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Granados quería hablar en la comisión de investigación del caso espías… pero sobre Púnica

El ex vicepresidente entró por videoconferencia desde prisión para hablar en la Asamblea de Madrid sobre el caso del espionaje a políticos del PP con fondos públicos. También ha participado el ex consejero, Alfredo Prada, y la ex secretaria de Aguirre, Yolanda Laviana, que ha asegurado seguir amenazada por este asunto.

Francisco Granados durante su comparecencia por videoconferencia desde la prisión de Estremera. / @patricialopezl

PATRICIA LÓPEZ

MADRID.— Con buen aspecto físico y mucha energía mental, Francisco Granados, ex secretario general del PP de Madrid y ex vicepresidente de la comunidad con Esperanza Aguirre, participó por vídeoconferencia desde la prisión de Estremera en la comisión de la Asamblea de Madrid que investiga la presunta corrupción durante los últimos años de gobierno de los populares.

A Granados no le quedó portavoz parlamentario a quien insultar y vertió gruesas palabras sobre todo contra Podemos y Ciudadanos. Por ejemplo al diputado de la formación morada, Miguel Ongil, a quien le dijo que su partido lo que quería era "crear una nueva checa"; y a la propia presidenta de la comisión, Dolores González Pastor, de Ciudadanos, a quien le espetó: "Una representante de esta nueva política no me va a dejar hablar de Púnica".

"Es la primera vez que hablo en un año, imagino que los ciudadanos no perdonarían que no quieran hablar de Púnica", la operación de la Guardia Civil y la Audiencia Nacional por la que Granados entró en la cárcel. La presidenta tuvo que recordarle que su intervención debía limitarse al supuesto espionaje a opositores de Ignacio González, presuntamente encargado por el propio Granados. El rifirrafe continuó cuando al diputado de Ciudadanos, César Zafra, le preguntó por su relación con Esperanza Aguirre "quien en esta comisión de investigación le tachó de rana", a lo que Granados respondió que "no estoy aquí para hablar de zoofilia".

El ahora acusado por tener más de un millón de euros en Suiza se salió finalmente con la suya. Quería denunciar que la Guardia Civil vulneró sus derechos al detenerle "en la puerta del colegio de mi hija". "Me pasé cinco días en el calabozo y me trajeron a esta prisión donde llevo año y medio con la mayoría del sumario secreto", añadió.

"Yo no miento nunca"

Zafra intentó centrar el caso al preguntarle "si alguien espió a alguien" en la Comunidad de Madrid, a lo que Granados dijo tajante que "no" y que si los guardias civiles imputados el sargento José Oreja, Antonio Coronado y José Luis Pinto había cambiado su declaración en el juzgado ellos sabrían, pero "yo no miento nunca".

Granados aseguró: "Yo no le he podido dar carta blanca a nadie. Es que yo ni siquiera sé que ha ocurrido. Ni lo he visto, ni lo he vivido, ni he dado carta blanca para que lo hicieran", respondió a la portavoz del PSOE, Encarnación Moya. Granados también aseguró que al Director General de Seguridad durante el espionaje, el policía Sergio Gamón, se le puso por orden de Esperanza Aguirre y que él no tuvo nada que ver.

A las preguntas del diputado de Podemos, Miguel Ongil, sobre si sabía si el sustituto de Gamón al mando de la dirección de seguridad, el actual comisario general de información Enrique Barón, estaba detrás de la información filtrada a un periódico contra los guardias civiles y que las acusaciones contra ellos eran un montaje, Granados lo negó todo. Sin embargo, la grabación de esa reunión entre Granados, el sargento Oreja y los otros dos asistentes a la reunión ha sido difundida por varios medios de comunicación y en ella se le escucha decir lo que aseguran los guardias. Pero Granados llegó a decir en la Comisión que no conocía  a los Guardias Civiles. "No les conocía, teníamos amigos en común pero nada más", afirmó.

El culmen del número de Granados llegó al final, cuando dio las gracias a los periodistas que le han tratado bien como Ana Rosa Quintana, Alfonso Rojo, Esteban Urrieztieta y así hasta media docena. Y a punto estuvo de que se le saltaran las lágrimas al dirigirse a los diputados del PP: "Un abrazo fuerte a mis compañeros de partido que se lo merecen".

Vivir amenazada

También pasaron por la asamblea de Madrid dos de las supuestas víctimas del caso del espionaje. Por un lado el ex consejero de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, y la exmujer de Sergio Gamón y exsecretaria de Esperanza Aguirre, Yolanda Laviana, quien aseguró que todavía estaba amenazada y que por eso quería acogerse a su derecho a no declarar.

Sin embargo, en una entrevista que no quiso desmentir la exmujer del entonces director de Seguridad de la Comunidad de Madrid aseguró que Gamón hacía trabajos para el PP incluso antes de crearse el puesto dentro del Gobierno de Aguirre. También dijo que en el caso del espionaje a Alfredo Prada, Gamón directamente despachaba con el vicepresidente Ignacio González.

Alfredo Prada confirmó lo que ya había hablado en la anterior comisión de investigación y añadió sobre Granados: "No le deseo lo que me ocurrió ni al peor de mis enemigos. Una persona pública, que además salía en platos de televisión y que te insulta, te genera una profunda tristeza".

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