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Estudio demoscópico El 'efecto Sánchez' catapulta al PSOE y lo coloca a menos de un millón de votos del PP

El inesperado triunfo en las primarias del nuevo secretario general socialista –superando la presión mediática de toda la prensa y derrotando a la candidata impulsada por toda la cúpula de su partido– ha reabierto la expectativa de cambio entre los electores que lo esperaban en las dos últimas elecciones y quedaron frustrados por la continuidad de Rajoy.

Hemiciclo del Congreso, según las estimaciones de JM&A para 'Público', si se celebrasen elecciones generales.

Era previsible. La victoria casi quijotesca de Pedro Sánchez en las primarias socialistas ha catapultado al PSOE en los sondeos electorales –con algunas excepciones interesadas– porque los votantes de su partido, frustrados tras dos citas en las urnas que no expulsaron al PP del poder, han recuperado la ilusión del cambio y vuelven al redil socialdemócrata... al menos en su intención de voto.

En consecuencia, si ahora se celebrasen nuevas elecciones generales el PSOE remontaría hasta quedar a menos de un millón de votos del PP y rozaría el centenar de diputados en el Congreso al escalar once escaños, según las estimaciones del desk research del gabinete demoscópico Jaime Miquel y Asociados para Público. Esa remontada socialista se ve reforzada por la continua caída de la base electoral del PP, que perdería más de 1,1 millones de votos y 13 escaños, hasta quedarse en 124, prácticamente el nivel del 20-D de 2015.

Ambos fenómenos de los dos grandes partidos tradicionales se ven reflejados claramente en sus espejos emergentes: las ganancias del PSOE afectarían seriamente a Unidos Podemos, que sufriría una importante pérdida de 760.000 votos y 13 diputados, y el desplome del PP beneficiaría directamente a Ciudadanos, con un ascenso de 430.000 votos y 14 escaños, tal como se puede observar en la siguiente tabla completa de estimaciones, comparadas con los resultados del 26-J de 2016:

Estimaciones de JM&A para unas nuevas elecciones generales, elaboradas en julio de 2017, donde %vv es el porcentaje sobre votos válidos y %c es el porcentaje sobre el censo.

Pero el estudio detallado de estos números también muestra la falta de proporcionalidad del sistema electoral diseñado tras la dictadura para garantizar el bipartidismo y que ahora distorsiona el reparto de escaños con cuatro partidos en liza. El hundimiento electoral del PP tendría escasas consecuencias en las circunscripciones (provincias) con menos habitantes y eso le permitiría conservar gran parte de sus escaños, pese a caer casi cuatro puntos en porcentaje de votos válidos. Así que, una vez más, podría sumar con C's y el PNV 175 diputados, a sólo uno de la mayoría absoluta necesaria para gobernar.

Porque PP y Ciudadanos sumarían un diputado más que el 26-J (el PNV perdería uno) a pesar de que la aritmética simple del número de votos indicaría lo contrario: entre los dos partidos, la derecha perdería unos 700.000 votantes y caería del 46,1% al 44,5% de los votos válidos, aumentando en cambio su número total de escaños, aunque sólo se trate de un diputado más.

PSOE y Podemos sumarían dos escaños menos, a pesar de crecer en porcentaje total de votos válidos

En cuanto a la izquierda, PSOE y Podemos sumarían dos escaños menos que hasta ahora, pese a crecer –aunque mínimamente, sólo dos décimas– en su porcentaje total de votos válidos. En ese lado del espectro político, las estimaciones de JM&A devuelven el liderazgo de las izquierdas al nuevo equipo de Sánchez, porque "este PSOE es otro", en palabras de Jaime Miquel. "Al enfrentarse a Rajoy en el Parlamento –como en el CETA y el techo del gasto–, Sánchez mantiene las expectativas de cambio, también propiciadas por la nueva actitud de Unidos Podemos, que pone por delante el interés general de la izquierda porque ya habrá tiempo para disputarse ese espacio", continúa Miquel.

