Público
Público

El Gobierno rechaza extraditar a Turquía al escritor turcoalemán Akhanli

Recientemente también se negó a enviar allí al periodista turcosueco Yalçin por el mismo motivo: ambos intelectuales disidentes gozan del estatuto de refugiado político.

El escritor turco-alemán Dogan Akhanli en la rueda de prensa que ofreció tras ser puesto en libertad / EFE - Mariscal

PÚBLICO/ EFE

El Gobierno ha acordado la no continuación del procedimiento de extradición solicitada por las autoridades de Turquía del escritor y periodista turcoalemán Dogan Akhanli, ha informado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la portavoz del Ejecutivo, Soraya Saenz de Santamaría.

Ha explicado que "este acuerdo es análogo al que se adoptó en el Consejo de Ministros del pasado 29 de septiembre en relación con la no continuación en vía judicial del procedimiento de extradición solicitado por las autoridades de Turquía de Hamza Yalçin", periodista sueco de origen turco, de tal forma que la denegación se funda en las mismas circunstancias.

Yalçin permaneció 56 días encarcelado en una prisión de Barcelona, donde fue detenido, a pesar de gozar de la condición de refugiado y de tener la nacionalidad sueca.

Con esta decisión, el Gobierno apunta a que comienza a a cerrar la puerta a la utilización por parte del régimen de Erdogan de la orden internacional de detención que tramita a través de Interpol para capturar a la disidencia. Los dos intelectuales fueron detenidos bajo esta orden.

Dogan Akhanli fue detenido el 19 de agosto en Granada en aplicación de una orden internacional de detención tramitada a través de Interpol a petición de Turquía. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu le dejó en libertad provisional al día siguiente.

Miembro de la asociación internacional de escritores PEN, Akhanli ya pasó varios meses en prisión preventiva en Turquía y fue detenido en 2010 a su entrada a Turquía bajo la acusación de haber cometido un robo con homicidio pero, según su abogado, cuando se produjeron los hechos su cliente ni siquiera estaba en el país.

Tras un proceso Akhanli fue absuelto pero la resolución se anuló en 2013 al figurar en la lista de personas buscadas por las autoridades turcas.

Al igual que ocurrió con la solicitud de extradición de Hamza Yalçin la denegación de la continuación en vía judicial del procedimiento de extradición solicitado por Turquía se basa en el reconocimiento de la condición de asilado de Akhanli.

Según informa el Gobierno, dicha condición es causa de denegación de la extradición sobre la base de las obligaciones contraídas por España como miembro de la Convención del Estatuto de los Refugiados y del Protocolo sobre el estatuto de los Refugiados, así como de conformidad con la Ley de Extradición Pasiva.

Conforme a la documentación aportada al expediente por las autoridades alemanas a Akhanli le fue reconocida en 1993 la condición de refugiado con derecho a asilo por parte de la Oficina Federal para el Reconocimiento de Refugiados Extranjeros de Alemania.

Posteriormente en 2001, tras haber sido privado de su nacionalidad turca de origen, se le concedió la alemana como modo de reforzar la protección de la que hasta entonces había gozado en su calidad de refugiado político, entendiéndose por tanto que las razones que motivaron en su momento la concesión del asilo para el reclamado se mantienen en la actualidad.

Respecto a Hamza Yalçin el Ejecutivo decidió no continuar con el proceso debido a que recibió asilo en dos ocasiones por parte de Suecia antes de que se le concediera la nacionalidad de ese país en 2006.

La legislación española determina, entre las causas en las que no se concederán las extradiciones, que la persona reclamada tenga reconocida la condición de asilada, como es el caso, argumentó el Gobierno.

Hamza Yalçin salió el pasado 28 de septiembre de prisión en libertad provisional, con medidas cautelares, por decisión de la Audiencia Nacional tras pasar casi dos meses en la cárcel de Brians (Barcelona).

Las autoridades turcas lo acusaban de tener vínculos terroristas con el grupo ilegal de extrema izquierda Partido-Frente Revolucionario de Liberación Popular (DHKP-C) y de insultar al presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan. Él se defiende y dice que su arma es la palabra y una revista opositora muy molesta al régimen.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias