”, dice Ferreiro. “Visión de país y valores intelectuales y políticos reconocidos”, asevera Gómez Reino.

“Debe combinar sabiduría y valores éticos”, añade Yolanda Díaz, diputada y coordinadora general de EU-IU. “Sí, él reúne todas las condiciones, aunque no tiene sentido anticiparse porque hasta mañana [por el martes] no se sabrá nada”, explica Antón Sánchez, diputado autonómico de Anova. Tiene razón. El juez, tal y como han confirmado fuentes cercanas a su entorno, sólo estaría dispuesto a aceptar el encargo si encabeza una candidatura unitaria que incluya a Podemos.

Se trata de otro obstáculo al proceso, porque no existe un plan B de consenso al margen de los cuadros propios que pueda poner sobre la mesa cada uno de los partidos de En Marea: Rubén Pérez, por EU-IU; el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, o el de Vimianzo, Manuel Antelo, ambos de Anova, o el propio Antón Sánchez, si Beiras confirmara su renuncia a presentarse. Del lado de las Mareas no se vislumbra ninguna figura de peso, como el alcalde de A Coruña, quien no dudó ayer en descartarse de la lista: “Tengo un compromiso con A Coruña y voy a cumplirlo”.

Los tiempos que se ha marcado desde el viernes En Marea tampoco ayudan. Su calendario de primarias, de las que debe surgir el candidato a la presidencia de Galicia, abre las inscripciones el jueves y las cierra el martes de la semana que viene. Todas las fuentes consultadas reconocen que el nombre de consenso, sin contar con que puedan surgir candidaturas alternativas, debería estar decidido “en los próximos días”.

Un plazo probablemente demasiado corto. “Sólo queda una semana para solucionarlo, y todo esto es demasiado complejo como para no afrontarlo con el tiempo y la sensatez necesarios”, narra un destacado militante de Podemos crítico con la gestión de Santos. Prefiere guardar el anonimato, aunque podría ser uno de los preferidos por Pablo Iglesias para presentar batalla a Santos en unas primarias en el caso de que las bases desmonten la posibilidad de una coalición.

Lo cierto es que la decisión de Feijóo de adelantar las autonómicas ha pillado con el pie cambiado a Podemos, pero no a sus socios, según su propia versión. “Estamos ante un Gobierno agotado. Es cierto que la fecha de las elecciones gallegas la ha decidido el lehendakari Urkullu, pero estamos preparados”, dice Antón Sánchez. Coincide con Yolanda Díaz: “La esperábamos. Llevamos meses pidiéndolas y manejábamos ese escenario y un cronograma adaptado a él”, apunta.

También recuerda que, a su juicio, lo importante para Galicia no son los problemas internos de Podemos: “Los debates son legítimos y no quiero meterme en la casa de los demás, pero me gustaría que En Marea se ensachara”, dice, para añadir: “Los partidos son herramientas para cambiar la realidad, no un fin en sí mismos”. Gómez Reino, quien también acudió a Vigo para asistir y apoyar la fundación de En Marea como partido, tiene el mismo parecer, pero advierte de que la formación puede resentirse seriamente si finalmente se ve obligada el 25-S a competir con su socio natural: “Las Mareas saben bien lo que aporta Podemos”.

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