Todo ello se manifiesta en las transferencias de votos entre partidos. La debacle paulatina del PP procede fundamentalmente de la huida de sus votantes hacia la abstención –casi 900.000 de sus votos perdidos escapan por allí–, ya que los electores que van y vienen desde ese partido a Ciudadanos y viceversa (casi medio millón) parecen poder votar indistintamente a uno u otro. El crecimiento de C's se debe ya más a los votantes que atrae desde las filas abstencionistas (250.000) y de los jóvenes, que a los que arranca de otras formaciones.

Unidos Podemos sí que padecería una sangría de votos de regreso hacia las filas socialistas –casi 560.000 o tres cuartas partes de sus pérdidas globales–, y el PSOE recuperaría además, por ese efecto del Sánchez rebelde, más de 160.000 votantes desencantados que se abstuvieron el 26-J.

En Catalunya destacan los movimientos de electores

Esos importantes movimientos de electores entre partidos, como consecuencia del triunfante regreso a la secretaría general socialista del líder que incluso renunció a su escaño por no dar marcha atrás a su oposición a Rajoy, quedan también patentes en el traspaso de escaños comunidad a comunidad.

Y, como el problema catalán es el más importante desafío político territorial actual, es en Catalunya donde más se nota el trasvase de diputados, como se puede apreciar en el gráfico interactivo siguiente (pasando el cursor sobre las barras aparecen los números detallados):

Sánchez capitaliza en Catalunya su arriesgada apuesta por una España plurinacional como "nación de naciones"

Tras quedar relegado al cuarto puesto en las pasadas elecciones, el PSC recuperaría la primera plaza en Catalunya –empatado a 10 escaños con Catalunya en Comú y ERC–, según las estimaciones del Observatorio Continuo de JM&A para Público. Ese subidón de tres diputados en la comunidad donde los socialistas parecían haber quedado descabalgados por su oposición a un referéndum de autodeterminación demuestra que el arriesgado giro de Sánchez –abrazando el concepto de la "España plurinacional" como una "nación de naciones"– está teniendo efectos positivos para su partido.

Según explica el propio Jaime Miquel, Sánchez ha logrado posicionarse "en el espacio New York Times" –diario que editorializó a favor de la celebración de una consulta popular en Catalunya– "reclamando una solución política pactada, sin violar la Constitución, y dejando en una posición predemocrática las posiciones del PP y de Ciudadanos".

El experto en estudios demoscópicos sostiene que "el PSOE puede mantener esta preeminencia sobre Unidos Podemos si aterriza en la comisión para el estudio de un referendo en Catalunya después de los sucesos de octubre" –el choque de trenes del referéndum convocado para el 1-0 por la Generalitat– que serán visualizados como el producto de una tara predemocrática de los españoles, sean Gobierno, partidos o Estado".

Por tanto, Miquel opina que "la única oportunidad de Pedro Sánchez de ser presidente es la moción de censura después de octubre, dependiendo de cómo juegue sus bazas" en Catalunya, donde el proceso soberanista podría "quebequizarse: si esto se tiene que resolver votando y hay un referéndum convocado, legalicémoslo". Porque la única posibilidad de desbancar a Rajoy del poder, por el momento, es "un pacto plurinacional a la portuguesa".

En cualquier caso, el efecto Sánchez arrolla en muchas comunidades importantes: en Andalucía, el PSOE recuperaría el primer lugar que le había arrebatado el PP por vez primera; en el Pais Valencià arrebataría la segunda plaza a Unidos Podemos, y en Madrid regresaría al segundo puesto (empatando a 8 escaños con C's).

Sólo la profunda brecha generacional –el 52,4% de los votantes del PSOE tienen más de 57 años (porcentaje que alcanza el 54% para los del PP)– sigue empañando la fenomenal recuperación electoral socialista que está consiguiendo Sánchez.

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