Cuando se cumplen dos años de las elecciones autonómicas que acabaron con 20 años de mayorías absolutas del PP y en pleno ecuador de la legislatura hemos hablado con representantes de los partidos firmantes del conocido como Pacto del Botánico para que analicen qué ha supuesto para la sociedad valenciana, cuáles han sido los logros y cúales son las asignaturas pendientes.

Los tres partidos PSPV-PSOE, Compromís y Podem coinciden en la premura de un pacto que se firmó el 11 de junio de 2015 con el objetivo de cambiar un Gobierno azotado por la corrupción. Una premura que se saldó con 37 medidas, posteriormente ampliadas a 201 en la renovación de enero de este año y que han tenido un objetivo claro: rescatar a los ciudadanos.

Ahora bien, cada partido, aunque elogia el pacto y volvería a firmarlo defiende sus puntos de vista. El más crítico, el de Podem, al que "le ha tocado la faena más ingrata" al no querer entrar en el Consell. Una decisión que diluye la visibilidad de sus propuestas y acciones.

PSPV-PSOE: De la sintonía de los socios a la incertidumbre de la auditoria
Si tuviera que ponerle nota "al pacto le pondría un 8, un notable" explica la diputada del PSPV-PSOE Ana Barceló. "El pacto va más allá de las tres fuerzas políticas, son medidas que requieren un acuerdo previo de las tres partes y es evidente que hay coincidencia en políticas sociales y económicas", argumenta.

Para Barceló, el Pacto era necesario tras 20 años de mayorías absolutas y ha supuesto "un diálogo enriquecedor y una nueva cultura política". Y sin duda " lo reeditaría" porque "hablar con los adversarios políticos es la fuerza de la democracia". Preguntada si haría cambios o modificaciones lo piensa, lo medita... y al final asegura que le gustaría que la comisión de seguimiento "no fueran sólo encuentros puntuales, sino conversaciones continuas".

La clave del pacto a su juicio es la "sintonía de las tres partes" y su éxito radica "no sólo en las medidas, sino en que van a perdurar en el tiempo". "Está en nuestro ADN cambiar la vida de los ciudadanos.

Respecto de la no entrada de Podemos en el Gobierno prefiere quedarse al margen "soy respetuosa con las decisiones internas y reflexionar porqué no entró o si debió hacerlo deben hacerlo ellos".

"Las medidas se van cumpliendo, se plasman en los presupuestos o en iniciativas legislativas, aunque hay decisiones que no dependen de las Cortes Valencianas, sino del Gobierno central", se lamenta. Tal vez esto explique la sensación de lentitud en la implantación, aunque asegura que "la ciudadanía si lo percibe y saben lo que ha supuesto el pacto para la comunidad".

Respecto de la auditoría ciudadana planteada desde Podemos no preocupa al PSPV-PSOE. Barceló recuerda que "al margen de la reunión periódica del pacto de seguimiento, cada partido puede pedirlo de forma individual" y pide concreción al nuevo secretario general de Podem, Antoni Estañ "para ver la fórmula, porque nos es lo mismo evaluar medidas ya en marcha como el pago farmacéutico o evaluar el impacto de medidas que aún no están en marcha".

En este sentido, Barceló discrepa y se pregunta que "´cómo van a saber los ciudadanos los datos del pago farmacéutico. Estos datos los tiene la Conselleria". Seguramente, prosigue "antes del verano habrá otro encuentro y escucharemos a la nueva dirección (de Podemos) porque de momento no tenemos constancia de cómo se puede hacer esa auditoría o cómo quieren hacerla".

La revolución silenciosa de Compromís

Miquel Real es portavoz de Iniciativa, uno de los socios de Compromís y miembro de la ejecutiva de la coalición. Para él, "el balance del Pacto es altamente positivo".
"Teníamos dos grandes objetivos: impedir que un partido que había secuestrado las instituciones, con la corrupción siguiera gobernando. Y el segundo, rescatar a todos los colectivos víctimas de esta situación", sentencia.

La imagen que describe es la escolares que no pagan los libros de texto, inmigrantes que han recuperado la tarjeta sanitaria, mayores que no soportan el copago de medicamentos, mujeres víctimas de la violencia de género que cobran a pesar de tener deudas tributarias pendientes, más familias cobrando ayudas a la dependencia ( hasta 14.000), colectivos en riesgo de exclusión que pronto cobrarán una renta de inclusión, con una dotación de 200 millones de euros para el periodo 2018-2021. En materia de impuestos, pagan menos las rentas bajas y más, las más altas.

