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"Esto no va de independencia, esto va de democracia"

Partidos y entidades presentan medio millón de firmas a favor de celebrar un referéndum sobre la independencia en el acto central del Pacto Nacional del Referéndum.

Un momento del acto central del Pacto Nacional por el Referéndum. - EFE

CARLES BELLSOLÀ

El Pacto Nacional por el Referéndum termina su trabajo con una demostración de fuerza. Y de convocatoria. Y con un mensaje claro y rotundo: que los catalanes quieren celebrar un referéndum sobre la independencia porque "somos nación, porque así lo hemos decidido la mayoría". Y que este referéndum no es una reivindicación independentista, sino "democrática".

Así se ha expresado este viernes el portavoz del comité ejecutivo del Pacte Nacional pel Referèndum, Joan Ignasi Elena, en el acto central (y final) de la iniciativa que encabeza. Un acto celebrado en un Palau de Congresos de Catalunya abarrotado, en el que ésta ha presentado en público las "más de 500.000 firmas" de apoyo a la celebración del referéndum que ha recogido en los últimos tres meses, y la adhesión de más de 4.000 entidades.

En un breve y milimétricamente estudiado discurso, Elena ha situado claramente el sujeto de la soberanía cuando ha proclamado que "somos nación porque así lo sentimos la mayoría de los catalanes", y que por este mismo motivo quieren celebrar el referéndum, con el consenso "de un 80%" de los ciudadanos de Catalunya. Unas palabras que suponen en cierto modo una respuesta a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que este mismo viernes había emplazado al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a presentar en el Congreso su propuesta de referéndum. Una invitación que sitúa la soberanía sobre esta cuestión en el Parlamento español, y que Puigdemont -que el lunes pronuncia una conferencia en Madrid- ya había respondido cuando ha afirmado que acudiría al hemiciclo sólo si previamente hay un acuerdo con el gobierno de Mariano Rajoy, para "no hacer un Ibarretxe".

Elena, en un discurso no tanto dirigido a las bases soberanistas convencidas como pensado paraa captar nuevos apoyos, así como para presionar al gobierno central y a los partidos españoles, ha negado uno de los argumentos favoritos de los que se oponen a celebrar un referéndum, que este "divide". "Esto no va de independencia, esto va de democracia", ha señalado en su discurso, puntualizando que este hecho es "lo que más incomoda a los contrarios al referéndum". "Los que dicen que el referéndum divide son justamente los que hablan de unos y otros", ha aseverado, a la vez que proclamaba que la reivindicación del referéndum también pertenece a aquellos que votarían 'no' a la independencia. "Vivimos una revuelta democrática, también una revuelta de los que quieren votar no", ha firmado Elena. Que ha insistido en que "el 'sí' y el 'no' no dividen", y que lo que divide, en cambio, es tratar a los catalanes "como menores de edad".

En la misma línea -flanqueado por el resto de miembros de la ejecutiva del Pacto Nacional, y con presencia entre el público de la plana mayor de la política catalana, incluyendo al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el vicepresidente, Oriol Junqueras, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y representantes de todos los partidos que defienden el referéndum-, Elena ha interpelado al Gobierno central para pedirle que "se quite la venda de los ojos" y "negocie", así como se ha dirigido a "la España moderna" para pedirle su apoyo.

Un discurso, el de Elena, que ha sido interrumpido con gritos de "votaremos". Y que ha recibido una sonora ovación en su frase final, cuando ha proclamado que Cataluña es un país "diverso", y "con diversidad de lenguas", pero que "siempre, siempre siempre, somos y seremos un solo pueblo".

"Independencia", la palabra ausente

El acto, en el que no se ha pronunciado ni una sola vez la palabra "independencia" -excepto al inicio, cuando el público ha saludado con gritos independentistas la entrada en la sala de Carme Forcadell-, ha tenido de trasfondo la oferta-reto de Santamaría, respecto a la que se han pronunciado otros partidos. Por los Comunes, su líder parlamentario en Madrid, Xavier Domènech, se ha mostrado a favor de que Puigdemont defienda el referéndum en Madrid, porque "se tiene que aprovechar todos los escenarios". Desde la CUP, en cambio, el ex diputado en el Parlament Quim Arrufat ha considerado que la propuesta de Santamaría "no tiene entidad", y ha recordado que los partidos catalanes ya pidieron "hace tres años" en el Congreso celebrar el referéndum.

El acto, perfectamente coreografiado, ha seguido un impecable 'crescendo' en sus intervenciones. Empezando por un vídeo con apoyos de algunas de las más de 4.000 entidades que defienden el referéndum, siguiendo con intervenciones -desde la platea- de representantes de la tercera edad, estudiantes o inmigrantes, y con parlamentos -desde el escenario- de invitados vip del mundo de la cultura, como la escritora Beth Olid, el veterano cineasta Pere Portabella y el poeta granadino Luis García Montero, que se ha ganado una atronadora ovación cuando ha proclamado -en castellano-, que "ustedes tienen derecho a decidir su futuro democráticamente ".

Apoyos internacionales

Tras mostrar los apoyos al referéndum desde el resto del Estado, personalizados en García Montero, el crescendo ha seguido con los apoyos internacionales, en forma de vídeo con imágenes de las 40 personalidades de todo el mundo que han firmado el manifiesto 'Let catalans vote', entre las cuales los premios Nobel Rigoberta Menchu, Dario Fo, o Adolfo Pérez Esquivel, o nombres del mundo de la cultura como el crítico Harold Bloom, los escritores Antonio Lobo Antunes o Andrea Camilleri, el cineasta Ken Loach, la histórica activista por los derechos de los afroamericanos Angela Davis, el ex futbolista Johan Cruyff -el más aplaudido- o el actor Viggo Mortensen. Personalidades, algunas de ellas ya desaparecidas -como Fo y Cruyff-, y es que el manifiesto se presentó en 2014.

No ha faltado tampoco la música, con el 'Canto a la Libertad' de José Antonio Labordeta como momento más aplaudido. Ni los carteles, con los que los asistentes al acto han proclamado que quieren votar "porque es mi derecho" y "porque soy demócrata", en doble versión catalana y castellana. Unos carteles que han mostrado en el momento en que los políticos de primera línea asistentes al acto han subido al escenario a hacerse la foto de familia. Y que han mostrado mirando no a los representantes políticos, sino volteados hacia las cámaras de la prensa.

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