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Gernika escenifica la consulta de Ibarretxe

2.034 vecinos de la villa vizcaína participaron el domingo en la iniciativa de Lokarri, una organización social

Xalok

La histórica y simbólica villa de Gernika celebró el domingo lo que Euskadi en su conjunto no pudo el pasado 25 de octubre: una consulta ciudadana. La organización social Lokarri cogió el testigo para organizar su celebración a los pocos días de que el Tribunal Constitucional prohibiera la impulsada por el lehendakari Ibarretxe con la aprobación del Parlamento vasco.

Evidentemente, Lokarri no pretendía suplantar la respaldada por los partidos que sustentan el Gobierno vasco (PNV-EA-EB) y Aralar, pero el fondo del mensaje de ambas era el mismo: promover la participación ciudadana para avanzar hacia la paz y la normalización política de Euskadi.

Lokarri sintetizó así en una única pregunta los objetivos fijados en la papeleta del lehendakari, aunque sin aludir expresamente al derecho de autodeterminación: '¿Considera usted conveniente y legítima la convocatoria de consultas populares para impulsar el proceso hacia la paz y exigir un acuerdo político para convivir democráticamente y sin exclusiones?', preguntaba Lokarri.

Un total de 2.034 personas de Gernika de un censo de 12.000 respondieron en las urnas. Papeleta en mano, fueron pasando, entre las 10 de la mañana y las 7 de la tarde, por los cuatro colegios electorales, abiertos en el hogar del jubilado, la residencia Calzada, el polideportivo Maloste y el salón Elai Alai. Por todos ellos, un equipo de 40 observadores, dirigido por Michael Peart, investigador en la Universidad de Zurich en el centro de investigación Research Centre on Direct Democracy, supervisaba que todo estaba en regla.

Los resultados definitivos de la consulta se conocerán hoy, lunes, una vez concluido el recuento de los votos recibidos también desde el resto de Euskadi por correo electrónico o postal. Ayer, hubo, no obstante, quien prefirió desplazarse a Gernika para votar. 'Me enfadé mucho cuando prohibieron la de Ibarretxe', decía Gotzontze de Errazti, que había viajado desde Vitoria. '¡Qué menos que venir a votar! Deberían hacer caso al pueblo', decían Antonio Polo y Matilde Gómez, de Mendata.

En la mesa abierta en el polideportivo Maloste, su responsable y coordinador de Lokarri en Vizcaya, Andoni Mendizabal, repetía lo mismo: 'La gente se siente importante porque se consulta su opinión, y es necesario'.

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