Un puñado de leyes han permitido estos cambios y los que vendrán. Se trata de sentar las bases de un proceso que "sea irreversible, una revolución silenciosa" defiende orgulloso. Leyes como la de transgénero, explica "para que no sea necesario que un médico emita un dictamen; la de la vivienda como función social o la de renta valenciana de inclusión han sido claves para estos cambios".

Y en preparación, adelanta, " una ley muy potente", la del Código Social con tres pilares que la sustentan: educación, sanidad y servicios sociales, para que tengan un tratamiento como lo tienen los derechos fundamentales en la CE. "Unos derechos irrenunciables" y pone un ejemplo "si un paciente tiene un ictus, se le atiende, pero no se puede quedar en una lista de espera para su tratamiento, debemos responder con rapidez".

Satisfacción en lo social y lamento en materia económica. "Las losas son grandes o los agujeros como los 1.000 millones de Ciegsa, los 1.200 millones de la Ciudad de la Luz o los mil millones de Feria Valencia", se lamenta. Miquel Real añade que "las cuentas que se agravan por la imagen exterior de la corrupción con empresas que no han querido invertir para no tener que pagar la mordida de turno. Nuestra respuesta son planes de formación, inversión en empresas (más de 200 millones de euros) y activación de polígonos industriales como los de Parc Sagunt o Ribarroja.

Para Real la clave del Pacto está en dos cuestiones: "el código de buen gobierno por el que no te encontrarás ni una placa ni un acto cortando una cinta" y "el mestizaje". Y se explica: "Lejos de repartirse áreas por partidos, se han incorporado personas de todas las formaciones en todos los departamentos. Excepto Podemos que no entró en el Gobierno, pero muchas leyes han partido de ellos".

Dura crítica en el aprobado de Podem

Para Antonio Montiel, secretario general de POdem durante lso dos primeros años de vida del acuerdo, el balance es positivo, pero su crítica es rotunda. "Le pondría un notable en transparencia o en recuperar la dignidad de las instituciones, echar al Partir Popular de las instituciones, pero el acuerdo inicial era válido para el primer año y el segundo año, ya requería de una mayor exigencia. Falta mucho para llegar al sobresaliente"

Las nuevas medidas incorporadas son fruto del trabajo realizado con más de 300 colectivos sociales Podemos mantiene una comunicación constante. Montiel reconoce los logros, como el Plan de Vivienda social con más de 1.000 viviendas al año o la reforma fiscal que "los ciudadanos lo notarán al año que viene con la reducción en la cuota autonómica", pero pide un "cambio cualitativo". Un cambio que pasa por la "auditoría ciudadana sostenida". "Tras realizar 1.000 encuestas personales el resultado fue de aprobado en algunas áreas como las políticas sociales", por ello Montiel cree que es necesaria "una auditoria permanente, no sólo de las organizaciones, sino de la gente".

"Una especie de buzón, donde un ciudadano que lleva siete meses esperando el pago de una renta aprobada, pueda hacer un seguimiento". "Falta agilidad en la administración un papel fiscalizador del pacto", esgrime. En este sentido, propone que organismos ya existentes como la Unidad de Evaluación y Prospectaiva de la UIMP asuman este papel. "Se lo he dicho al Presidente", es necesario un órgano que analice y canalice la información. Para Montiel no tiene sentido "que para analizar la situación de pobreza energética utilicemos informes de organizaciones externas como Save the Children".

"Xarxa llibre salió de casualidad y por el esfuerzo de los ayuntamientos, los barracones a mitad de la legislatura siguen ahí y no podemos acabar la legislatura con esos edificios", afirma con rotundidad. "No tenemos excusas y quedan dos años, los colectivos hablan con nosotros por no tener interlocución con el Consell, se lo he dicho a Puig", insiste que "son necesarios equipos de gestión, grupos de trabajo".

Sobre no haber entrado en el Gobierno no tiene dudas, pero reconoce que "la nuestra es la posición más ingrata de los tres, una propuesta es un triunfo del Gobierno, y nuestro trabajo tiene poca visibilidad".

En su último día como secretario general Montiel se muestra satisfecho del "reto maravilloso de estos dos años" y se lamenta "del poco apoyo de los medios de comunicación". Respecto de su sucesor Antoni Estañ cree que "aportará continuidad a la línea del pacto".

La próxima reunión

Cada seis meses se reúne la comisión de seguimiento del pacto integrada por los miembros del Consell , jefes de gabinete o de prensa y representantes de los partidos. Morella, Torrevieja, y Sagunt han sido los escenarios de un encuentro que tendrá una comarca interior como `punto de encuentro antes del verano.
Sin duda, la elección del nuevo dirigente de Podemos va a marcar esta reunión, ya que su primer anuncio tras ser elegido fue el de pedir una auditoría ciudadana del pacto.