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El rey muestra una imagen de senilidad en su primera aparición pública

En un discurso titubeante, que Zarzuela achaca a la escasa luz del atril, el monarca pide a los militares que difundan 'serenidad' y trabajen por la seguridad de todos los españoles. 

ANA PARDO DE VERA / AGENCIAS

El rey Juan Carlos ha salido por primera vez de La Zarzuela esta mañana tras la última operación de cadera que sufrió el pasado 21 de noviembre para implantarle la prótesis definitiva. Su aparición, con motivo de la celebración de la Pascua Militar en el Palacio Real, sin embargo, lejos de cumplir las optimistas expectativas creadas sobre su  recuperación -que él mismo alentó en su discurso de Nochebuena al confirmar que pretende continuar con su reinado-, ha avivado la polémica sobre su verdadero estado de salud y sus capacidades para mantener la Jefatura del Estado.

El monarca, que llegó a la Plaza de la Armería andando con muletas, pronunció el discurso principal en el Salón del Trono con visible esfuerzo y salpicado de titubeos, mala pronunciación y largas paradas. Todo ello, a pesar de que Juan Carlos leyó el breve texto de principio a fin y lo hizo de pie, la única concesión que se hizo a abandonar las muletas y la silla en la que escuchó el discurso del ministro de Defensa, Pedro Morenés. Los portavoces de la Casa Real han justificado los errores y balbuceos del rey en la lectura asegurando que el atril en el que estaban depositados sus papeles tenía 'poca luz'.

Las palabras del rey tuvieron un único destinatario: los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. A ellos pidió el jefe del Estado que perseveren en su 'ejemplaridad' para continuar 'transmitiendo confianza y serenidad' y seguir 'trabajando unidos por la seguridad y el bienestar del conjunto de los españoles', siendo 'los primero en ofrecer y los últimos en recibir'. 'Nuestra sociedad responderá siempre a vuestra generosidad con su reconocimiento y admiración, como reflejan las encuestas', ha resaltado el monarca en su discurso, del que ha informado la agencia EFE.

Un portavoz de Zarzuela asegura que la repetición del formato reducido del acto no responde a las actuales condiciones físicas del reyEl jefe del Estado, que ayer  5 de enero cumplió 76 años de edad y 38 en el trono, ha pronunciado estas palabras acodado en un atril en el salón principal del Palacio Real y en presencia de los príncipes de Asturias, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el ministro de Defensa, y el del Interior, Jorge Fernández Díaz. Debido a la convalecencia del rey , este año, al igual que el pasado, cuando Juan Carlos de Borbón se recuperaba de otra operación de cadera, la celebración de la Pascua Militar no ha incluido revista a las tropas ni el tradicional besamanos de las autoridades, por lo que la duración del acto ha sido más corta que en otras ocasiones, reduciéndose a poco menos de una hora.

Con todo, un portavoz de la Casa del Rey ha insistido en dejar claro que la repetición de este formato reducido de la Pascua Militar no obedece a la necesidad de adaptar la ceremonia a las actuales condiciones físicas del rey y ha precisado que, una vez modificado el protocolo hace un año, quedó consolidado como el que se aplicaría a partir de entonces en todas las ediciones de esta conmemoración.

El monarca ha asegurado en su discurso ser 'plenamente consciente del enorme esfuerzo' que están realizando las Fuerzas Armadas por 'mantener las capacidades que se requieren para mantener la seguridad y la defensa' de España, 'en un escenario económico de gran complejidad'. 'Resulta por tanto imprescindible -ha añadido- continuar avanzando por la senda que nos permita obtener el máximo rendimiento de los recursos y mantener la operatividad de nuestras unidades'.

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